Científicos asturianos descubren cómo prevenir los daños causados por la ventilación mecánica

La Voz REDACCIÓN

ASTURIAS

De izquierda a derecha, los investigadores Laura Amado Rodríguez, Jorge Blázquez Prieto, Covadonga Huidobro, Guillermo Muñiz Albaiceta, Adrián González López e Inés López Alonso
De izquierda a derecha, los investigadores Laura Amado Rodríguez, Jorge Blázquez Prieto, Covadonga Huidobro, Guillermo Muñiz Albaiceta, Adrián González López e Inés López Alonso

Una investigación de la Universidad de Oviedo determina qué fármaco utilizar para corregir los problemas derivados del soporte respiratorio, que se coloca al 40% de los pacientes que pasan por una UCI

30 ago 2018 . Actualizado a las 10:24 h.

Un equipo de la Universidad de Oviedo, adscrito al Instituto de Investigación del Principado de Asturias (ISPA), ha identificado un mecanismo asociado al daño pulmonar causado por la ventilación mecánica. El tratamiento farmacológico permite evitar gran parte del daño causado por esta técnica de soporte de la función respiratoria. Los resultados de este trabajo del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Respiratorias, desarrollado desde el Grupo de Investigación Traslacional en el Paciente Crítico afiliado al ISPA, han sido publicados en la revista Science Translational Medicine. Su financiación ha correspondido al Instituto de Salud Carlos III  y al Gobierno del Principado.

Entre los autores del estudio se encuentran Inés López-Alonso y Guillermo Muñiz Albaiceta, primera y último firmante respectivamente del artículo. También se ha contado con colaboraciones de personal investigador del Hospital Charité, de Berlín (Alemania) y del Hospital St Michaels de Toronto (Canadá). Buena parte de estos y estas investigadores realizan actividad asistencial en la UCI cardiaca del HUCA, en el Área del Corazón. Además, se da la circunstancia de que Inés López-Alonso, la autora de la tesis doctoral de la que parte el trabajo, ganó uno de los premios a la mejor tesis doctoral que concede el propio ISPA.

Ventilación mecánica, medida de soporte esencial

Más de un 40% de los pacientes ingresados en una Unidad de Cuidados Intensivos reciben ventilación mecánica, una técnica de soporte que permite mantener la función respiratoria en los pacientes y las pacientes que son incapaces de hacerlo por sí mismos. A pesar de que su uso es esencial en los pacientes críticos o en aquellos sometidos a cirugía mayor, la aplicación en los pulmones de presiones y volúmenes elevados durante la ventilación mecánica puede lesionar el tejido y empeorar el pronóstico del paciente o la paciente.

El trabajo publicado describe cómo las células pulmonares responden al estiramiento con una serie de modificaciones que aumentan la rigidez su membrana nuclear. Esta envoltura nuclear interacciona con el material genético subyacente y desencadena cambios en la expresión génica que favorecen la muerte celular y el daño pulmonar.

La relevancia de este mecanismo en humanos se demostró en muestras de pacientes sometidos y sometidas a ventilación mecánica. Sin embargo, los investigadores hallaron que los animales carentes de la proteína Zmpste24, responsable de la maduración de la Lamina-A, un componente esencial de la envoltura nuclear, son resistentes al daño pulmonar por estiramiento, ya que en ellos no se activa este mecanismo, resultando en una menor tasa de muerte celular y daño del tejido. El mismo resultado se obtuvo tratando animales con inhibidores de proteasas, un tipo de fármacos capaz de interferir con este proceso de maduración de la Lamina-A.

«Estos hallazgos abren la puerta al tratamiento específico con fármacos para evitar la lesión pulmonar en los pacientes sometidos a ventilación mecánica, especialmente si esta es necesaria por periodos de tiempo prolongados o con presiones elevadas», explica Guillermo Albaiceta, investigador que lidera este equipo. Los autores destacan que «esta estrategia de tratamiento, al actuar directamente sobre la detección del estímulo mecánico en las células, un proceso llamado mecanotransducción, no interfiere con otros procesos básicos como la respuesta inflamatoria o la capacidad de reparar el tejido dañado».