El arzobispo invoca otra Reconquista ante los «retos» a la identidad española

J. C. G.

ASTURIAS

El arzobispo Sanz Montes, a la derecha, junto al abad de Covadonga y el vicario general de Oviedo
El arzobispo Sanz Montes, a la derecha, junto al abad de Covadonga y el vicario general de Oviedo Tomás Mugueta

Jesús Sanz incluyó en sus dos intervenciones sendas referencias a las tensiones territoriales e identitarias con el independentismo catalán en una jornada en la que los representantes políticos se mantuvieron en el tono institucional

09 sep 2018 . Actualizado a las 08:26 h.

En una jornada como la de ayer, en la que el componente institucional predominó sobre el político en el Real Sitio de Covadonga, no fueron los representantes institucionales  de partidos presentes en las ceremonias sino el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, el que incluyó en sus dos intervenciones -la alocución a la Princesa de Asturias en la Cueva Santa y la homilía en la misa solemne- los mensajes políticos de la jornada. Mensajes, en su línea, contundentes, en los que, sin mencionar al independentismo catalán, no ha dudado en conectar la Reconquista contra los musulmanes emprendida por los reyes cristianos desde Covadonga con la respuesta a las tensiones territoriales e identitarias de una parte de Cataluña con el Estado español: «Hoy la Reconquista pasa por otras lizas y otros retos que nos desafían», ha proclamado Jesús Sanz ante Felipe VI, al que ha agradecido su «valentía y clarividencia en la defensa de la libertad de nuestro pueblo, de su paz y de su plural convivencia democrática en un Estado de derecho».

La homilía se ha pronunciado en el marco del 1.300 centenario de la fundación de la monarquía asturiana y el inicio de la Reconquista, cuya evocación ha compartido referencias en la homilía con la del primer centenario de la coronación de la Virgen de Covadonga. Pero el arzobispo de Oviedo no se ha limitado a invocar su protección para la familia real o a pedir a la Virgen de Covadonga, como lo ha hecho en la Cueva Santa, que conceda a la Princesa de Asturias que «crezca sana, sabia, santa y guapa». En su homilía, el dignatario eclesiástico ha enaltecido Covadonga no solo como «un referente espiritual de primer nivel, sino también un lugar identitario».

A saber: el lugar en el que «se forjó una España plural en sus pueblos, muy unida en sus gentes, con un proyecto común que aunó como identidad cultural propia la herencia romana, la fe cristiana y la idiosincrasia de lenguas y lugares que han tejido el rico mapa de nuestra Hispania». Una suma de algunas de las herencias culturales en la historia de la península que ha enfrentado con quienes hoy exigen esa «reconquista» de la que ha hablado el arzobispo: «Son también diferentes los turbantes de hoy ante las cosas que nos turban preocupantemente», ha dicho Sanz Montes con un juego de palabras.  «Queremos dialogar con todos, como repite el Papa Francisco, pero desde una cultura del encuentro que no traicione ni disuelva la propia identidad», ha sostenido a continuación, oponiendo a ello «creencias tan intrusas e ideologías tan ajenas que terminan vaciándonos de lo que somos».

De las palabras de Sanz Montes fueron destinatarios no solo los monarcas y sus hijas, sino los máximos representantes políticos del Principado -presidente, delegada del Gobierno, presidente de la Junta General-, el ministro de Agricultura en representación del Gobierno central y una nutrida representación política y empresarial asturiana, con los cinco presidentes del Principado que han precedido a Javier Fernández y los directivos de las empresas patrocinadoras: Liberbank, EDP y Alsa.