Los guardias civiles «desempolvan» proyectos de una década para adaptarse al siglo XXI

Pilar Campo REDACCION

ASTURIAS

GUARDIA CIVIL

Las asociaciones profesionales son receptivas a los planes de redistribución territorial, para optimizar recursos y atender mejor a la ciudadanía las 24 horas del día

22 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las asociaciones profesionales de la Guardia Civil en Asturias respaldan un nuevo modelo de distribución territorial para optimizar los recursos humanos y materiales de los cuarteles y adaptarse a la realidad del siglo XXI y, para lograr este objetivo, han vuelto a «desempolvar» sus propuestas de reagrupación, a través del cierre de puestos en municipios de escasa población y mínima conflictividad, que van heredando los sucesivos directores generales.

Abiertos las 24 horas del día

Alberto García Llana, secretario general en Asturias de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), recuerda que este proyecto de reagrupación territorial es una propuesta que ya planteó su directiva hace 16 años al entonces director general del instituto armado, Santiago López Valdivielso, y donde contemplaban una plantilla mínima de 18 guardias civiles, dos cabos y dos suboficiales.

Para que un acuartelamiento del Cuerpo sea realmente operativo, García Llana entiende que debe estar abierto las 24 horas del día y contar con un agente presente en el cuartel, «lo que se viene a llamar el guardia de Puertas», explica, al tiempo que una patrulla recorra la demarcación asignada.

«Al ser los turnos de servicio normalmente de ocho horas, es necesario disponer de 9 agentes diarios de servicio, tres por cada turno, de manera que las gestiones propias de una Unidad sean desarrolladas por los suboficiales, uno como comandante de puesto y el otro para sustituciones en el mando por descansos semanales, permisos, bajas médicas o asistencia a cursos de perfeccionamiento», proponía, hace 16 años, atendiendo a las condiciones laborales de entonces.

Su única discrepancia con el director general era el número de efectivos previstos para los cuarteles más pequeños y que oficialmente se situaba en 20 agentes: 18 guardias civiles, un cabo y un suboficial, pero ese plan, pese al consenso que suscitaba, nunca llegó a ejecutarse en su totalidad por cuestiones que, a juicio de García Llana, eran «meramente políticas».

Adaptarse a los nuevos tiempos

El secretario jurídico estatal de la Unión de Guardias Civiles (Unión GC), Faustino Brañas, reconoce que su asociación siempre se ha mostrado favorable al despliegue territorial para adecuar la institución a los tiempos actuales a través del reagrupamiento en puestos más grandes para modernizar el servicio y adaptarlo a los nuevos tiempos.

La asociación tiene elaborado su propio informe donde analiza la forma de conseguir la mejor optimización de los recursos existentes y, en su estudio, contempla el cierre de cuarteles que se reagruparían en otros para dar un mejor servicio a la ciudadanía, de tal forma que se generarían menos gastos al haber menos instalaciones y los puestos que quedasen abiertos lo estarían las 24 horas del día al igual que las patrullas que peinarían las calles, por lo que no se perdería ningún efectivo.

Población y conflictividad

En su propuesta dividen los puestos en función de la población y su conflictividad. En los puestos de menor conflictividad (los de tipo A) estaría al mando de un suboficial y con una dotación mínima de 20 efectivos, de los que 17 serían guardias, un sargento y dos cabos.

En los de tipo B estarían ubicados en municipios de entidad media de población y conflictividad, con una plantilla de 35 personas. Al mando de un oficial o suboficial (subteniente o brigada) estarían 30 guardias, dos cabos y dos sargentos que tendrían que garantizar la función permanente de atención al ciudadano y presencia las 24 horas del día.

Los de tipo C, al mando de un oficial, por estar en zonas muy pobladas y, por tanto, de una mayor conflictividad, precisarían una dotación mínima de 47 personas, de las que 40 serían guardias, tres cabos y dos sargentos.

Los puestos de tipo B y C tendrían un área de prevención de delincuencia, un área de investigación de delincuencia y un área de atención al ciudadano y en aquellos municipios donde no existiera un puesto de la Guardia Civil, la asociación UniónGC propone que se ubiquen dependencias en los ayuntamientos para establecer oficinas de atención al ciudadano, con un horario «adecuado y flexible» para responder a las posibles «necesidades, proximidad y mayor contacto con el ciudadano».