El nuevo negocio del último emperador

Juan M. Arribas REDACCION

ASTURIAS

Dimas Gimeno
Dimas Gimeno Antonio_Quilez | efe

24 jul 2019 . Actualizado a las 12:07 h.

En su origen, El Corte Inglés era una pequeña sastrería situada en el centro de Madrid, adquirida por Ramón Areces y desde la que levantó un imperio que se consolidó por décadas hasta llegar a absorber a su gran rival, Galerías Preciados, otro gigante que, como el primero, tenía raíces asturianas. El Corte Inglés prolongó mucho tiempo su reinado tratando de moverse lo más alejado posible de los préstamos bancarios y con una peculiar dinastía que se heredaba de tío a sobrino hasta el fin del reinado de su último emperador, Dimas Gimeno, hijo de la hermana de Isidoro Álvarez.

Dimas Gimeno tuvo un periodo regente breve y polémico. Ya desde el primer día salió a relucir que había participado en una lista electoral de Falange Española Independiente, en puesto de suplente en la candidatura al senado por la provincia de Palencia en las elecciones de 1996; y también hasta sus últimos instantes, cuando tuvo que abandonar la presidencia del Corte Inglés en medio de un motín en el consejo de administración, liderado por las hijas (adoptivas) de su tío, Marta y Cristina Álvarez Guil, que se alzaron con la victoria.

Con una jugosa indemnización --alrededor de 8 millones de euros-- Dimas Gimeno se ha lanzado a su propia aventura empresarial con el desarrollo de Dnext Retail, una sociedad constituida en el pasado mes de septiembre , de la que es único socio y administrador y que tiene como objeto social «la realización de las actividades propias del comercio, abarcando la comercialización, al por mayor o al por menor, de toda clase de productos en su más amplia variedad: mobiliario, artículos de regalo y decoración, objetos, confección, alimentación, droguería, perfumería, joyería, educación»; es decir lo mismo que hace El Corte Inglés.

En todo caso, Dnext Retail no podrá competir con su antigua empresa al menos en España y Portugal porque el finiquito de Gimeno incluía un pacto para vetar esas dos áreas a la competencia directa de futuros negocios. No fue, en todo caso, una ruptura amistosa y la batalla en el antiguo consejo de administración sigue en los tribunales; además de que Gimeno todavía batalla por porcetanjes de acciones, su madre Maria Antonia Álvarez presentó una demanda contra la adopción de sus enemigas económicas por parte de Isidoro Álvarez. Y, de momento, la justicia la ha admitido a trámite.