El «campo de batalla» de los Sandulache: katanas, abortos y amenazas

La Voz OVIEDO

ASTURIAS

Los acusados del clan de los Sandulache
Los acusados del clan de los Sandulache

El testimonio de las mujeres que han identificado a los hermanos como cabecillas de la organización

09 oct 2018 . Actualizado a las 12:41 h.

Dos acusadas de pertenecer a una red de trata de seres humanos han identificado a los hermanos Cristian y Sebastian Sandulache como cabecillas de la organización que obligaba a mujeres rumanas a ejercer la prostitución en clubes de alterne de Asturias, a la que se juzga en la Audiencia de Oviedo.

Según informa la agencia EFE, las acusadas, que simulaban ser novias de los hermanos, han afirmado que llegaron engañadas a Asturias para trabajar «como camareras o lo que fuera», han dicho, y, una vez en Oviedo, las obligaron a ejercer la prostitución junto a otras mujeres a las que maltrataban, controlaban y vigilaban «para que no escaparan».

Los hermanos Sandulache han negado cualquier relación con la prostitución y con los clubes de alterne así como que lideraran la red que les sienta en el banquillo por los presuntos delitos de prostitución coactiva, lesiones graves y blanqueo de capital por los que habrían obtenido un beneficio de 1,7 millones y para los que la Fiscalía pide penas que suman 128 años de cárcel.

La acusada A. ha relatado que su entonces novio, M., «le comió la cabeza» para desplazarse a España y que, una semana después, él regresó a Rumanía y ella se quedó en Oviedo donde empezó a ejercer la prostitución «obligada» por la red y le forzaron a aparentar que era la novia de Sebastián Sandulache. Las dos acusadas han relatado que no testificaron antes contra el clan «por miedo» y han indicado que los malos tratos y agresiones eran constantes, e incluso a ambas les obligaron a abortar, cuando estaban embarazadas de cuatro meses.

«Era como un campo de batalla y los jefes eran los hermanos», ha manifestado la acusada, que ha relatado que las chicas iban siempre acompañadas «para que no se escaparan» y tenían que enviar mensajes de teléfono a los supuestos cabecillas sobre su actividad «cada dos horas». Además, ha añadido que estos las insultaban y las amenazaban de muerte incluso con objetos cortantes como espadas o katanas así como con causar daño a sus familias en Rumanía.

La acusada que llegó aparentando ser la novia de Cristian ha asegurado que a ella la amenazaban con violar a su hermana y quemar a su abuela porque sabían que era «lo que más quería» y ha descrito episodios de violencia hacia ella y las otras víctimas.

Cristian Sandulache ha afirmado que su relación con los clubes de alterne es «la misma que cualquier otro español» y ha dicho que sólo vio en un piso de contacto de Oviedo a algunas mujeres porque llevaba allí a su amante a trabajar y que las chicas que allí estaban hacían «lo que les daba la gana». Así, ha atribuido «el lío», en referencia a la denuncia, a la reacción que tuvo su amante cuando se enteró de que él estaba casado.

El tribunal ha denegado la petición de suspensión del juicio de Cristian Sandulache al inicio de la vista al rechazar a su nueva letrada de oficio tras la renuncia inicial de su defensa al entender los magistrados que se trata de una «maniobra dilatoria» y considerar que dispone de una defensa con todas las garantías. Su hermano Sebastián, que ha recurrido a una intérprete al declarar en rumano, ha rechazado las imputaciones y ha instado al tribunal a que le hagan pruebas de voz para respaldar su versión de que no tuvo relación alguna con una organización criminal.

Por su parte, el quinto acusado, M., ha explicado que él sólo estaba con su novia en uno de estos pisos y que su única relación con los hermanos Sandulache era de amistad y que jamás vio maltrato ni amenazas a las chicas.

En la misma línea se ha expresado el sexto procesado, J., que también ha dicho no haber visto agresiones a las mujeres ni haber presenciado amenaza alguna a las víctimas ni que le entregaran dinero proveniente de la prostitución y ha afirmado que ni pertenece a un clan ni sabe por qué está inmerso en este procedimiento. 

El juicio contra esta organización criminal fue anulado en febrero cuando ya se habían celebrado varias sesiones por un error en la composición del tribunal ya que estaba compuesto por un solo magistrado titular y dos suplentes, cuando la ley sólo permite uno.