Ramón Ledesma: «No se puede dedicar ni un segundo al teléfono móvil durante la conducción»

J. M. P. REDACCIÓN / LA VOZ

ASTURIAS

El exsubdirector de Tráfico cree que hay que actuar «porque no podemos estar sin hacer nada cuando uno de cada tres muertos son por culpa del móvil»

08 oct 2018 . Actualizado a las 10:00 h.

«Es la primera vez que uno de cada tres accidentes mortales está causado por una distracción. Y eso significa que realmente tenemos un problema que hay que intentar solucionar». Ramón Ledesma (Gijón, 1974) es uno de los más reconocidos expertos en seguridad vial. Como subdirector de Ordenación Normativa en la DGT, fue el encargado de desarrollar el actual carné por puntos. Hoy es asesor de Pons Seguridad Vial y cree que hay que actuar: «porque no podemos estar sin hacer nada cuando uno de cada tres muertos son por culpa del móvil».

-Tráfico está estudiando una propuesta de su compañía para que sean los conductores quienes paguen los accidentes causados por usar el móvil.

-Lo que proponemos es que las compañías puedan ejercer el derecho de repetición contra el asegurado que cause un accidente por ir usando el móvil. Eso se traduce en que la compañía indemnizaría a las víctimas del siniestro, pero después le reclamaría ese dinero a su cliente, como sucede en los casos de alcoholemia.

-El móvil se ha convertido en el gran problema.

-El 80 % de los accidentes se deben al factor humano. Eso lo tenemos todos claro. Y dentro del factor humano hay tres claves: el alcohol, la velocidad y, desde hace unos años, el teléfono móvil. El alcohol se combate con los controles masivos de la Guardia Civil y hemos empezado a dejar de beber. El conductor tiene la sensación de que puede ser parado en cualquier momento para que lo sometan a un control de alcoholemia, de manera que en el 2002 el 5 % de los conductores iban borrachos, y en el 2012, solo el 1,8 %. Los excesos de velocidad se redujeron con los radares: en el 2002 el 6 % de los conductores iban a más de 150 kilómetros por hora, y en el 2012 solo el 0,6 % superaron esa velocidad. Pero apareció el móvil, y eso es más difícil de vigilar. No hay la misma sensación de control. Por eso, además de la sanción hay que buscar que el conductor se autofiscalice, que piense que las consecuencias de usar el móvil las va a tener que asumir él personalmente.

-Explíquelo.

-Tenemos un problema con el móvil. Es una infracción voluntaria. Lo cogemos porque queremos cogerlo. Con el derecho de repetición se apela al comportamiento del conductor. Creemos que tendría más recorrido que la sanción porque apela al autocontrol. La clave es que el conductor sepa que en caso de tener un accidente causado por usar el móvil la aseguradora puede ir contra él. Creo que sería un mensaje de fortaleza.

-Y cada vez se usa más.

-Creo que el teléfono móvil es una enfermedad de todos, una enfermedad social que está en nuestra familia, en nuestros amigos, y que la estamos llevando al coche. Desde un punto de vista social hay que arreglarlo con normas de educación, pero en el coche no podemos tolerarlo. No debe haber debate si realmente vemos que es un grave problema. Y las estadísticas y los guardias civiles de Tráfico nos están diciendo que en uno de cada tres accidentes mortales el móvil aparece como principal causa.

-¿Qué provoca el móvil?

-La conducción requiere un grado de atención tal que hasta el Reglamento General de Circulación establece cómo y en qué posición debemos conducir: con las dos manos en el volante y sin distracciones. El móvil no solo distrae en el manejo manual, sino que también en la conversación hace que pierdas segundos en tus decisiones e información de la carretera. No se puede dedicar ni un segundo al móvil durante la conducción. Nos gusta un lema: «Al volante, con las dos manos».

-La siniestralidad sigue aumentando en toda España.

-Un país no puede soportar eso. No es serio. Llegamos a ser el quinto país con menos siniestralidad, y ahora somos los novenos. Hemos vuelto para atrás. En estos años no se ha tomado ninguna decisión. La gente recuerda el sistema de radares o el carné por puntos, pero eso es de cuando estábamos nosotros en la DGT, de hace 12 años. Si no tomamos ninguna decisión, no vamos a tener ningún resultado. Podemos seguir hablando de 1.800 muertos al año y sin hacer nada, pero no arreglaremos nada.