Alberto Rodríguez: «El humor asturiano es bruto, indiscreto pero con fina ironía»

ASTURIAS

El actor mierense estrena su nuevo programa «Universo Rodríguez» en la TPA

10 oct 2018 . Actualizado a las 08:15 h.

Actor, cómico, doblador, presentador, un todoterreno que afirma que su universo es «una nebulosa muy espesa ahora mismo». Y no es de extrañar, los nervios del mierense Alberto Rodríguez están a flor de piel ya que hoy estrena Universo Rodríguez a las 22.15 en la TPA. Aunque asegura que son nervios buenos, «son los que tenemos que sentir porque si se pierden significaría que hemos perdido el amor hacia la profesión».

- ¿Qué es el Universo Rodríguez? 

- El universo Rodríguez es muchas cosas, los de arriba querían que el programa tuviese un nombre con mi apellido por medio y pensé, pues a lo grande, ni siquiera planeta Rodríguez, un universo, porque engloba muchas cosas.

- ¿Cómo se le ocurrió este proyecto?

- No se me ocurrió a mí solo, fue un trabajo de mucha gente. Puedo estar agradecido porque en televisión siempre me han dejado mucha libertad creativa para trabajar. Pero también estoy rodeado por unos grandes profesionales como son los guionistas del programa, los productores…

- Hoy en día los late shows están muy de moda, ¿es su programa un late con sabor asturiano?

- No sabría decirte, ni siquiera es un late, déjalo en show. A mí me gusta más llamarlo un «game show» porque vamos a jugar mucho, tanto con los invitados como con el público. Eso es lo que más me gusta, que es un programa que va a ser muy cercano a la gente, el público puede apuntarse para venir a verlo y quiero pensar o me gustaría que pasase que la gente desde casa diga, hoy miércoles vamos a sentarnos en el sofá y vamos a pasarlo bien.

- Entonces, si le gusta jugar también con el invitado ¿A quién le gustaría entrevistar si tuviera la posibilidad?

- La verdad que lo que venga vendrá, nosotros tenemos los medios que tenemos. A mí me gusta entrevistar a gente de todo tipo, me gustan más las historias que me tengan que contar que de donde provengan. Creo que la gente de a pie tiene tanto que decir como un alto cargo o un personaje conocido. Así que en el programa habrá de todo.

- Sabemos que es un todoterreno porque no solo hace televisión, ha hecho también cine, teatro, doblaje… ¿cómo consigue compaginarlo?

- Bueno, en esta profesión tienes que ser así. Al final es lo que te llama, desde pequeño a mi me daba por bailar, por hacer el tonto en clase, siempre tuve muy claro que yo quería dedicarme a esto. Puedes ser mejor o peor en algunos ámbitos, pero tienes que saber hacer un poco de todo porque es un mundo muy variable. También tuve mi época de monólogos, porque si algo se pone de moda hay que adaptarse.

- Aún así, hay que hacerle la pregunta obligada, de «Folixa en Folixa», ¿que siente hacia ese programa que le hizo ser tan querido por todos los asturianos?

- Bueno, a mí la folixa siempre me persiguió. Cuando estaba estudiando empecé a poner copas para ganar mi dinero, como te digo este es un mundo difícil y a veces hay que trabajar de otra cosa. De Folixa en Folixa me gustaba mucho porque era un trato directo con la gente, eso daba mucho juego.

- Y eso que dicen por ahí que es poco folixero…

- No soy nada folixero, soy muy tranquilo aunque no lo parezca, pero sí me gustaba hacer el programa porque no teníamos guion, íbamos prácticamente a pelo y nos empapábamos de la fiesta y la gente.

- También guardamos en nuestro recuerdo Terapia de grupo, que traspasó fronteras y los doblajes se hicieron conocidos en otros puntos de España.

- Nosotros nunca pensamos que llegaría a ese alcance, pero sí que es verdad que cuando trabajas el humor intentas que todo el mundo lo comprenda, trabajas con un «asturiano entendible».

- Aún así el humor asturiano tiene sus particularidades, ¿no? ¿Tiene algún parecido con otro humor?

- Yo creo que nuestro humor es muy parecido, por proximidad, al humor gallego. Y aunque parezca mentira veo muchas similitudes con el humor andaluz, al final los dos son brutos, se meten con los defectos físicos de la gente con una fina ironía, que si sobrante unos kilos, ó, uy, adelgazaste, fiu. Ahora lo más particular del humor asturiano es la indiscreción, al final Asturies es un territorio pequeño rodeado de montañas. Puedes subirte al punto más alto del monte a fumarte un porro o a hacer lo que te salga de ahí, pero sin nadie que lo vea, que aparecerá un vecino de tu pueblo preguntándote: coño, ¿qué tal? ¿cómo está tu madre ho? Y al pasar estas cosas también es normal que se estile el humor de corte surrealista.

- ¿Cómo crea ese humor en la era de lo políticamente correcto?

- Yo creo que el humor es como un pellizquín, tiene que doler un poco porque la realidad duele. Es complicado no pasarse o estar en la línea de lo que tu crees que está bien a la hora de crear, aún así debemos de seguir haciendo comedia, de lo contrario estamos perdidos.