La tarifa plana sustituye ya a los peajes en las autopistas de nueve países de Europa

CARLOS PUNZÓN / L. O REDACCION

ASTURIAS

Peaje del Huerna
Peaje del Huerna

Fomento estudia medidas para rebajar peajes mientras se estanca la solución al pago del Huerna en Asturias, que se prolongará hasta el año 2050

15 oct 2018 . Actualizado a las 18:45 h.

El peaje del Huerna, el que grava la autopista A-66, que comunica a Asturias con la meseta, destaca porque su pago es el más prolongado de la historia del país. Abierta a mediados de los 70, el entonces ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos prolongó durante el segundo mandato de Aznar el pago hasta el año 2050. Cuendo termine habrá sido una vía de peaje durante 75 años, algo inédito en el sistema de comunicación del Estado. En la campaña electoral que llevó a Zapatero por primera vez a La Moncloa, el PSOE se comprometió a rescatar ese peaje pero nunca llegó a cumplir su promesa ya que el coste para el Estado de esa iniciativa sería inasumible; se trataría de que el Estado asumiera el pago del conjunto del valor de la infraestructura, además del denominado lucro cesante, es decir lo que la concesionaria dejaría de ganar; un monto que contaría los millones de euros por miles. A finales de septiembre, el secretario general de Infraestructuras, José Javier Izquierdo, se mostró abierto «a explorar otras posibilidades de colaboración tanto con la Junta de Castilla y León como con el Principado de Asturias para abordar otro tipo de bonificaciones cofinanciadas por las tres administraciones»; es decir, que fueran las comunidades las que pagaran nuevas bonificaciones, algo a lo que desde el Principado se han negado tajantemente.

El secretario de Estado señaló que la vía cuanta con algunas bonificaciones, un 30% del precio para vehículos pesados y un 50% para turismos, pero con letra pequeña. El de los usuarios particulares es sólo para los que crucen la autopista hasta 5 veces al mes y además hayan escogido como sistema de pago la tarjeta VIA-T de manera que el cobro reducido se aplica de manera automática. En la práctica, según reconoció la propia Aucalsa, la empresa concesionaria, apenas un tercio de los usuarios se beneficia de este descuento.

Desde Fomento se han planteado la necesidad de estudiar cómo rebajar los precios de los peajes de las autopistas y se han señalado distintos modelos europeos. Nueve países de Europa han implantado ya el sistema de tarifa plana en sus autopistas y autovías, que se pueden recorrer sin límite de viajes a cambio de la adquisición de la llamada viñeta, cuyo precio es mucho más económico que los peajes que tienen que afrontar los conductores en España. En casi todos los países donde es obligatoria su compra existe la posibilidad de adecuarla a la estancia o a los viajes: por días, semanas, meses o un año. 

HUNGRÍA

La más cara. Cuenta con la viñeta más cara de Europa, aunque por 10,78 euros se puede comprar la habilitada para diez días, sin límite de recorridos. Sube a 14,73 para un mes y a 132,45 la anual (en realidad cubre 13 meses). Aunque el coste es elevado, resulta inferior al gasto en peajes de nueve viajes por la AP-9 entre Vigo y A Coruña. El país magiar tiene además viñetas provinciales para los que no salgan de sus demarcaciones. Su precio anual es de solo 15,40 euros. Ser sorprendido sin la pegatina electrónica en el parabrisas del vehículo o llevarla caducada acarrean multas de entre 45,8 y 324 euros.

 MONTENEGRO

La ecológica. El país balcánico ha adoptado la viñeta como un impuesto ecológico tras declararse como «Estado democrático, social y ecológico». Los residentes en Montenegro pagan la tasa cuando matriculan el vehículo, mientras que los extranjeros tienen que abonarla al entrar en el país, a un coste de 10 euros para transportes ligeros.

SUIZA

Vía de financiación. Suiza es uno de los países de Europa con la mayor red de autopistas en relación con su tamaño. La viñeta suiza es de las que más tradición tiene en el continente, y fue adoptada como vía de financiación del mantenimiento de la red. Su precio, dependiendo del valor de la moneda, ronda los 40 euros (ahora 35,04) y es válida entre el 1 de enero de un año y el 31 de enero del siguiente. Los coches con caravana deben de adquirir dos. Se vende en oficinas de correos, gasolineras, aparcamientos y oficinas cantonales de tráfico.

AUSTRIA

Diversidad. Las viñetas austríacas se venden en las gasolineras de los países vecinos y es obligatorio contar con ella al cruzar la frontera. También los estancos del país la comercializan. O se puede adquirir por Internet, pero como máximo 18 días antes de utilizarla. Hay viñetas para autopistas y para autovías. Las controlan cámaras a lo largo del recorrido y los gestores de los viales. Su precio oscila entre 26,20 euros para dos meses y 87,30 para un año. ¡Ojo!, hay peajes clásicos también en algunas carreteras alpinas y túneles.

ESLOVENIA

Altas multas. El precio de la tarifa plana eslovena varía en función de la altura de los ejes del vehículo. Para siete días cuesta 15 euros para un vehículo ligero tradicional, 30 para un mes y 110 la anual. Las multas por no portarla van de 300 a 800 euros.

RUMANÍA

La más barata. Utilizar las autopistas rumanas cuesta en el equivalente a peajes solo 3 euros para siete días y sube a 7 para un mes. La viñeta anual tan solo vale 28 euros, ocho más que la tarifa de Audasa para transitar entre Ferrol y Tui. Eso sí, hay pasos, como puentes, que aún cuentan con peajes clásicos.

BULGARIA

Casi todo con viñeta. Solo las circunvalaciones, enlaces y calles urbanas están exentas de portar la viñeta. Según el peso del vehículo, el coste de la viñeta es de 8 euros para estancias de siete días, de 15 para un mes y de 50 para todo el año. El puente sobre el río Danubio tiene su propio peaje. Si le sorprenden sin la viñeta, la multa es de 250 euros.

REPÚBLICA CHECA

Para mejorar la red. El país moderniza su red viaria con las viñetas electrónicas, entre otras fuentes de financiación. Para viajes cortos la viñeta de diez días cuesta 11,47 euros, sube a 16,28 para un mes y a 55,51 la anual, cuya vigencia es de 14 meses.

 ESLOVAQUIA

Desde el 2016. Ha sido uno de los últimos países en incorporar la tarifa plana mediante la viñeta electrónica. Independientemente de cuándo se compre, la tarifa anual vence el 31 de enero del año siguiente y su precio es de 50 euros. Para un mes cuesta 14 euros y uno al día para la modalidad de diez días, la tarifa plana recomendada para turistas.

Cataluña planea adoptar en el 2019 la viñeta y recaudar 1.000 millones al año

La Generalitat de Cataluña ya ha planteado al Ministerio de Fomento la eliminación de todas las barreras de pago físicas aprovechando el fin de la concesión de la autopista AP-7 el año que viene y de otras cuatro concesiones más en el 2021. Pero el Gobierno catalán no pretende que pasen a ser gratuitas una vez se desmonten los puestos de peaje. En un informe remitido al Gobierno central, el Ejecutivo autonómico señala su intención de implantar la tarifa plana mediante viñeta electrónica en todas las carreteras de alta capacidad, ya sea titular la Generalitat o la Administración central.

El estudio económico de tal medida señala que la recaudación que se obtendría se acercaría a los 1.000 millones de euros anuales, además de ahorrar otros 700 millones en peajes en sombra y en vías gratuitas. El Gobierno catalán tendría que tener, además del visto bueno de Fomento, pues parte de las infraestructuras son de su titularidad, la aprobación de las empresas que explotan las autopistas en la comunidad, pues podrían aducir el actual contrato como única exigencia legal en su concesión.

El departamento de Territorio y Sostenibilidad mantiene que la viñeta es el sistema que menos discriminaciones genera, pues no focaliza en determinados puntos el peso de los peajes, sino que todos los automovilistas que utilicen vías de alta capacidad pagarían la misma cantidad, independientemente de dónde se resida.

La Generalitat prevé un precio anual de la viñeta de entre 60 y 80 euros más IVA, importe que se les devolvería a los conductores que acrediten haber circulado con sus vehículos menos de 3.000 kilómetros al año y no haber sido detectados por los lectores de matrículas que controlarían la vigencia de las viñetas y su caducidad.