La empresa gestora de infraestructuras se convirtió en el accionista mayoritario de Itínere, la empresa matriz de Aucalsa
18 oct 2018 . Actualizado a las 13:45 h.Aucalsa, la concesionaria de la autopista del Huerna cambia de manos, al menos en la cúspide. Itínere, compañía matriz de la empresa que opera en la principal vía de conexión entre Asturias y la meseta, registró ayer el sexto cambio de accionista mayoritario desde que en 1973 fue adjudicada la construcción y gestión del vial a un grupo de entidades financieras españolas.
Globalvia, empresa gestora de infraestructuras presente en ocho países, ejecutó ayer el acuerdo de compra suscrito en julio para convertirse en accionista de referencia en Itínere con el 55,6 % del capital. Pero el pacto se cumplió ayer solo en parte, lo suficiente para hacer a Globalvia accionista mayoritaria con el 40,11 %, pero sin llegar a conseguir el mando en el grupo empresarial, como pretendía.
n la cita ante notario llevada a cabo en la mañana de ayer en Madrid, los representantes de Abanca (poseía el 23,81 % de las acciones) y de Kutxabank (tenía el 16,30 %) formalizaron la venta de sus participaciones, pero no lo hizo la constructora Sacyr, que había firmado también el 27 de julio el triple acuerdo de venta. La firma española se declaró ayer imposibilitada legalmente para enajenar su 15,51 %.
Fuentes de Sacyr indicaron que sus representantes legales recordaron que el Tribunal de Arbitraje de Madrid dictó el mes pasado una orden cautelar que le impide vender sus participaciones a Globalvia a instancias de Corsair Capital, el fondo de inversiones norteamericano hasta ahora accionista mayoritario (38 %) y que junto con el fondo de pensionesholandés APG pretendía hacerse con la práctica totalidad del capital de Itínere, empezando por las acciones de Sacyr. En sentido contrario, la misma constructora es objeto de otra orden judicial cautelar instada por Globalvia para que no pueda vender a Corsair, al entender que el grupo de capital riesgo americano no ejecutó el derecho de tanteo sobre su oferta, sino que solo planteó comprar a uno de los tres socios españoles que dieron en verano su visto bueno a vender. Globalvia advierte a Sacyr que llevará su incumplimiento del compromiso de venta a los tribunales, además de exigirle 100 millones de euros de penalización, estipulada en el preacuerdo de julio para cualquiera de los tres socios que no ejecutase finalmente dicho pacto.
Sacyr mantiene que ha «cumplido sus obligaciones legales y contractuales y que no tiene que afrontar ninguna indemnización por supuesto incumplimiento del contrato». Añade la constructora que, una vez que se levanten las medidas cautelares, sus órganos colegiados decidirán sobre la venta de sus acciones en Itínere, operación que persigue desde hace años.
La venta queda pendiente de un pleito que durará 2 o 3 años
La venta formalizada ayer lleva aparejado un nuevo proceso judicial que se une a los siete en los que están inmersos Itínere y la AP-9. Fuentes de la operación advierten que el pleito anunciado por Globalvia contra Sacyr para dirimir la venta de sus acciones no se resolverá hasta dentro de dos o tres años, dada la complejidad de las ofertas cruzadas, las denuncias, contenciosos y arbitrajes ya iniciados y la cantidad de empresas y alianzas en juego.
Además, aunque Globalvia sea el accionista mayoritario, Corsair sigue dominando el consejo de administración de Itínere, donde cuenta con mayoría absoluta, gracias a un acuerdo con Kutxabank, que sin embargo interpuso hace un año una petición de arbitraje para disolver la alianza que había establecido con el fondo de inversiones norteamericano.
Corsair, que en septiembre anunció que cedía su posición de liderazgo en Itínere al fondo de pensiones holandés APG, encabeza a su vez un fondo participado por siete sociedades de capital riesgo de países como Canadá, Emiratos Árabes, Singapur, Australia y Estados Unidos. Y si internacional es la huella financiera que encabezan Corsair y APG, no lo es menor la de Globalvia. Creada por FCC y Bankia en el 2007, está desde el 2016 en manos de los fondos de pensiones OPTrust (Canadá), PGGM (Holanda) y USS (Reino Unido). Con Abanca y Kutxa fuera, Itínere queda vinculada accionarialmente a quince empresas.
Y mientras Sacyr espera a que le levanten las dos cautelares que le impiden vender sus acciones, Liberbank, la otra entidad financiera presente en Itínere, reiteró ayer su decisión de venta del 5,80 % de sus acciones a favor de Corsair, ya acordada en marzo del 2017. Liberbank reitera que se atiene a ese acuerdo, aunque reconoce que queda a la expectativa de las decisiones judiciales que se vayan produciendo.