El exsindicalista ha pedido la nulidad de las actuaciones al estimar que el tribunal de la Audiencia incurrió en un quebrantamiento de forma
30 oct 2018 . Actualizado a las 16:54 h.El ex secretario general del SOMA-UGT, José Ángel Fernández Villa, ha recurrido ante el Tribunal Supremo su condena a tres años de prisión por un delito de apropiación indebida de los fondos del sindicato minero y ha pedido la nulidad de las actuaciones.
La Audiencia Provincial de Oviedo también condenó el pasado mes de septiembre al que fuera dirigente del sindicato durante más de 35 años a pagar al SOMA-UGT una indemnización de 431.330 euros en concepto de daños y perjuicios, así como el pago de una multa de otros 24.000 euros.
La abogada de Fernández Villa, Ana García Boto, solicita ante el Supremo la nulidad de las actuaciones al estimar que el tribunal de la Audiencia incurrió en un quebrantamiento de forma por denegar a la defensa la realización de preguntas que consideraba fundamentales.
La defensa ya manifestó su protesta durante la vista oral por la declaración de improcedencia de muchas de las preguntas que pretendía formular.
La letrada mantiene también que la sentencia de la Audiencia incurre en un error en la apreciación de la prueba y en la existencia de infracción de ley.
El juicio contra el ex líder sindical, de 75 años, quedó visto para sentencia el pasado 25 de julio y la Fiscalía mantuvo su petición de cinco años, mientras que la acusación particular, ejercida por el letrado Miguel García-Vigil, en nombre del sindicato, elevó su petición a seis años de cárcel y la defensa interesó la absolución.
La Audiencia de Oviedo declaró probado que Fernández Villa se apropió entre los años 1989 y 2012 de un total de 434.158 euros en perjuicio del sindicato aprovechando su posición «jerárquica» sobre el resto de trabajadores.
Según el relato del tribunal de la Sección Tercera, las órdenes de Villa eran acatadas sin ser puestas en duda, porque «no discutían sus decisiones o simples deseos», aprobando incluso su gestión, «algunos, tal vez, por desconocimiento».
Entre otros fondos, Villa se apropió, según la sentencia, de más de 234.000 euros procedentes de las dietas que la empresa Hunosa pagaba mediante cheques a los miembros del sindicato por la asistencia al comité intercentros y que el ex líder sindical cobraba para quedarse con los importes.
Asimismo, entre los años 2001 y 2002, Villa cobró diversas cantidades al margen del kilometraje y las dietas que le correspondían por su cargo como secretario general por un importe total de 417.394 euros.
A estas cantidades se añadían, según los magistrados, los gastos derivados de comidas en restaurantes y la adquisición, entre otros, de puros, flores, sombreros, productos dietéticos y farmacéuticos, ropa, libros, perfumes, discos y películas que cargaba a la cuenta del sindicato.
Villa está pendiente aún de ser juzgado en otro proceso en la denominada «Operación Hulla», por el supuesto desvío de fondos en la construcción de un geriátrico del Montepío de la Minería en la localidad asturiana de Felechosa.
El ex secretario general del SOMA-UGT compartió el banquillo de los acusados con el exsecretario general de la Fundación Infide, dependiente del SOMA-UGT, Pedro Castillejo, considerado como su hombre de confianza.
Castillejo fue condenado a dos años de prisión por un delito continuado de apropiación indebida y al pago de 114.954 euros, en una sentencia que también recurrió ante el Tribunal Supremo el pasado mes de septiembre.
El abogado Alfredo García, que defendió a Castillejo, basó el recurso de casación en la posible infracción de ley y quebrantamiento de forma.