Galicia no negociará despidos en Alcoa

F. Fernández LA VOZ

ASTURIAS

La multinacional estadounidense quiere cerrar una fábrica que lleva 57 años abierta y despedir a sus 369 operarios
La multinacional estadounidense quiere cerrar una fábrica que lleva 57 años abierta y despedir a sus 369 operarios MARCOS MIGUEZ

El comité de empresa de la fábrica de A Coruña avisa de que no va a sentarse con la multinacional porque el expediente es nulo. El de Avilés no ha decidido qué hará

03 nov 2018 . Actualizado a las 12:52 h.

La fábrica de aluminio primario de A Coruña, condenada al cierre por Alcoa, está situada casi enfrente del mayor centro comercial de Galicia, Marineda City. Ambas instalaciones están separadas por la avenida de Arteixo, una suerte de autovía que conecta la ciudad herculina con uno de los grandes polos industriales de la comunidad, Arteixo, cuna de Inditex. Por eso, el vial registra un tráfico incesante. Alcoa, antes Inespal, es uno de los habitantes más antiguos del polígono de A Grela. Pero la multinacional estadounidense quiere borrar de un plumazo sus 57 años de historia y dejar en la calle a los 369 empleados que quedan, tras adelgazar poco a poco la plantilla y la producción.

Muchos de los conductores que iban y venían por la arteria de comunicación este viernes pasadas las 14.30 horas hacían sonar el claxon. Algunos sacaban el brazo por la ventana y levantaban el dedo pulgar. Muestras de apoyo a los trabajadores, que han montado una especie de campamento permanente a las puertas de la fábrica desde que hace tres semanas conocieron la sentencia a la que los quiere condenar la dirección. La amenaza ha resucitado el viejo lema antiimperialista «Yankees go home», que se puede leer encima de una contundente declaración de intenciones: «Alcoa no se cierra».

Tras prender fuego a neumáticos amontonados, que ennegrecieron el cielo de A Grela, los trabajadores se concentraron de nuevo para demostrar que no se cansan, que son duros de pelar: «Estamos vacinados, levamos moitos anos nesta situación», bajo amenaza, reconoce Juan Carlos López Corbacho, presidente del comité de empresa. Con mirada desafiante, avanza que seguirán dando plantón sindical a la compañía y que no se sentarán con ella a negociar el despido colectivo, ya que consideran nulo el expediente. Los representantes sindicales de la planta gallega exigen que se produzcan dos negociaciones paralelas, una con ellos y otra con el comité de Avilés, ya que se trata de dos centros de trabajo diferentes. Corbacho aclara que hasta que no se pronuncien las autoridades laborales, ante las que han denunciado la situación, no acudirán a la cita con la dirección, prevista para el martes en Madrid. El comité de Avilés todavía no ha decidido qué hará.

Los comités de ambas plantas dieron plantón a Alcoa el miércoles pasado en la que tenía que haber sido la primera reunión para negociar los despidos e iniciaría la cuenta atrás para el cierre, previsto por la compañía para diciembre. Para la empresa, el período de consultas con los sindicatos ha comenzado y, por tanto, también el tiempo de descuento. «Pero pode dicir misa, o que diga a empresa é para nós papel mollado», afirma el sindicalista.  

Compra con plan industrial

López Corbacho frunce el ceño cuando le preguntan por los posibles candidatos a comprar las fábricas. No le gustan las especulaciones: «Hai que falar con papeis e con feitos, porque están xogando co sustento de moitas familias, hai moito sufrimento detrás». En todo caso, si hay compradores, mejor, pero «se presentan unha oferta, terán que facelo cun plan industrial» que garantice el futuro de la fábrica, advierte.

La ministra de Industria, Reyes Maroto, aseguró que había contactos con varios candidatos.