La joven artista argentina Amalia Ulman retrata en esta red social realidades ficticias con las que ha cosechado un gran número de seguidores
17 dic 2020 . Actualizado a las 09:24 h.Jugar con las apariencias mediante la creación de una narrativa ficticia a través de imágenes en Instagram. Así se podría definir el trabajo que realiza la joven artista argentina, con pasado asturiano, Amalia Ulman, y que le ha servido para granjearse una gran popularidad en esta red social. Una serie de publicaciones que sirvieron para que algunos de estos proyectos fuesen expuestos en galerías de arte de la talla de la Tate Modern, en Londres, y abrieran el debate de si Instagram debería o no entrar en los museos.
Durante su adolescencia en Gijón, esta veinteañera buceaba en Internet para descubrir personas cuyo perfil no hallaba en la vida real. A partir de esa experiencia, Ulman comenzó a crear relatos ficticios a través de imágenes en los que jugaba con las apariencias, convirtiéndose en la protagonista de una historia que, por ser inventada, no dejaba de ser una forma de crítica social. Dentro del conjunto de relatos de este corte, su creación más célebre es Excellences and Perfections, una serie de imágenes en Instagram en las que narraba una historia que no era suya, aunque ella se erigiera como protagonista, según recoge El País.
Mediante estas fotografías, la artista argentina narraba la vida de una joven que buscaba salir adelante en Los Ángeles. Entre las vivencias que experimentaba, Ulman rompía con su novio, acababa inyectándose bótox en la cara, se drogaba, se realizaba una operación estética, sufría una crisis nerviosa, y tras caer en el abismo, volvía a levantar el vuelo. De forma simple, a través de etiquetas y con imágenes acordes a los que uno podía encontrar en cualquier perfil de una veinteañera, la joven argentina fue capaz de congregar a una numerosa audiencia que seguía el devenir de la historia.
La naturaleza ficticia de sus historias, así como el contenido que denunciaba, dio lugar a que fuese atacada por numerosos «trolls», aunque sus seguidores se mantienen fieles a la artista. Sus publicaciones pueden verse como una suerte de fake news, concepto sobre el cual la propia artista realizó un trabajo durante la campaña electoral estadounidense de 2016, llamado Privilege, en el que caracterizaba como una mujer embarazada en una gris oficina. La polémica surgida en torno a esta obra, en la que mezclaba disciplinas como la performance y el vídeo-arte, se debió al «uso su cuerpo como medio de protesta», según explicó la artista a El País. La propia Ulman criticó esta actitud, haciendo referencia a la cuestión del aborto en Argentina.
La joven argentina es la propia protagonista de sus trabajos, emulando de esta forma a otras artistas de la imagen que posan en sus propias obras. Convertida en un símbolo artístico, Ulman explora nuevas ideas con las que forjar impactantes narrativas, gracias al afán de creación que despertó su época adolescente en Gijón.