«Hemos tenido muchos años de viernes negros, ahora tocan viernes de alegrías»

ASTURIAS

Álvarez ha estado esta semana en Lugo para apoyar a la exdelegada de UGT en Sargadelos
Álvarez ha estado esta semana en Lugo para apoyar a la exdelegada de UGT en Sargadelos Carlos Castro

Pepe Álvarez, secretario general de UGT, demanda del Ejecutivo medidas para frenar el intento de Alcoa de cerrar las plantas de A Coruña y Avilés

25 nov 2018 . Actualizado a las 10:04 h.

Pepe Álvarez, secretario general de UGT, habla de Alcoa, de la derogación de la reforma laboral del anterior Gobierno y del actual, al que le envió un aviso: si no hay respuesta a las demandas sindicales, en un plazo breve, «empezaremos a movilizarnos».  

-¿Cómo valora lo que está ocurriendo en Alcoa?

-Nosotros creemos que no hay motivos para estos cierres ni para la salida de Alcoa de España. Las razones que ha planteado no son razones. La empresa ni siquiera ha invertido en las fábricas las ayudas que ha recibido. Lo que ha ocurrido con Alcoa es como lo de Sargadelos y como lo de Cemex y tiene que ver con haber eliminado la necesidad de la autorización administrativa previa para proceder a la extinción de contratos. Los EREs antes de la reforma laboral no se podían hacer sin ella. Si todavía estuviera en vigor, estaríamos ahora en una mesa con la Administración y con la empresa demostrando fehacientemente cuál es la situación y el porqué. Para la UGT sería imprescindible que el Gobierno, si puede en el próximo Consejo de Ministros, mejor que en el siguiente, derogue la reforma del PP y restaure la autorización administrativa previa como elemento clave para hacer frente, con instrumentos que tienen otros países, a estas agresiones.

-¿Podría aplicarse con efectos retroactivos?

-Me va a permitir que no conteste taxativamente, porque creo que no nos conviene contestar un sí y un no. Si lo hubieran hecho hace 15 días estaríamos en mejores condiciones para negociar con Alcoa. En estos momentos lo que se impone es la retirada del expediente por parte de la empresa o alargar el proceso de negociación. Es en ese punto en el que estamos, que en lugar de que el proceso de consultas caduque el 21, se abra uno nuevo que permita, en un tiempo razonable, encontrar una solución industrial para el mantenimiento de los puestos de trabajo. Lo que es evidente es que las multinacionales en nuestro país tienen que tener unas responsabilidades sociales en el entorno. Es necesario poner coto a estas situaciones y esto quiere decir que, en el tema de las subvenciones, hay que abrir la participación a los comités de empresa y a las organizaciones sindicales, de tal manera que sepamos si las subvenciones sirven para la finalidad que se han concedido.

-De sus palabras se deduce que la derogación de la reforma laboral debería ser inmediata.

-Creo que debería ser inmediata. Nosotros se lo hemos planteado al Gobierno. No hay que derogarla toda en un día. Hemos tenido viernes negros durante unos cuantos años de la crisis. Ahora toca, y no nos viene mal, tener viernes de alegría durante otros cuantos años de recuperación económica.

-¿Cuáles serían las prioridades?

-En estos momentos, la primera, restaurar la autorización administrativa previa para los expedientes colectivos. Prioridades son todas, pero desde junio, en nuestro país y no se sabe muy bien por qué, hay un paquete de empresas que quieren generar una incertidumbre y lo hacen sin opción de negociación. Animo al Consejo de Ministros, si puede ser el viernes que viene, a que nos sorprenda con esta medida.

-¿Y el segundo viernes?

-Habría que hablar de temporalidad, de convenios colectivos, de brecha salarial ..... Hay que restaurar el principio de que un contrato obedezca a la naturaleza de lo que se va a realizar. Tenemos que garantizar que los contratados en fraude de ley que denuncian no sean puestos en la calle con cuatro euros. Planteamos que su despido sea considerado nulo y que se les garantice dos años de trabajo en esa empresa. Todas estas medidas se pueden tomar en un viernes o en varios. Hay un compromiso de los partidos que dieron soporte a la moción de censura.

«Hay que tomar medidas con el comercio electrónico antes de que sea tarde»

El secretario general de UGT está implicado en las nuevas tecnologías. Mantiene un blog en el que vuelca opiniones sobre cuestiones de actualidad. Ha sido crítico con Black Friday.

-¿Qué opina de esa celebración?

-Creo que estamos ante un fenómeno que hay que regular porque nos jugamos el centro de nuestras ciudades y una manera de vivir. La tecnología no puede decidir cómo queremos vivir. No se trata de prohibir, pero si de que la manera de acceder a los clientes tenga, al menos desde el punto de vista impositivo, una cierta homogeneidad. Hay que empezar a trabajar el comercio por Internet antes de que sea demasiado tarde y nos encontremos los centros de la ciudades desiertos y miles de puestos de trabajo destruidos. Hoy se pone más de manifiesto la propuesta de UGT de que la robótica pague impuestos para mantener la Seguridad Social para la jubilación de las personas.

-Los periódicos van a cobrar por los contenidos en Internet. ¿Qué opina?

-Es absolutamente imprescindible. Nadie puede pensar que va a tener acceso a noticias contrastadas y que tengan un valor, de forma gratuita. Es razonable que los costes que esto representa se trasladen al lector. El hecho de que se pague es un elemento importante para saber cúal es la línea editorial y si la noticia cumple unos parámetros deontológicos. -¿Sus propuestas buscan recuperar la confianza en los sindicatos? -Lo hacemos porque forma parte de nuestras obligaciones y porque queremos contribuir a que España sea un país equilibrado y con relaciones laborales dignas. Estoy aquí porque quiero que se vea de manera clara nuestro compromiso con el empleo, con los derechos de los trabajadores y con la acción sindical. Hablar claro nos va a ayudar a acercarnos a una parte de los trabajadores que están en empresas en las que no hay sindicatos. De momento, no ha habido ningún sindicalista que haya sido condenado.

-¿No tendrían que reinventarse?

-Los reinventamos cada día. Los cambios son brutales, y estamos entrado en ellos con menos medios de los que deberíamos tener. De los casi 100 millones de euros que recaudamos en cuotas, 40 los dedicamos a actividades generales, no de nuestros afiliados. En ningún país de Europa las negociaciones que llegan a todo el mundo van a cargo de las cuotas sindicales. Hay una factura que tendría que pagar el Estado y que no son subvenciones.

«Si el Gobierno no empieza a dar respuestas, habrá movilizaciones»

-La OCDE acaba de recomendar a España que concentre más gasto social en las rentas bajas.

-Compartimos el informe solo en algunos aspectos. En este tendríamos que definir qué son las rentas bajas para ver si estamos de acuerdo. En nuestro país las rentas bajas, medias y las medias bajas tienen que tener pleno soporte. Me refiero a salud, a educación, a servicios sociales, y ese es el camino en el que estamos trabajando con el Gobierno. Me parece positivo que se reconozca que en España hay un déficit de políticas sociales.

-¿Y, respecto del salario mínimo?

-Me parece importante que la OCDE haya dicho claramente que la subida del SMI, lejos de destruir empleo, lo crea. Los agoreros van a tener que dar explicaciones a este país porque la subida va a generar más masa económica, más consumo.

-¿Cómo son las relaciones con el Gobierno?

-No valoro la interlocución, sino los resultados. Interlocución había con el anterior y con el actual, más. Pero si en un plazo breve no empezamos a ver respuestas y a tener viernes de gloria, que tengan claro que no va a pasar mucho tiempo antes de que las organizaciones sociales empecemos a