El auge de los estos vehículos llega a las ciudades a falta de una normativa que regule su uso. El presidente de la FACC explica que «si el control recae sobre los municipios, debemos tener un listado»
10 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La rápida expansión de los patinetes eléctricos en las ciudades asturianas ha dejado al descubierto una laguna legal en la identificación y el control de este tipo de vehículos. En ausencia de una normativa autonómica, nacional, o europea, correspondería a los ayuntamientos la realización de censos y de ordenanzas para regular su uso. En esta tesitura, los concejos asturianos tienen a su alcance la creación de un padrón municipal. «Si recae sobre los municipios el control, tenemos que tener un listado que nos permita identificarlos», explica el presidente de la Federación Asturiana de Concejos (FACC), Ignacio García Palacios.
En el registro municipal aparecerían los datos del propietario, así como las características del vehículo (potencia, modelo…) para que los municipios puedan tener toda la flota identificada. Funcionaría de forma similar al censo de animales potencialmente peligrosos, «que no exige el pago de tasa alguna, pero sí actúa a modo de control del ayuntamiento», matiza Palacios que aunque deja claro que hoy por hoy «se trata solo de una hipótesis», insiste en que en el caso de que tengan que regular su uso los concejos, «hay que tener un padrón». De hecho, formaría parte de la ordenanza municipal que, aunque aún no hay nada concreto, regularía aspectos como la velocidad a la que deben circular; delimitaría la zona permitida para su circulación; matizaría si pueden llevar bultos o no, si un mismo vehículo puede transportar una o dos personas o, incluso, si está permitido o no que viajen menores.
En Asturias aún no existe una normativa. En cualquier caso, cada día surgen nuevas dudas sobre quién debe controlarlos y cuál debe ser su código de circulación. Y es que, tal y como indica Palacios, «el tema competencial que es primordial no está dilucidado». El propio ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, añadía hace solo unos días aún más incertidumbre tras plantear la urgencia de que estos vehículos cuenten con un seguro de responsabilidad civil para responder ante terceros sin aclarar a quién corresponde la obligación de exigirlo. De hecho, hace apenas una semana se conocía la noticia de la primera víctima, una mujer de 90 años, atropellada en agosto por un patinete eléctrico en Cataluña. De momento, todo apunta a que la DGT no tiene previsto incluirlo como tal en la reforma de la ley de seguridad vial, y aunque desde Bruselas están trabajando en una nueva directiva de seguros, lo cierto es que no hay fecha para conocer el documento.
De nuevo ese vacío legal coloca en la diana a los Ayuntamientos que serían quienes deberían regularlo a través de una ordenanza. Y este escenario, ya han aparecido compañías de seguro que ofertan pólizas para los propietarios de estos vehículos. Hoy en día se pueden encontrar seguros de responsabilidad civil desde 25 euros al año dependiendo del modelo del patinete, y a todo riesgo a partir de 55 euros. Aunque pueda parecer una tarea sencilla no lo es. Y es que los expertos señalan que para contar con un seguro los patinetes eléctricos deberían de cumplir una serie de requisitos para que fueran totalmente identificables tal y como ocurre con otros vehículos que cuentan con un número de bastidor o matrícula.