Casado guiña el ojo a pactos con toda la derecha para cerrar en Asturias su «reconquista al revés»

ASTURIAS

El presidente del PP presentó en Oviedo a sus candidata a los comicios autonómicos, Teresa Mallada, y a la alcaldía de Oviedo, Alfredo Canteli

11 ene 2019 . Actualizado a las 18:12 h.

El pacto cerrado a dos bandas en Andalucía, a un lado con Ciudadanos y a otro con Vox, aunque ambos dos renieguen del tercer compañero, fue planteado por el presidente nacional del PP, Pablo Casado, como modelo para un futuro gobierno de Asturias en el que, sin llegar a mencionarlo explícitamente también cuenta con Foro. Con todos los partidos «con los que compartimos principios políticos, esos votos hay que canalizarlos», señaló Casado destacando que el PP debería «arbitrar» por ser la formación «hegemónica del centro derecha liberal conservador». Para ello puso de ejemplo el acuerdo logrado en Andalucía «donde pusimos a los nuevos a sentarse a negociar» de forma que sirva para que en Asturias «terminemos la reconquista al revés del PP», del sur al norte.

Lo dijo Casado en la presentación de los recién elegidos como cabezas de cartel para la candidatura autonómica, con la selección de Teresa Mallada, y para la capital en Oviedo, con la elección de Alfredo Canteli; no sin alguna tensión con la dirección autonómica después de que se desplazara a su presidenta Mercedes Fernández. Cherines, que acompañó a Casado a su llegada al lugar del acto, el hotel de la Reconquista de Oviedo, aguantó el tirón con una sonrisa algo congelada y aplausos algo a cámara lenta en la mayor parte de las intervenciones. Pese a todo recibió el respaldo público del líder nacional para que continuara al frente de su cargo orgánico y las primeras palabras de Casado fueron para agradecerle sus trabajo y entrega en el partido y que siempre hubiera «antepuesto los intereses de sus paisanos a los propios».

El Salón Covadonga quedó abarrotado de afliados y simpatizantes que querían ver de cerca al nuevo líder del partido. El estilo de Casado, que gusta de recuperar las poses más cañeras del aznarismo, convence y entusiasma a los militantes en tiempos de división inédita del electorado conservador. Por eso eso los mensajes en clave electoral del presidente se dirigieron a reivindicar un acuerdo de gobierno como el de Andalucía en el que han tenido cabida desde Ciudadanos a la extrema derecha y buena medida, pensando en la particularidad de que en Asturias hay una escisión consolidada en Foro, también se interpretaron las elecciones de Mallada y Canteli para las candidaturas de mayo.

«En el PP tenemos que estar cosiendo y podemos pactar a un lado y otro» insistió Casado quien reivindicó su acuerdo con Vox preguntándose retóricamente «¿qué tiene de malo bajar impuestos, defender a las familias o suprimir chiringuitos». Y además lamentó que en el pasado no hubieran podido hacer lo mismo y tener que ir «con una mano atada a la espalda» defiendo el gobierno de la lista más votada «y ellos pactando acuerdos que no nos dejaban hacer a nosotros». Aunque lo cierto es que la tesis de la lista más votada fue lanzada, defendida y autoimpuesta si llegara a serlo únicamente por el PP.

Casado justificó además los acuerdos extensos del espectro ideológico conservador porque, a su jucio, enfrente «la alternativa para Asturias es el frente popular del comunismo más rancio, el socialismo fracasado y el nacionalismo». Muchas de las intervenciones más jaleadas de Casado fueron las que pintaban una España desgarrada por las cesiones del Gobierno socialista al independentismo catalán «a los batasunos y los podemitas» con los que Pedro Sánchez va a pactar los presupuestos y con presos «por dar un golpe de Estado» que desde la cárcel «dicen que hay qe hacer lo que sea para que no caiga Sánchez».

Además de los acuerdos para formar mayorías conservadoras, Casado se refirió la necesidad de que Asturias ponga en marcha medidas defendidas en su programa, aunque su conocimiento del Principado tuvo momentos pintorescos. Se refirió hasta en dos ocasiones al concejo de origen de Teresa Mallada como «Áller», acentuado en la 'a' y, si bien reivindicó la necesidad de una política industrial en la que estén presentes asuntos como «las electrointensivas, Alcoa o el desplome del motor, que lo sufrirá Arcelor» también mencionó que era preciso recuperar la autopista del mar (que llevaba ferris de Gijón a Nantes) «para el carbón de importación». 

Por su parte, Teresa Mallada, señaló que acudirá a la cita electoral con el objetivo de «devolver la ilusión a Asturias» y de situarla nuevamente entre las regiones «de referencia en España». Durante su intervención en la presentación de las candidaturas del PP al Principado y a la alcaldía de Oviedo, Mallada ha asegurado que el proyecto de los populares es el «único que mejorará Asturias para los que residen aquí, la hará atractiva para los de fuera, y le dejará debidamente preparada para las generaciones venideras», según recogió EFE.

La candidata ha agradecido la confianza del partido para liderar a la formación en unas elecciones que aventurado como «complicadas». Sin embargo, ha mostrado su confianza en que, con la «esencia, profesionalidad y saber hacer» del PP, conseguirá que Asturias vuelva a ser una referencia a nivel nacional apelando a la «ilusión», las «ganas de mejorar» y el «diálogo como herramienta de trabajo» como sus señas de identidad para afrontar este nuevo reto.

Alfredo Canteli, se mostró convencido de que conseguirá sacar mayoría absoluta en las elecciones del mes de mayo y que será capaz de ilusionar a la ciudad y sus vecinos frente a las políticas de un tripartito que han convertido a la capital asturiana en una «ciudad triste».

«Vete reservando hotel y billete», le ha dicho Canteli después de que el líder popular se comprometiese, al afirmar con la cabeza, a acudir a su toma de posesión como alcalde si consigue esa mayoría absoluta, como la que consiguió Gabino de Lorenzo en repetidas ocasiones

Canteli ha asegurado que «los nuevos aires del PP» han sido fundamentales para que se decidiese a aceptar la propuesta de Casado para encabezar la lista municipal, eso y su deseo de devolver a la capital algo de lo que le ha dado desde que a los 18 años se instaló en Oviedo.

«Que nadie se equivoque. No soy político ni pretendo serlo. Solo quiero ser un gestor bueno de la empresa más importante de Oviedo y que sus vecinos se sientan orgullos de su ciudad», ha afirmado Canteli, que ha dicho que frente al «Oviedo triste» que se ve hoy quiere una ciudad pujante donde haya inversiones, infraestructuras, inversiones y que cree riqueza y puestos de trabajo, con unas fiestas que estén a la altura o un plan estratégico que impulse el comercio.

Ha afirmado que acude a estas elecciones con una gran ilusión y que ésta «ya se respira por las calles» desde que se anunció su candidatura para poder conseguir un «Oviedo mejor y diferente».