¿Es el colágeno un timo?

Carolina García REDACCIÓN

ASTURIAS

El colágeno bebible y los suplementos de esta molécula se pueden adquirir en algunas farmacias
El colágeno bebible y los suplementos de esta molécula se pueden adquirir en algunas farmacias

Farmacéuticos y dermatólogos explican las ventajas y desventajas del producto de moda entre las famosas que ya ha llegado a Asturias

14 ene 2019 . Actualizado a las 20:55 h.

Es algo natural. A partir de una cierta edad la piel pierde firmeza y aparecen las primeras arrugas y con el paso del tiempo nuestras articulaciones comienzan a sufrir los primeros síntomas de desgaste. Forma parte de nuestro proceso de envejecimiento. Llega más tarde o más temprano. Es señal de que pasan los años y de que nuestro organismo envejece. A partir de los 30 años es el punto de inflexión y los expertos recomiendan comenzar a cuidarnos. No hay marcha atrás. Nuestro organismo empieza a perder colágeno, la proteína más abundante en nuestro organismo. No solo está presente en nuestra piel (para hacernos una idea actúa a modo de andamiaje que da consistencia), sino que además la tenemos en nuestros huesos, músculos, ligamentos y cartílagos. ¿La solución sería ingerir colágeno y combatir así los efectos del paso del tiempo? ¿Es un timo o es realmente eficaz? Realidad o ficción, lo cierto es que está de moda entre las más famosas que hacen gala de su efecto «milagro».

Hay todo tipo de opiniones entre los profesionales. Desde voces más críticas que cargan contra estos tipos de suplementos, hasta otras que matizan que siempre bajo la supervisión de un profesional y analizando cada caso, reporta beneficios. Así lo demuestra, al menos, el hecho de que son muchos los que tras un primer contacto con los preparados de colágeno, mejoran su dolencia y repiten. En una comunidad como Asturias donde, explican, muchas personas sufren dolores en sus articulaciones, los suplementos de colágeno ganan cada vez más adeptos. Mar Menéndez-Castañedo, farmacéutica y vocal de Alimentación del Colegio de Farmacéuticos de Asturias, explica que ante un dolor o molestia, en muchos casos, tomar un sobre de colágeno al día alivia. «No frena la artrosis pero sí puede ayudar a retrasar su aparición y ante dolor mejora los síntomas, refuerza los cartílagos, los tendones, la zona de las articulaciones». No solo resulta beneficioso para personas que ya sufren alguna dolencia articular o a partir de una determinada edad, también lo aconseja a gente joven que ha superado la treintena y practica deporte. «Hay muchos amantes del running y las rodillas lo agradecen».

Los preparados están indicados tanto para hombres como para mujeres la oferta es muy amplia (hay pastillas, sobres o líquido). Lo importante, matiza, es la «concentración de colágeno». Hay suplementos que además de esta proteína están reforzados con micronutrientes como magnesio, ácido hialurónico o vitamina C. En cualquier caso, deja claro que no es la solución universal y depende de la dolencia.

Voces críticas

Roi Cal Seijas, farmacéutico y uno de los integrantes de la web Farmaciencia, es crítico en cuanto al colágeno bebible. Asegura que «ni está probado ni es efectivo». «Todo el colágeno que existe en nuestro cuerpo ha sido creado en nuestras células, ni una sola fibra de colágeno de nuestro organismo se ha obtenido a través de la dieta», matiza. Explica que, aunque la absorción del colágeno es casi completa, «su biodisponibilidad es nula». Es decir, que lo que realmente nos llega son los aminoácidos que lo componen, que ya no tendrían el efecto que venden. Por eso, añade, la idea de que «si tomo colágeno tendré mejor piel o articulaciones» es tan absurda «como creer que si come pelo le crecerá más pelo, si come sesos tendrá más memoria o si come el corazón de un león será más valiente». En cuanto a los suplementos, el farmacéutico asegura que, aunque hay estudios a favor, la mayoría están hechos por los propios fabricantes, y la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) «no permite hacer menciones o atribuir propiedades saludables a estos productos». Por su parte, Mar Menéndez-Castañedo explica que aunque mediante la vía tópica, es decir a partir de cremas, «su absorción es más complicada», el colágeno vía oral hidrolizado frente a la no hidrolizada obtiene mejor absorción.

A diferencia de un antinflamatorio, la ingestión de colágeno es un tratamiento más lento y por lo tanto con resultados a largo plazo. «Es una solución más natural», explica Menéndez-Castañedo. En cualquier caso, recalca que si una persona sufre molestias en las articulaciones «no dude en acudir a una farmacia donde el profesional le explicará la ruta a seguir. Es importante además conocer si toma algún otro tipo de medicación y no adquirirlo fuera de las farmacias». En líneas generales, el tratamiento consiste en tomar colágeno durante tres meses y descansar uno, salvo que el paciente, durante esos treinta días de reposo comience a sentir mucha molestia y entonces es aconsejable que retome el tratamiento.

Su uso en dermatología

Además de dar soporte y resistencia a nuestros huesos y tendones, el colágeno en la piel es el encargado de que nuestro rostro luzca firme y sin arrugas. Para entenderlo, la proteína actúa como una especie de andamiaje que sustenta la estructura. Es un tejido de soporte que con la edad se desestructura y la piel pierde firmeza y se arruga o se descuelga. Funciona como una especie de red protectora.

Para devolver esa firmeza que perdemos con el paso del tiempo, existen cremas y tratamientos que prometen resultados fantásticos. Pero, ¿qué hay de cierto? Para el dermatólogo Luis Barthe no está comprobado que todos los métodos funcionen. El que mejor resultado obtiene es el colágeno inyectable. «Se trata de un producto que actúa directamente en la zona que se quiere tratar y se va absorbiendo». Aunque hay que volver a inyectar al paciente en torno al año, es la que obtiene más beneficios. Y explica el porqué: en el caso del colágeno bebible «no está probado» y en el uso de las cremas «el pequeño diámetro del poro y el gran tamaño de la molécula dificulta su penetración», matiza.

Según Barthe, en el caso del colágeno inyectable hay dos tipos de origen: bovino o humano (del mismo paciente o de otra persona). Y coincide con los especialistas que defienden que a partir de una dieta proteica es posible obtener colágeno.