El negocio redondo de Alcoa: ganará 70 millones más tras su salida de Avilés y A Coruña

Juan M. Arribas

ASTURIAS

Las protestas de los trabajadores de Alcoa en Madrid
Las protestas de los trabajadores de Alcoa en Madrid Víctor Lerena

La multinacional cierra 2018 con unos beneficios de 200 millones de euros

17 ene 2019 . Actualizado a las 12:05 h.

Alcoa ha cerrado 2018 con un anuncio de cierre frenado momentáneamente en Avilés y A Coruña pero con fuertes beneficios empresariales. La multinacional norteamericana ha elevado sus ganancias hasta los 200 millones en 2018, según refleja un comunicado enviado a la Securities and Exchange of Comissión (SEC) de EEUU. Alcoa ya ha calculado además en sus cuentas de 2019 el impacto del cierre de sus dos factorías en Avilés y A Coruña, entre 80 y 100 millones de euros, pero calcula que ganará 70 millones de euros más cada año.

La empresa prevé que las medidas de reestructuración planteadas en sus plantas de Avilés (Asturias) y La Coruña permitirán a la multinacional incrementar su beneficio neto en una horquilla de entre 61 y 70 millones de euros a partir del tercer trimestre del ejercicio 2019, según ha indicado la compañía estadounidense, que alcanzó este miércoles un preacuerdo con los sindicatos sobre el futuro de las dos plantas, que aún debe ser ratificado por los trabajadores.

Una vez aprobado el preacuerdo, que ofrece soluciones de empleo, prejubilaciones o recolocaciones a 355 empleados de los 623 trabajadores indefinidos de las plantas de Avilés y La Coruña, así como mantener la actividad de las fundiciones de las dos plantas y de la torre de pasta de La Coruña, Alcoa espera incurrir en costes extraordinarios por reestructuración de entre 79 y 101 millones de euros que serán completamente contabilizados en el ejercicio 2019.

Además, en función del resultado final del proceso, la compañía estima que podría tener que asumir cargas adicionales por el cese de actividad de las dos fundiciones a finales de 2019 que oscilarían entre los 109 y 118 millones de euros, de los que aproximadamente el 25% corresponderían a desembolsos en efectivo con posterioridad al ejercicio actual.

«Finalmente llegamos a un acuerdo provisional con los representantes de los trabajadores en nuestras plantas de aluminio de Avilés y La Coruña relacionadas con el proceso de despido colectivo que anunciamos en octubre», confirmó el presidente y consejero delegado de Alcoa, Roy Harvey, durante la conferencia de presentación de las cuentas de la compañía en el cuarto trimestre de 2018 y el conjunto del ejercicio.

El máximo ejecutivo de Alcoa calificó este preacuerdo como «un paso muy positivo», señalando que «el siguiente paso, en aproximadamente una semana, es que los trabajadores opinen» y asumiendo que estos ratificasen lo pactado, la compañía seguirá operando las plantas durante seis meses, hasta finales de junio, en una posición donde puedan reiniciarse y se verá «si hay alguien que quiera ingresar a esas posiciones operativas».

«Si la plantilla no estuviera de acuerdo con el programa según lo establecido, entonces tenemos 15 días para decidir cómo reaccionamos ante esa decisión», añadió Harvey, subrayando que se trata de un proceso legal «muy prescrito en España», aunque el ejecutivo no quiso anticipar cuál sería la decisión.

Alcoa obtuvo un beneficio neto atribuido de 199 millones de euros en el conjunto del ejercicio 2018, cifra que representa un incremento del 4,6% en relación al resultado del año anterior, informó la compañía. Las ventas de Alcoa entre enero y diciembre sumaron un total de 11.762 millones de euros, una mejora interanual del 15%.

En el cuarto trimestre, la compañía estadounidense logró un beneficio neto atribuido de 38 millones de euros, frente a las pérdidas de 172 millones de euros registradas en el mismo periodo de 2017.

Entre octubre y diciembre, la facturación de Alcoa alcanzó 2.935 millones de euros, cifra que representa un incremento del 5,3% respecto del cuarto trimestre de 2017.

«Nuestro resultado de 2018 refleja cómo hemos fortalecido a Alcoa», declaró Roy Harvey, destacando el cumplimiento en la ejecución de las prioridades estratégicas establecidas por la empresa con el fin de reducir su complejidad y aumentar la rentabilidad, fortaleciendo el balance.

La multinacional prevé en 2019 un déficit global de aluminio de entre 1,7 y 2,1 millones de toneladas métricas, con un crecimiento de la demanda global de entre el 3% y el 4%.