Los mineros de la Brigada Central de Salvamento de Hunosa han sido recibidos con ovaciones y vítores por las personas que les esperaban en el aeropuerto de Asturias, donde les ha depositado un vuelo militar
27 ene 2019 . Actualizado a las 00:29 h.Ovaciones y gritos de «¡Vivan los mineros!» han recibido esta noche en el aeropuerto de Asturias a los ocho integrantes de la Brigada Central de Salvamento de Hunosa que han participado en el rescate del pequeño Julen Roselló en Totalán. Las personas que aguardaban su llegada en las inmediaciones del aeródromo donde les ha depositado un vuelo militar procedente de Málaga pasadas las 22,00 han roto en aplausos y vítores al paso de los vehículos en los que los especialistas se han dirigido directamente a sus domicilios, sin realizar declaraciones. Lo harán mañana a las 12,30 en la sede de la hullera Hunosa, en Oviedo.
Después de descansar brevemente en un hotel de Rincón de la Reina y de prestar declaración ante el juzgado que investiga el suceso, los mineros asturianos han subido a bordo del Airbus Defence del Ala 35 del Ejército del Aire que les esperaba en aeropuerto de Málaga. Antes, han comparecido ante los medios para transmitir su pésame a la familia del pequeño y comentar algunos detalles de un rescate en el que -han asegurado- han hecho «todo lo posible». Al igual que a su llegada a Asturias, han sido aclamados como héroes a la salida del hotel, como lo han sido los agentes del Grupo de Montaña de la Guardia Civil. El Ejército del Aire declaraba en el tuit que anunciaba el vuelo: «Ha sido un honor colaborar con todos vosotros».
Entre los integrantes de la expedición se encontraba el ingeniero jefe Sergio Tuñón, director técnico de la brigada desde hace seis años y exminero del Nicolasa, que hoy fue el encargado de transmitir el pésame en nombre de todos sus compañeros a la familia de Julen. Antonio Ortega, ingeniero técnico y uno de los últimos en incorporarse a la brigada, también se encontraba en el avión de vuelta a casa, al igual que Maudilio Suárez, que forma parte de la brigada desde hace diez años. Junto a ellos, Lázaro Alvez, que perdió a su padre en el accidente del pozo San Nicolás de 1995, en el que murieron 14 mineros; José Antonio Huerta, ex trabajador de Coto Minero Jove; Jesús Fernández Prado, otro especialista con más de diez años de experiencia en la brigada; y Rubén García, uno de los últimos en incorporarse y de los más jóvenes del grupo, junto a Adrián Villaroel.