El último policía local de Vegadeo

daniel gayoso VEGADEO / LA VOZ

ASTURIAS

DANIEL GAYOSO

Ejerce desde hace 36 años y su padre ya fue sargento del cuerpo municipal

18 feb 2019 . Actualizado a las 08:10 h.

Cuando dentro de aproximadamente un año, Francisco Javier Martínez guarde definitivamente su traje de faena, con él se irá el último policía municipal de Vegadeo. A pesar del trabajo que se le presupone, no es un caso insólito que solo haya un policía en un ayuntamiento. Ocurre, por ejemplo, en Tapia, en el Occidente astur, donde además se da la circunstancia de que también está próximo a jubilarse.

Francisco Javier Martínez tiene 58 años y lleva casi 36 años al servicio de la comunidad. En el Concejo de Vegadeo se han jubilado recientemente los otros dos policías que había, con lo que el alcalde, César Álvarez, ha decidido sustituirlos por una figura similar, vigilantes. El regidor justifica la decisión alegando que el municipio no puede mantener económicamente el servicio de policía local. A pesar de ello, no quieren prescindir de todo lo que aporta, y apuestan por una alternativa para realizar las tareas de tráfico, el control del cumplimiento de las ordenanzas, las notificaciones o la vigilancia del orden público. «Sacaremos dos plazas de vigilante municipal en las próximas semanas», asegura César Álvarez, alcalde de Vegadeo. Conservarán la misma categoría y prestarán un servicio similar y con horarios parecidos, de 8 a 21 horas. «Nos resulta complicado mantener un cuerpo por falta de ingresos, pero no queremos negar un servicio que creemos necesario», explica.

Vegadeo, por ley, no tiene obligación de contar con un cuerpo policial que siempre ha sido un referente en municipios pequeños del occidente asturiano, como ocurre en Tapia de Casariego o Castropol.

Para Francisco Javier Martínez, a sus 58 años, recorrer las calles de Vegadeo es todo un honor. Lo hace desde hace 36 años. Su padre fue jefe de la policía local de Vegadeo su jubilación, algo que le tocará próximamente a él.

«Comencé a trabajar aquí con 23 años. Dedicar mis horas a cuidar de los vecinos es uno de los mayores honores», explica Martínez.

Tirando de su experiencia, dice que la mayor virtud del policía local debe ser la paciencia para hacer su trabajo.

«La gente que empieza en esta profesión tiene que ser consciente que es un oficio de años, en el que hay que formarse día tras días. La constancia es algo fundamental», razona.

Durante sus años de trabajo ha conseguido ser parte de la familia de muchos vecinos, a los que ve día tras día. «Me relaciono con todo el mundo. Creo que me llevo bien con casi todos y eso es algo muy importante», dice.

Las tareas de un policía municipal son muy concretas en el día a día, aunque tienen que estar preparados para cualquier incidencia de última hora. En el caso del último policía local de Vegadeo, tiene que regular el tráfico por la mañana a la entrada del instituto y los colegios públicos. También hacer frente a la regulación de actividades como el mercado semanal o velar por el cumplimiento de las ordenanzas municipales.

«Tengo más amigos que enemigos. Soy consciente de que aquí no se puede quedar bien con todos, pero desde que trabajo aquí he hecho muchas amistades», asegura. El mensaje a sus nuevos compañeros es muy claro: «Relacionarse con la gente, educación y mucha paciencia… Son los mejores consejos que puedo dar ahora», apunta.

El fin de la policía local en Vegadeo será una realidad en algo más de un año, algo que tiene un marcado componente sentimental. «Se me va a hacer difícil colgar el traje. Espero llevarlo bien», concluye Francisco Javier.

El alcalde de Vegadeo avanza que en las próximas semanas se convocarán dos plazas de vigilantes municipales

«Soy consciente de que no se puede quedar bien con todos, pero desde que soy policía he hecho muchas amistades»