Abanca da otro paso de gigante para llegar a ser el sexto banco del país

Ana Balseiro
Ana Balseiro LA VOZ

ASTURIAS

La entidad inició hace menos de dos años la carrera para crecer con compras: de la financiera del Pastor a Caixa Geral

23 feb 2019 . Actualizado a las 13:36 h.

En diciembre del 2012, Juan Carlos Escotet desembarcó discretamente en el mapa bancario español. Lo hizo adquiriendo una participación mayoritaria en el Etcheverría, el decano de los bancos gallegos, y apenas seis años más tarde el ejecutivo hispanovenezolano, presidente y máximo accionista de Abanca, está a un paso de dirigir la sexta entidad financiera del país. Porque el banco gallego escalará un puesto y ocupará esa posición en el ránking -precisamente la del desaparecido Popular- si fructifica su pretensión de hacerse con el asturiano Liberbank.

La de Abanca está siendo una expansión meteórica, basada en el mismo modelo de éxito que hizo de Escotet el mayor banquero de Venezuela: las pequeñas compras por todo el país.

Hagamos un poco de historia. La adquisición del Etcheverría le trajo a España en el 2012, pero fue un año después cuando, usando el pequeño banco para hacerse con Novagalicia, la entidad nacida de la fusión de las antiguas cajas gallegas, Escotet saltó a la primera línea de la actualidad financiera patria.

Poco más tarde, en junio del 2014, Abanca emergía como resultado de la integración de las dos entidades propiedad del ejecutivo, que controlaban el 40 % del negocio gallego y con unos planes de expansión que, sin embargo, tuvieron que esperar hasta la primavera del 2017 por imperativo de Bruselas, que prohibió las adquisiciones hasta enero de ese año, dado que las antiguas cajas habían recibido dinero público (más de 9.000 millones).

Una vez liberado de la tutela europea, Escotet no tardó en salir de compras. El primer movimiento, el 2 de mayo del mismo año y en un momento de crecimiento del crédito, fue hacerse con la financiera del antiguo Banco Pastor por 39 millones de euros. 

2018, año del salto estratégico

Pero la expansión con mayúsculas llegó en el 2018. En marzo, Abanca compró al Deutsche Bank su red de oficinas en Portugal. Fue el primer paso para hacer del grupo (con más de medio millar de oficinas en el noroeste español, pero con presencia testimonial en el resto del territorio) una marca ibérica, estrechando de paso las relaciones comerciales con el país vecino.

El siguiente se demoró apenas ocho meses, ya que el grupo compró la filial española de Caixa Geral, bajo la tutela del Gobierno luso, por 364 millones de euros, dándole un empujón más que considerable a la presencia de Abanca en el oeste y el sur del país.

Por el camino se quedaron otros intentos, como el de hacerse con la red española de Deutsche Bank. Ahora es Liberbank el que está en la diana de Escotet, que durante la presentación de los resultados del 2018 -los mejores de la historia del banco, con un beneficio neto de 430 millones- dejó abierta la puerta a nuevas operaciones con un «más adelante ya se verá».