Asturias cede terreno a Cantabria y la piedra que marca la frontera desaparece

ASTURIAS

Sotres, en Cabrales
Sotres, en Cabrales

El BOE establece los lindes entre los concejos de Cabrales y Cillorigo de Liébana pero el «Jitu de Escarandi» es robado por desconocidos

27 feb 2019 . Actualizado a las 13:50 h.

En la definición de la frontera entre Asturias y Cantabria, por lo menos en lo que atañe a donde se tocan los concejos limítrofes de Cabrales y Cillorigo de Liébana, incrustada entre las aristas de los Picos de Europa, ha mediado un litigio de casi una década y otro viaje en el tiempo que va desde la capacidad de fijar puntos mediante referencias geodésicas científicas en el presente a la tradición de una legendaria piedra de arenisca que marca un hito blanco en medio del prado de una braña y las leyendas que rodean a la figura de un conde medieval cuyo amor hizo perdurar más de mil años con dos árboles entrelazados. A la historia se suma además que en la víspera de que publique en el BOE y se haga oficial el trazado definitivo entre ambas comunidades, la roca mítica desapareciera sin que nadie pueda explicar quién la arrancó de la tierra.

De forma aséptica, el Ministerio de Política Territorial dio noticia de que publica este miércoles la Orden dictada el pasado mes de noviembre por la que se aprueba el deslinde entre los términos municipales de Cillorigo de Liébana, en Cantabria, y Cabrales, en Asturias y que se recoge en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Se termina así, tras un proceso que pasó a la Audiencia Nacional e incluso una casación al Supremo la batalla entre Asturias y Cantabria, por un espacio de alrededor de 80 hectáreas con la aceptación parcial de algunos de los argumentos cántabros. En 2006, Cabrales reclamó que la frontera debía pasar por testigos inamovibles (desde la perspectiva humana) como las cumbres que rodean la pradera; Cantabria apeló a una piedra singular, el «Jitu de Escarandi» que de Asturias se criticaba porque se podía mover y, de hecho, disputaba que la ubicación fuera la original.

Pero la sentencia sí reconoce el hito como señal a tener en cuenta. En los litigios de lindes la jurisprudencia establece que una documentación con antigüedad debidamente acreditada pesa más que cualquier otro argumento en las disputas territoriales entre concejos. Se declara como nueva frontera a la divisoria de aguas descrita en el Acta levantada por el Instituto Geográfico, Catastral y de Estadística el 28 de julio de 1942, que une el mojón primero situado en «Garganta Barreda» y el quinto y último situado en la «Pica de Jierro». Dicha línea límite viene representada por 75 puntos, mojones, seleccionados por el Instituto Geográfico Nacional. Y la sentencia de la Audiencia Nacional se indicó que esa línea divisoria debía pasar la piedra descrita en dicha acta de 1942, conocida como hito de Escarandi,

Soydeliebana

Pero el «Jitu» desapareció en un tiempo indeterminado pero que no puede remontarse a muchos meses atrás. El diario Montañés de la comunidcad vecina informó el pasado 10 de febrero de que la piedra (en la que señala que estaba grabada a cincel una cruz y las letras O. C. S., había sido arrancado del terreno, probablemente con la ayuda de un vehículo, según denunció el alcalde de Cillorigo de Liébana, Jesús María Cuevas, que anunció que presentaría una denuncia ante la Guardia Civil. En los comentarios en redes sociales se señala sin embargo, que el «Jitu» desapareció meses atrás y que se llamó la atención a agentes forestales antes de la última gran nevada cuando el manto blanco de frío encubrió la prueba del delito.

En el proceso judicial, los asturianos reclamaron que la piedra estaba ancestralmente 400 metros más al este y tres vecinos de Liébana declararon y atestiguaron que el sitio era el correcto y no se había movido en siglos. Hasta ahora. Estaban en cuestión 80 hectáreas entre los dos concejos y ninguno se llevó la cantidad completa aunque se reconoció parcialmente las demandas de los cántabros. Sobre el terreno se dirimía la propiedad de dos franjas, 60 hectáreas alrededor de Escarandi y 20 en Braña seca que es la braña más fertil de pasto de la zona. En el origen de la querella por la frontera estuvo la adquisición por parte de una ciudadana francesa de dos cabañas que se inscribieron en el catastro de Cabrales y que motivó la queja de Cillorigo.

El hito ahora desaparecido se atribuye a un conde de Lebeña, Don Alfonso, al que rodean varias leyendas, la primera que para fijar su vasallaje casó a cinco de sus hijos con mujeres de los cinco pueblos cercanos y una braña se le llama así «cinco hermanos». La segunda es que Don Alfonso se casó con Doña Justa, noble del sur de la península que añoraba su tierra natal y para calmar su nostalgia le plantó el conde un olivo (que aún crece junto a la iglesia de Santa María de Lebeña). A su lado creció un tejo (árbol totémico del norte) que la fábula decía terminó por entrelazar sus raíces con el olivo de Doña Justa. Un rayo terminó por partir el tejo de Don Alfonso pero en un invernadero de Colunga, en Asturias, se preservó una rama para retornarla al templo.