La directora del Instituto Asturiano de la Mujer considera que se debe legislar ya sobre la prostitución
10 mar 2019 . Actualizado a las 11:48 h.La directora del Instituto Asturiano de la Mujer, Almudena Cueto, considera que se debe «legislar ya» sobre la prostitución para actuar «con contundencia». «Actualmente es muy laxa y se requiere una legislación clara, abolicionista, que persiga a los proxenetas y a los clientes, a los puteros, ya que son los últimos culpables por generar demanda», apunta.
Asimismo, argumenta que no se trata «en ningún momento» de legislar «contra las mujeres prostitutas». «A veces, quien quiere regular esta esclavitud en el siglo XXI dice que las personas abolicionistas estamos en contra de las prostitutas y nada más lejos de la realidad», sostiene.
De hecho, en una entrevista concedida a Europa Press con motivo del Día Internacional de las Mujeres, Almudena Cueto adelanta que el Gobierno del Principado está trabajando con Médicos del Mundo, la Fundación Amaranta y la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (Apramp) para «poner el foco en el client»" de la prostitución.
En este sentido, expone que «los deseos no son derechos» y alerta de la «cosificación» del cuerpo de la mujer a través de la prostitución y de los vientres de alquiler para «satisfacer deseos utilizando a otras personas».
«El deseo de satisfacción sexual no es un derecho, igual que el deseo de ser padre o madre no es un derech»", ha incidido, añadiendo que en la inmensa mayoría de los casos de prostitución y vientres de alquiler se utiliza el cuerpo de «mujeres pobres».
Por ello, la responsable de políticas de igualdad del Gobierno asturiano lamenta «la mezcla de conceptos confrontados» por parte de algunos partidos, como Ciudadanos, que se suman al compromiso con la igualdad entre mujeres y hombres «pero al mismo tiempo proponen legalizar la prostitución o los vientres de alquiler».
Almudena Cueto sostiene que la gestación subrogada es «un nuevo negocio a costa del cuerpo de la mujer», en el que los mayores importes se reparten entre los intermediarios como agencias o departamentos jurídicos «que operan en terceros países» porque en España «es una práctica ilegal».
Además, se ha referido a los bebés para incidir en que «está conculcado desde el principio» su derecho a estar con sus madres biológicas «a través de un contrato por el que media dinero». De este modo, apela al «uso ético de la reproducción asistida» y apela a la responsabilidad para «no mitificar qué lleva a una mujer a tener un hijo para otras personas», ya que «suele tratarse de mujeres en riesgo de exclusión».