La escasez de fármacos se multiplica por tres en Asturias

SUSANA D. MACHARGO / eLISA ÁLVAREZ REDACCIÓN

ASTURIAS

MARCOS MÍGUEZ

La Agencia Estatal del Medicamento notifica la escasez nacional de hasta 487 presentaciones. La Administración sanitaria y los farmacéuticos aseguran que el suministro está garantizado

15 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Aspirina, Adiro,  Primperan, Terbasmin, Trankimazin, Dalsy, Almax, Betadine gel, Urbason, Lorazepam, algunos de ellos en diversos formatos. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios tenía ayer, jueves, un listado de 487 presentaciones de fármacos con «problemas de suministro activos». Daba por resueltos, en los últimos tres meses, otros 168. Entre los que siguen activos, ofrece una fecha aproximada de resolución. En algunos es solo cuestión de días y en otros de semanas. Pero hay unos pocos que no tienen ni fecha o que lo retrasa al 2020. Ese es, por ejemplo, el caso de un formato del corticoide Solu-Moderín. Por su parte, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacia dispone de un Centro de Información sobre Suministros de Medicamentos, conocido como Cismed, que publica un listado con posibles problemas de suministro elaborado con las notificaciones de las farmacias de todo el país -unas 80 asturianas- que se han suscrito de manera voluntaria. El último boletín, que comprende del 4 al 10 de marzo, incluye 91 medicamentos diferentes, de laboratorios tan fuertes como Bayer, Pfizer o Novartis. 

Tanto la Administración sanitaria como los propios farmacéuticos reconocen que la escasez de medicamentos en Asturias se ha disparado en los últimos meses, sobre todo, en productos de consumo elevado, lo que ha elevado las quejas de los pacientes. Ambos admiten que están preocupados pero también matizan que la población no tiene que alarmarse. El 80% tienen sustitutivo con el mismo principio activo. Del 20% restante, otro porcentaje muy elevado cuenta con un equivalente terapéutico que el médico puede prescribir. El paciente tan solo debe pedir cita con su facultativo. Sí existe un pequeño número sin alternativa. En ese caso, el sistema sanitario público dispone de otros recursos. Cabe la posibilidad de reclamar ese fármaco al extranjero. En el Principado, cada área sanitaria puede realizar los trámites necesarios para cursar la solicitud de ese producto sin sustitutivo en otro país. Tarda unos días más pero este método es eficaz.

La distribución

Juan Ramón Palencia, presidente de la Cooperativa Farmacéutica Asturiana (COFAS), reconoce que en el último año ha habido un incremento de faltas y también lo que denomina suministros erráticos «pero sin llegar a ser una falta de suministro total». No obstante, esta situación ha obligado tanto a las farmacias como a la propia COFAS a pedir de manera continua. Palencia señala que solo se están produciendo problemas sanitarios en casos muy puntuales, porque hay alternativas. «Lo que sí ocurre es que el paciente tiene que ir al médico a cambiar el tratamiento, como sucede con el caso del Terbasmin, el Adiro 300 y otros mucho más. También es un trastorno para la farmacia porque tiene que estar buscando quién lo puede tener y debe dar explicaciones al paciente de las posibles causas del desabastecimiento. Los responsables de la distribución están en la misma situación porque reciben quejas continuas y, al mismo tiempo, deben estar gestionando los canales de emergencia que habilita el laboratorio y que no funcionan», explica. 

La Cooperativa pone los medios para atenuar las repercusiones. «Cuando sabemos que alguna molécula puede tener problemas aumentamos el stock y de sus posibles sustitutos. No es una tarea fácil porque los medicamentos necesitan tiempo para fabricarse y cubrir el aumento de la demanda. Si no se dispone de suficientes medicamentos se establecen unos límites de suministro a las farmacias para poder distribuirlos de manera lo más homogénea posible entre todas las farmacias. También disponemos de un stock de seguridad», reconoce el presidente de COFAS, que permanece en contacto permanente con los laboratorios, con la Consejería de Sanidad y con los colegios de farmacéuticos. Reconoce que la coordinación es fundamental.

Explicaciones y quejas

Un lector llama a La Voz. Tiene un problema respiratorio crónico que no le causa graves problemas en su vida diaria pero que le obliga a llevar siempre encima un medicamento, un broncodilatador concreto, porque es el que encaja con su cuadro clínico. Cuenta con receta electrónica para renovar el suministro. Había leído de pasada que había escasez. Se había quedado con el problema del Adiro, que tiene una gran multitud de alternativas, así que no le pareció demasiado grave. Esta semana ha acudido a la farmacia, su broncodilatador no estaba disponible y no sabían cuándo lo iba a estar. Tenía que pedir cita a su médico de cabecera para buscar el mejor equivalente porque no cuenta con un sustitutivo. Estaba indignado. No podía entender que esto estuviera sucediendo en un país europeo, con la sanidad pública. Había escuchado muchas teorías conspirativas sobre las razones. Le daban igual. Lo que realmente le preocupaba es que las farmacéuticas estuvieran dejando desasistida a la población. «Esto parece Venezuela», lamentaba.  

«Esto no es Venezuela», corrige Juan Roces, secretario del Colegio de Farmacia de Asturias, quien reclama prudencia. Señala que la escasez de medicamentos se ha multiplicado por tres en las últimas semanas pero que ni mucho menos las boticas se encuentran en una situación de desabastecimiento. Reclama que se traslade información rigurosa a los pacientes porque se corre el riesgo de que comiencen a hacer acopio de fármacos y entonces sí que se agudizaría el problema. Señala que hay causas estacionales, coyunturales y estratégicas que explican lo que está sucediendo pero espera que en cuestión de semanas comiencen a mejorar. Reivindica, además, el papel de su profesión, que está para asesorar al enfermo, para orientarle y remitirle al médico en caso de que sea necesario.

El Colegio de Farmacia de Asturias está expectante, incluso preocupado, pero no alarmado, matiza. Gracias al Cismed tiene información en tiempo real de lo que está ocurriendo. Inicialmente, alrededor de medio centenar de farmacias asturianas se suscribieron a este centro de información. Con el paso de los meses, ese número ha crecido considerablemente y ya son más de 80. Eso supone que la realidad del Principado está plasmada en el listado que se actualiza semanalmente. ¿Cuándo se considera que existe un problema de suministro? «Cuando afecta a un elevado porcentaje de las farmacias de la muestra durante tres o más días de la semana o si durante un único día estuvieran afectadas una amplia mayoría de ellas», explica el propio consejo general de colegios.

La administración

La directora general de Política Sanitaria del Principado, María Jesús Merayo, reconoce que el desabastecimiento de determinados fármacos se está incrementando tanto en Asturias como en el resto de España en los últimos meses. El Principado no es una isla y sufre las deficiencias del mercado. «Si el problema se da en un periodo de tiempo muy pequeño puede haber diferencias entre las distintas autonomías en función del stock del que dispongan sus almacenes de distribución y farmacias pero si el problema perdura varias semanas tiene repercusiones en toda España», precisa. Explica, además, que el abastecimiento correcto «es esencial para la prestación sanitaria, por lo que cualquier mal funcionamiento genera problemas». Aunque en la mayoría de los casos no genera un impacto asistencial importante, ya que existen alternativas terapéuticas comercializadas, «el paciente tiene que acudir al médico para el cambio de tratamiento lo que supone para el sistema la dedicación de recursos profesionales, además de la ansiedad que se genera en el paciente», admite Merayo.

Carlos Ponte, presidente de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Asturias, señala que este tipo de situaciones generan una indefensión enorme en el paciente. Explica que siempre han existido problemas de desabastecimiento pero antes se daban de manera más puntual y, sobre todo, en fármacos con un consumo más limitado, no tan extendido, como sucede ahora con el Adiro o el Terbasmin. 

En noviembre, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios realizó el primer informe semestral sobre este problema. En él admite que su frecuencia es cada vez mayor y los principales afectados los pacientes. La agencia trabaja con el resto de países de la UE «a través de un grupo de acción sobre problemas de suministro incluido en la Estrategia 2020 de la Red de Agencias de Medicamentos de la Unión Europea». El informe, realizado con el balance de los primeros seis meses del 2018, recoge que se detectaron 583 fármacos con desabastecimiento, de los que el 65 % se solventaron en esos seis meses. En el 14 % de los casos el impacto sanitario fue alto, ya que hubo que implementar acciones más allá de la sustitución del fármaco por parte del farmacéutico o de la prescripción por parte del médico.