Instituciones Penitenciarias reactiva la política de acercamiento de los terroristas a prisiones vascas
19 mar 2019 . Actualizado a las 19:15 h.La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha ordenado el traslado de tres presos etarras a cárceles más cercanas al País Vasco al haber admitido la legalidad penitenciaria vigente. Uno de ellos es Idoya Martínez García, que ha sido trasladada desde la cárcel de A Lama (Pontevedra) al centro penitenciario de Asturias después de hacer cumplido las tres cuartas parte de la condena en agosto del año pasado. Martínez, alias Olga, ingresó en prisión el 18 de noviembre de 2003 y cumple una condena de 30 años por depósito de armas, tenencia de explosivos y robo. La Junta de Tratamiento de A Lama ha propuesto su traslado a un centro cercano a su vinculación familiar. Olga formó parte del comando Madrid de ETA y fue juzgada tras ser extraditada por Francia por su vinculación con varios atentados, entre ellos el que acabó con la vida del que fuera presidente del Tribunal Constitucional Francisco Tomás y Valiente.
Otro de los internos trasladados ha sido Oier Urrutia González, que de A Lama ha pasado a la cárcel de Logroño. Ingresó en prisión el 5 de abril de 2009, cuenta con una condena de 14 años por pertenencia a organización terrorista y depósito de armas y municiones y cumplirá las tres cuartas partes de la condena el próximo mes de septiembre. La Audiencia Nacional condenó Oier Urrutia, que admitió haber hecho un esquema de un artefacto explosivo de «borrachera» para «hacer el tonto» en el bar Galtzagorri de Vitoria que regentaba en 2009, por pertenencia a organización terrorista y depósito de explosivos.
El tercer preso etarra trasladado es Unai López de Ocáriz López, que del centro penitenciario de Albolote (Granada) ha pasado al de Daroca, en Zaragoza, después de que la Junta de Tratamiento lo haya propuesto por su vinculación familiar. López de Ocáriz ingresó en prisión el 28 de agosto de 2001, tiene una condena de 25 años por los delitos de estragos, depósito de armas y municiones e incendios y cumplirá las tres cuartas partes de la condena en mayo de 2020. Miembro del comando Ustargi, el condenado participó en la colocación de un artefacto explosivo en una oficina de Caja Vital en la capital alavesa en 27 de julio de 2000.
