Tres años de prisión para el hombre que roció con gasolina a su pareja delante de sus hijos

La Voz OVIEDO

ASTURIAS

La letrada de la acusación particular, Bibiana de la Puente
La letrada de la acusación particular, Bibiana de la Puente

El acusado ha reconocidos los hechos y ha precisado que «su única intención era intimidarla y no matarla»

21 mar 2019 . Actualizado a las 14:09 h.

Un hombre ha aceptado tres años de prisión por amenazas graves y violencia de género y la retirada de la patria potestad durante cinco años tras admitir que maltrataba a su pareja, a la que roció con gasolina delante de sus dos hijos, de 5 y 6 años, mientras exhibía un mechero, y asegurar que su única intención era «intimidarla y no matarla». La intencionalidad del acusado, que no llegó a prender el mechero, ha sido crucial para que la Fiscalía modificara su calificación inicial de tentativa de homicidio y la sustituyera por un delito de amenazas graves y mantuviera su petición por violencia de género.

De esta forma, los seis años de condena que la Fiscalía interesaba inicialmente han quedado reducidos a la mitad, tras aplicarle las agravantes de parentesco y desprecio de género. La mayor preocupación de la víctima era que su expareja no pudiera «quitarle a los niños», ha ratificado su abogada, por lo que ha llegado a un acuerdo con la defensa y la Fiscalía para que el acusado sea inhabilitado para ejercer la patria potestad durante cinco años y tendrá vigente una orden de alejamiento de 500 metros durante un período de cinco años.

La abogada de la defensa, Ana Gloria Rodríguez, ha llegado a un acuerdo con el fiscal y con la abogada Bibiana de la Puente, que ejerce la acusación particular, por la que el acusado ha admitido los hechos y ha aceptado la pena, lo que ha hecho innecesaria la celebración del juicio señalado en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial.

El acusado, P.R.G. ha declarado oculto en un biombo para evitar que se cruzara cualquier mirada con su entonces pareja, si bien eso no ha impedido que la joven sufriera una crisis de ansiedad al término de la vista oral al pasar por delante de ella, cuando esta permanecía en los pasillos de la sede judicial, pese a las precauciones que había adoptado el tribunal.

Dentro de la sala, el fiscal Joaquín de la Riva solo ha preguntado a P.R.G. si tenía intención de matar a la víctima cuando el 7 de agosto de 2017, tras una fuerte discusión con ella, comenzó a romper vajilla en la cocina, cogió unas tijeras mientras «la mandaba callar» y se dirigió a la habitación de sus hijos, con los que la mujer se había refugiado ante su agresividad.

A continuación, cogió un bidón de gasolina y un mechero de una habitación contigua, se lo derramó por encima a la mujer al tiempo que sostenía el encendedor en la mano y decía: «Cállate, que quemamos todos». La mujer se dirigió entonces al baño para poder mojar la ropa con agua mientras que él insistía en que «iba a hacerlo, que no le importaba nada».