La historia de Cangas del Narcea a través de su vino

Nacho G. Ruano REDACCIÓN

ASTURIAS

Museo del Vino de Cangas del Narcea
Museo del Vino de Cangas del Narcea MUSEOS ASTURIAS

El Museo del Vino repasa la influencia en el concejo de un caldo que cuenta con Denominación de Origen Protegida

02 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Es bien sabido que el Principado no es una zona vitinícola, pero la región goza de la Denominación de Origen Protegida Cangas, que recoge el desarrollo histórico de un caldo que se remonta a principios del siglo XX, época en la que los viñedos experimentaban aires de renovación, de mejoras y de mucho esmero. Un período en el que se comenzó a fraguar una historia de éxito que, sin embargo, tuvo que hacer frente a una amenaza serie de desaparición de los viñedos. Gracias a la Asociación de Productores y Elaboradores del Vino de Cangas, se pudo evitar este desenlace, ya que logró la conservación del patrimonio vitinícola. Este caldo ha contribuido al desarrollo de la zona y a recoger la esencia de la tierra.

El comienzo de los viñedos fue un éxito tremendo, y las buenas cosechas se sucedían continuamente. Tales fueron la cotas alcanzadas que en 1929 se solicita por primera vez la protección del vino de Cangas con un reglamento que prohibiera que se le diera ese nombre a vinos que no hubieran sido vendimiados y elaborados en la zona. Una situación de prosperidad que se vio seriamente comprometida años después, debido a una gran tormenta de piedra que arrasó con todo. Sus consecuencias se alargarían con el paso del tiempo.

La salvación llegó en los 90 gracias a la ya citada Asociación de Productores y Elaboradores del Vino de Cangas. Gracias a su labor de formación y de conservación del patrimonio, se pudieron rescatar los viñedos. El año 2001 marca un antes y un después para el vino de esta zona. Se comienza entonces a  reconocer oficialmente la denominación «Vino de la tierra de Cangas», y se marcan las pautas y condiciones que deben reunir los caldos producidos en esta comarca. Una distinción que enmarca el vino de Cangas dentro del grupo de Vinos de Mesa con Indicación Geográfica.

La joya de la corona: el Museo del Vino

Situado en el barrio de bodegas de Santiso, lleva ocho años abierto. Tras numerosas obras, su diseño ha evolucionado hasta el que presenta en la actualidad: un edificio de elíptico cuyo objetivo es ofrecer al visitante un paseo por la cultura del vino de Asturias. 

Dos salas acogen las seis zonas temáticas en las que se divide esta fascinante visita. La primera de estas estancias alberga un recorrido por los orígenes de la uva: los trabajos que se realizan en los viñedos. Explica las singularidades y particularidades que hacen de este vino un caldo diferente y muy especial. El recorrido por estas estancias permite también descubrir otras tareas que se realizan en relación al vino y a los calendarios que recogen tanto la recogida como el período de bodega.

La visita prosigue en la sala de exposiciones, donde de muestran grandes piezas de labor diseñadas para solucionar necesidades específicas de las tareas vitinícolas. El trayecto incluye la experiencia de asistir a una plantación y contemplar los emparrados tradicionales con las variedades de vid autóctonas. El recorrido desemboca en una antigua edificación anexa al museo, donde se podrá acceder a una bodega tradicional asturiana, donde se puede observar un viejo lagar de viga que cuenta con 500 años de antigüedad.

 ¿Quiénes forman parte de Vinos de Cangas?

Para obtener este reconocimiento, no se necesitan grandes requerimientos: tan solo es necesario elaborar el producto en la zona y dedicarse a la vinificación de uva o mosto. Puede ser tanto tinto como blanco, siempre que pase una serie de requisitos de calidad referentes al color, olor y consistencia del producto. En la actualidad, cinco bodegas se acogen a esta etiqueta distintiva: Monasterio de Corias, Vidas, Vitheras, Antonio Álvarez (Chicote) y Chacón Buelta.

Asturias tiene historia en cada uno de sus rincones y en Cangas del Narcea la esencia y el orgullo es un vino que, durante años, ha sido emblema de un concejo y aspira a reforzar su identidad en el futuro. Un caldo que ha ayudado a escribir la historia de la comarca.