«El peaje del Huerna hay que suprimirlo»

ASTURIAS

Carmen Moriyón
Carmen Moriyón Tomás Mugueta

Carmen Moriyón deja la alcaldía de Gijón para encabezar la lista de Foro en las próximas elecciones autonómicas del mes de mayo

08 abr 2019 . Actualizado a las 22:02 h.

Tras ocho años al frente de la alcaldía de Gijón, el principal feudo municipal de Foro, Carmen Moriyón da el salto a la política autonómica para encabezar la lista de su partido en las elecciones a la presidencia del Principado del próximo mes de mayo. Asegura que su grupo defiende los intereses de Asturias sin hipotecas como las formaciones de ámbito nacional y que la posibilidad de extender la coalición con el PP al ámbito regional nunca ha estado sobre la mesa.

-Son dos mandatos seguidos al frente de la mayor ciudad de Asturias, ¿qué se lleva de esa experiencia al ámbito autonómico?

-Recuerdo el año 2011, cuando formamos la candidatura de Gijón y ninguno de nosotros teníamos experiencia en política y claro ahora la diferencia es abismal. Son ocho años de gestión, manejando un presupuesto de 300 millones de euros en un ayuntamiento donde tienes que elegir las prioridades. Ocho años que tuvieron sus características, a mi modo de ver, especiales. En el verano del año 12 se iba a rescatar a España, en enero del 13 en Gijón teníamos el mayor pico de personas desempleadas, 31.000, hoy tenemos 9.200 menos; y otra cosa muy dura que pasó fue la anulación del Plan General (PGOU) con lo cual estuvimos estos ocho años gobernando con una parálisis absoluta del urbanismo gijonés. Con muchas dificultades juntas y así todo, yo creo que logramos salir adelante. Se consiguió que el ayuntamiento controlara su situación financiera, redujimos en 100 millones de euros la deuda, bajarle los impuestos a los gijoneses, el IBI, y llevar desde el año 13/14 con el billete del autobús, el agua y la basura congelados. Así todo pudimos hacer nuestras inversiones, en edificios históricos como la escuela de comercio o la tabacalera, uno ya terminando su rehabilitación y el otro muy avanzada su primera fase. Todo eso en conjunto es la experiencia de la gestión y el segundo punto que yo creo que me llevo, sobre todo de los últimos cuatro años, es la experiencia de saber ceder. Tener que ganarte la confianza del adversario político para poder sacar al final adelante, por los intereses de Gijón, acuerdos como pueden ser el Plan de Vías o el PGOU. Son esas dos cosas, la experiencia en la gestión, en tiempos complicados, porque llegamos con Montoro y la famosa regla de gasto, con muchas restricciones que hubo que aprender a trabajar con ellas; y después hubo que saber consensuar.

-Lo cierto es que la polaridad de Oviedo-Gijón también hace muy singular a Asturias, ¿cree que puede ser una desventaja ser la alcaldesa de una de las dos ciudades para saltar al ámbito autonómico?

-En mi caso no lo siento así. Es que debemos tener una visión alejada del localismos. Hay un área metropolitana que es lo que realmente somos y lo que falta es estructurarla. Hay que pensar entre Gijón, Oviedo, Avilés, la cantidad de personas que vivimos y trabajamos dentro de esa área. Yo estudie en Oviedo, siempre tuve muy buen concepto de la ciudad, Oviedo tiene cosas que no tienen ni van a tener otros municipios de Asturias, la Universidad, la cultura, Oviedo es y debe ser fundamentalmente cultura, en fin es la capital y yo así la veo y la siento. Yo no veo esa rivalidad, me parecen términos del siglo pasado; quien quiera sacar Asturias adelante tiene que contemplar cualquier decisión alejada de los localismos.

-¿Por qué cree que no se llegó a un consenso completo sobre el área metropolitana y no se sumó Oviedo?

-Con la consejera anterior yo creo que todo fue muy negativo porque no se reconocía un principio fundamental: cómo se debe construir todo esto desde abajo, y respetar la independencia de los ayuntamientos, contar con ellos. Tienen que ser interlocutores directos con la administración autonómica y, si fuera preciso, con el de la nación. Después, cuando accede a la Consejería Fernando Lastra hay un cambio radical y ya se reconoce ese papel primordial y la autonomía de los ayuntamientos. A partir de ahí se empieza a construir este proyecto en el que nosotros nos sentimos cómodos. Se dio la oportunidad de participar a todos los grupos que formaban la corporación, presentamos unas sugerencias acordadas en el consejo social de la ciudad de Gijón y creíamos que íbamos avanzando por el camino correcto ¿Por qué al final no se cerró? Yo no lo sé responder porque no formo parte de los organismos que decidieron eso pero creo que es un error. Creo que de una buena vez debemos superar los localismos y avanzar juntos, cada uno aportando lo mejor que tenemos de nosotros mismos. Gijón es una ciudad industrial, es una ciudad de deporte, tiene sus características, Avilés tiene las suyas, Oviedo tiene las suyas; y eso es lo que debemos intentar hacer, sumar para hacer una Asturias mejor. Yo no veo otro camino.

-Estas son las elecciones en las que la fragmentación afecta especialmente a la oferta de partidos del espectro de centro derecha ¿qué es lo que distingue a Foro del resto?

-El proyecto de Foro, que nace en 2011 y es lo que nos ha caracterizado, es que es un partido regionalista pero en el que siempre decimos que «más Asturias mejor España». Porque hay una orfandad, Asturias cada vez influye menos y cada vez tiene menos peso en el gobierno de la nación, más allá de Pajares Asturias se diluye y no es tenida en cuenta. Lo vemos todos los días, en grandes decisiones de la industria como puede ser en el tema de la transición energética y esta descarbonización exprés que nos quieren imponer y se puede ver también en la cuota de la xarda. Se puede ver en todos los sectores y en todos los ámbitos, en las infraestructuras también. Foro nace por esa necesidad de defender Asturias con algo que no nos cansamos de decir, no queremos ser más que nadie pero menos tampoco y lo somos. Es que lo dicen todos los indicadores, que estamos posicionados en los últimos lugares. Foro es un proyecto hecho en Asturias, por Asturias, y para Asturias. Nuestra voz es igual en Oviedo, Gijón o Avilés que en el Congreso de los Diputados o en el Senado. Cuando tenemos que hablar de la descarbonización o la transición energética votamos con el mismo botón en Asturias que en Madrid. Cuando tenemos que hablar de que queremos un AVE, el mismo que en el resto de España, no cambiamos el voto y eso es algo que en otras formaciones políticas de ámbito nacional se echaba en falta y se sigue echando en falta porque defienden una cosa en Asturias y otra cosa en Madrid. Eso no puede ser y por eso estamos muy orgullosos de la labor de nuestra senadora y nuestro diputado en la pasada legislatura porque el nombre de Asturias salía un día sí y otro también en el Congreso de los Diputados. Asturias no tiene hoy peso específico en Madrid y así va. Y tenemos que ser una voz alta y clara en defensa de los problemas de Asturias en Madrid porque si no defendemos nosotros la cuota de la xarda está claro que no nos la defienden, a la vista está. Creo que eso es lo que nos distingue, como también la defensa de nuestro patrimonio y nuestra cultura tantas veces abandonada en muchos aspectos.           

-¿Tienen líneas rojas para pactos en el caso de que ese espectro de partidos sumara una mayoría parlamentaria?

-Con carácter general creo que mal haríamos y mal le iría a Asturias si empezamos con vetos y líneas rojas pero vamos a suponer que hay que poner alguna, pues una línea roja es que yo no quiero un tren de altas prestaciones quiero el mismo AVE que el resto de España. Queremos que haya un plan sobre la mesa, un plan alternativo a esa descarbonización que viene, para que haya una transición energética que sea ordenada y justa; y si no lo hay esa es otra línea roja. Son las cuestiones que contemplamos en nuestro programa para Asturias, si no se defienden y no coincidimos con otra formación en esas cuestiones, eso será una línea roja.

-Respecto a la cuestión de la Variante de Pajares, en su reciente visita a Asturias el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, aludió a su grupo sin mencionarlo señalando que esos cambios de diseño de vías suponían nuevos retrasos ¿qué valoración le merece?

-Nuestra valoración es que queremos llegar de Oviedo hasta Madrid en dos horas y media. Y no nos pueden decir ahora otra vez que si es para evitar retrasos, no. Oiga, para evitar retrasos ahí hay invertidos más de 3.000 millones de euros, vamos a ser serios. Queremos alta velocidad de verdad, no un sucedáneo. No vamos a renunciar a ello igual que tampoco lo haremos con la defensa de hacer una buena programación, porque es una infraestructura más, en las conexiones internacionales de vuelos. Necesitamos una conexión con París, con Londres o con Munich, como necesitamos vuelos más baratos a Madrid y a Barcelona porque es lo que nos piden las personas que están viajando todos los días, empresarios que necesitan ser competitivos. A veces hablamos de despoblación pero es que para frenarla necesitamos tener una economía fuerte y eso se consigue con empresas competitivas y para eso las empresas necesitan estar conectadas, necesitan infraestructuras de carreteras, aéreas, marítimas, como la autopista o autopistas del mar. Cuando nos reunimos con el sector del turismo en lo que corresponde a los alojamientos rurales, es demoledor ver la impotencia que sienten porque no hay cobertura de internet adecuada en la zona rural. Y si queremos fijar población es muy claro el camino que tenemos que seguir. Y ese camino en infraestructuras, en conectividad, sin vuelos internacionales, sin un AVE competitivo como en el resto de España no se logra; y entonces la gente elige otras comunidades autónomas para iniciar o continuar su proyecto de vida. Otra cosa son las ayudas directas a la natalidad, que nosotros defendemos, pero lo primero es que el territorio sea atractivo para que podamos tener todos un proyecto de vida y elegir esta comunidad y hoy Asturias no lo es y cada vez lo es menos.

-Ha hablado del tren y de la autopista del mar, pero ¿y el peaje del Huerna?      

-El peaje del Huerna hay que suprimirlo. Porque estamos penalizados, si no tienes vuelos y frecuencias caras a Madrid y Barcelona, ni transporte marítimo, si por carretera te cuesta más moverte que en otras comunidades, eso es una penalización.

-¿Con un rescate o renegociación?

-Siempre con negociaciones.

-Van a reeditar la coalición con el PP en las elecciones generales pero, como en la anterior ocasión, no la habrá en las autonómicas. Y pese a todo se ha rumoreado ¿le consta que haya alguna peticion desde el PP para llevar esa alianza al terreno regional?

-No, no me consta y yo soy la presidenta del partido. Lo que pasa es que entiendo que estás negociando una coalición para las generales y puede haber un runrún mediático, a veces se hacen comentarios que generan incertidumbres pero la realidad es que no. Lo que pasa es que en este caso son dos elecciones muy seguidas en el tiempo, quizá alguien lo pensó, pero la verdad es que no.

-¿Por qué no?

-Es que en el ámbito autonómico tenemos un proyecto específico para Asturias y distinto al del Partido Popular. Además que en la generales, tanto las anteriores elecciones como en estas, se hace el acuerdo en base a unos puntos concretos en materias de infraestructuras, de ganadería, pesca, en industria, en los temas clave que siempre defendimos a muerte.

-Tuvo un protagonismo destacado en manifestación de Colón, ha hablado de la necesidad de llegar a consensos ¿no fue esa manifestación un elemento de polarización?

-Para mí fue de tensión cero. Asistir a esa concentración, como lo habíamos hecho el día anterior en Oviedo fue una decisión adoptada por unanimidad en la comisión directiva y a esa manifestación, lo dije en el pleno del ayuntamiento y lo repetiré mil veces, yo fui libre y volvería a ir a defender la unidad de España, nada más. La posición relevante que se tuvo, que en realidad aquello era un poco caótico, fue simplemente porque se había acordado que los presidentes de los partidos convocantes estuviéramos en aquella foto y de hecho yo tenía al lado a la persona que representaba a UPN. Después, lógicamente, desde otros grupos políticos o desde otros ámbitos se quieren sacar otras conclusiones pero allí Carmen Moriyón estuvo respresentando a Foro en defensa de la unidad de España. Y quiero recordar que en aquellas horas, días antes, amanecíamos con la figura de un relator y en torno a aquello es como se gesta esa concentración a la que acudí libremente.

-¿Qué papel tendrá el fudador del partido, Franciso Álvarez-Cascos en su campaña?

-Tiene un papel relevante porque es una personalidad, por su trayectoria, por su manera de trabajar, por todo, para nuestra formación es muy importante. Lo es a la hora de asesorar, que es la labor que marcan nuestros estatutos para la figura del vicepresidente. Él está en todas las cuestiones programáticas, nos ayudas en todas las cuestiones de organización. Yo me paso mucho tiempo fuera de la sede porque he participado personalmente y de primera mano en la elaboración de todas las candidaturas municipales, para buscar a los mejores candidatos en las alcaldías de los municipios, y eso lleva muchas horas y hay que recorrer el territorio. Así que lógicamente él está en la sede y trabaja con el resto del equipo directivo diariamente en todos los aspectos ordinarios y extraordinarios, porque son dos convocatorias electorales seguidas, y se necesitan muchas cabezas que piensen ordenadamente, muchos ojos y personas para trabajar. Porque yo estoy casi todos los días en los municipios trabajando con las candidaturas, me gusta y estoy muy contenta.

-Se da la circunstancia, en cada caso por motivos distintos, de que ningún partido con representación parlamentaria en la Junta repite el candidato con el que fue a las pasadas elecciones. En su caso, en el de Foro ¿cómo fue ese proceso?

-Yo puedo hablar por mí misma, estuve muy centrada en Gijón y participé de la vida del partido pero, claro, desde Gijón. Desde el verano, creo recordar, es cuando se plantea que yo me presente al congreso de Foro para ser candidata y a la presidencia de mi partido. Y sí que es verdad, siempre lo digo y repetiré, que yo no lo hago por aclamación popular ni porque me lo piden. Ocho años en la municipalidad roba mucha energía, agota, tienes que estar con mucha dedicación y yo creo que es muy bueno que se renueven los equipos. Así que mis opciones eran o volver al hospital o ponerme al frente de esta nueva etapa del partido. Lo pensé y es cierto que con el apoyo de muchos compañeros que me lo trasladaron, que eso hace que pienses que tendrás buena acogida, pero al final doy yo el paso. Y después del congreso del 29 de septiembre es cuando empiezo la tarea de preparar las elecciones, entonces no sabíamos que tendríamos las generales también tan cerca, y empiezo municipio a municipio. Los resultados en el 15 fueron los que fueron y las personas en política una van otras vuelven. Es verdad que hay muchos temas personales que hacen que haya gente que no pueda dedicarse a la política, por cuestiones a lo mejor profesionales, porque para un autónomo es muy difícil dedicarse a la política. En las candidaturas que tenemos una mayoría es gente que empezó en 2011, que se puede permitir hacer un paréntesis en su vida, les damos mucha autonomía a nivel municipal porque es algo que se recoge en nuestros estatutos, para poder elaborar con sus propios compañeros un programa para el concejo y que hay libertad para el día después de las elecciones poder consensuar y pactar lo que consideren mejor para su municipio sin intercambio de cromos de unos municipios por otros. Y eso es algo que me estoy encontrado que es muy bien acogido, esa libertad para trabajar por el interés de tu municipio.

-En sus estatutos incluyen el apoyo a la oficialidad del asturiano si se suma un consenso parlamentario suficiente. Si se llega a ese consenso la próxima legislatura ¿lo apoyará?

-Pero es que no lo hay. Me tocó vivir de cerca este problema en los últimos meses y contemplo con mucha pena como cada vez que se pone el debate del asturiano sobre la mesa en esta comunidad, no sé qué pasa, que el asturiano pierde. Ha sido motivo de enfrentamiento nuevamente en los meses pasados, saca este tema el PSOE, el PP se pone radicalmente enfrente y ¿quién pierde otra vez? La llingua. Hago otra reflexión, tenemos una ley desde hace muchos años que es la de Uso y Promoción y me honra decir que en Gijón hemos desarrollado esa ley y lo hacemos sin imposición y sin poner al asturiano en un brete y que sea objeto de ataque. En Gijón, de una manera natural, si se ponen dos autobuses en una campaña contra la violencia sexista se pone uno en asturiano y otro en español y no hay debate porque es un trabajo que hay que hacer continuo, de defensa del asturiano porque es una lengua que está en peligro y como asturianos deberíamos ser todos conscientes de que es algo que está en peligro y que nos competería a todos defenderla y la mejor defensa desde luego no es llevarla al enfrentamiento ¿por qué no se ha desarrollado a lo largo de estos años con un gobierno de izquierdas esa Ley de Uso y Promocion? ¿por qué ahora algún partido de izquierda pasa interesadamente de no mirar para la ley ni querer saber nada de ella a querer la oficialidad? Es tremendo, es querer llevar al asturiano a una situación de enfrentamiento entre nosotros. Quien quiera al asturiano y sea consciente del peligro que corre es un inconsciente llevándolo a esa situación.