Los distintos sectores del partido no intentaron relacionarse en la larga hora de espera por Casado que llegó con retraso al demorarse su vuelo
12 abr 2019 . Actualizado a las 17:10 h.Pablo Casado llegó al Hotel Ayre de Oviedo acompañado de su candidata a la presidencia de Asturias, Teresa Mallada mientras que la presidenta del partido, Mercedes Fernández, le esperaba a la puerta. La división del partido, abocado a la bicefalia tras designar la dirección de Génova a una persona distinta para encabezar la lista electoral y otra para mantenerse al frente del cargo orgánico de la dirección del partido, se hacía evidente también en los corros de militantes que esperaban al presidente en la entrada del edificio donde iba a celebrarse la conferencia.
No se juntaba las distintas familias en la larga hora de espera hasta la llegada de Casado, que se demoró casi sesenta minutos sobre la hora prevista por un retraso en el vuelo que debía traerle desde Madrid. No lo hacía el presidente del PP de Gijón Mariano Marín con el candidato a la alcaldía de la ciudad Alberto López Asenjo que se cruzaron críticas este fin de semana con una carta mediante en la que el primero acusaba al segundo de no ser de Gijón ni militante. Tampoco tuvieron un momento de conversación Mercedes Fernández con el cabeza de lista al senado Ramón García Cañal, que llegó a pedir que se impusiera una gestora en Asturias en los momentos más crudos de la polémica abierta entre los distintos sectores del partido.
No estaba en la cita de este viernes el suspendido secretario general Luis Venta, acusado de haber enviado un anónimo con amenazas al concejal popular de Gijón Pablo González. Con la llegada del lider, eso sí, todos ellos entraron por la puerta como si realmente fuera un partido unido, aunque fue un paréntesis en una mañana de desencuentros. Sólo el paso de una novia, con un vestido blanco de larga cola que dejaba el hotel acompañada de sus familiares, hizo coincidir las sonrisas de todos los sectores.