«La mirada feminista es la brújula democrática de la justicia social»

ASTURIAS

Sofía Castañón
Sofía Castañón

Sofía Castañón encabeza la lista asturiana de la candidatura de Unidas Podemos en las próximas elecciones generales

25 abr 2019 . Actualizado a las 20:12 h.

Sofía Castañón repite como cabeza de lista en la candidatura de Unidas Podemos por Asturias en las próximas elecciones generales. Secretaria de Feminismos en la organización morada, apuesta porque la búsqueda de la igualdad marque la agenda política en la próxima legislatura y lamenta que su formación ha recibido, a su juicio, poca solidaridad despuçes de destaparse la difusión de información falsa sobre su partido por parte de una policía paralela dirigida desde el Ministerio del Interior bajo el mandato de Jorge Fernández Díaz.

-En el debate prevista de candidatos en una televisión privada (fue suspendido por la tarde por la Junta Electoral), los bloques de temas se reparten en asuntos como actualidad, pactos y uno sobre Cataluña, ¿es el monotema, no importa Asturias en esta campaña?

-Nosotras llevamos tiempo diciendo que en realidad se quiere hablar de Cataluña para estar hablando de un enfrentamiento entre unas derechas y otras, las del territorio de Cataluña y las ubicadas en Madrid y lo que toca es hablar de la gente. Hay un interés en hablar de Cataluña que no debería ser muy problemático si no fuera porque termina por dejar fuera la agenda social. Y desde luego de Asturias habría mucho que hablar, claro.

-¿Qué tema debería ser el protagonista de la campaña?

-Hay que afrontar el reto de la desigualdad y darle una respuesta que tiene que ver con la generación de empleo de calidad y que además sea limpio. Ahora mismo tenemos por delante la posibilidad de ampliar el marco de derechos para toda la población, incluyendo a la mitad, a las mujeres, que solemos quedar fuera. Todo en el marco de nuestros derechos, de nuestra salud, de nuestro medioambiente, qué vamos a hacer frente al cambio climático. Y todo esto desde la perspectiva de que es necesario que se genere un empleo que permita vidas dignas.

-En Asturias se plantea un cierto dilema sobre el medioambiente y el empleo, ¿cuál es su posición sobre la descarbonización y el impacto que tendrá en la economía de la comunidad?

-Se tiene que hacer una reconversión real que no se hizo nunca. Si hablamos de un proceso de transición energética, por cada empleo que se destruya de forma directa o indirecta hay que generar dos puestos de trabajo. Y esto pasa porque el Estado tenga que asumir su implicación y su intervención, especialmente en aquellas comarcas que están en ese proceso de desindustrialización y eso tiene que ver en concreto con nueses cuenques. Además necesitamos hacer una auditoria seria e independiente sobre los fondos mineros ¿qué ha pasado con eso? El cierre, que se votó en Europa, lo votaron otros partidos que no dan explicaciones y que además usan esto como arma arrojadiza en el debate electoral, pero ni explican qué votaron entonces ni qué piensan hacer ahora, no hacen más que generar una retórica vacía en la que no hay respuestas. En ese cierre que venía de Europa se incluían unos fondos para que no ocurriera lo que ahora pasa en las cuencas ¿dónde está todo ese dinero? Sabemos dónde está un poquito, a veces en algún letrero y en las cuentas de algunos tipos que ya están en la cárcel por ello pero ¿dónde está todo lo demás? También es necesario exigir responsabilidades. Se puede generar un empleo que no sea precario, de calidad, apostando por un modelo de sostenibilidad verde porque no es cierto que tengamos que elegir entre paro o cáncer.

-Al hablar de descarbonización todos los partidos responden con propuestas para las comarcas mineras, pero lo cierto es que las térmicas se alimentan fundamentalmente de mineral de importación, más allá reconversión minera, ¿con qué energía se va alimentar la industria en Asturias si se cierran las térmicas?

-Antes de nada, y lo decimos desde siempre, mientras se tenga que quemar carbón tiene que ser carbón autóctono. Tiene que ser carbón de Asturias, cuyos precios han bajado pero se prefiere estar comprando el de importación que entra por El Musel, y es un carbón manchado de sangre, sacado de Colombia y que al final no señala a otro que a Goldman Sachs. Tenemos claro que mientras haya que quemar carbón tiene que ser carbón de aquí. Y esa apuesta tampoco la estamos viendo reflejada. Además las minas cuando se cierran se tienen que cerrar en forma, el problema y el peligro, además de la pérdida de puestos de trabajo, que implica no cerrar las minas afecta a los propios pueblos que están alrededor. Podemos estar generando energía sin tener que pagar la luz a precio de fuerzas giratorias corruptas. Es necesario repensar nuestra producción de energía, que tengamos una producción consecuente con nuestro consumo y esto se tiene que hacer desde un planteamiento verde y que además sea asequible para la ciudadanía, que no tengamos una situación de pobreza energética, como tenemos a día de hoy. Que no tengamos que ver a nuestras viudas tener que elegir entre pagar la luz o comer. Se trata de repensar cómo producimos la energía, cómo la consumimos, a qué precio y teniendo siempre presente que esto tiene que pasar por la creación de puestos de trabajo y que no puede ser inferior a la que existe ahora. Si no que, de hecho, ese planteamiento de transición energética verde genera más empleo, no menos. Hablamos, en todo el Estado, de un millón de puestos de trabajo.

-La denuncia de las «cloacas del Estado», la difusión de noticias falsas sobre su formación es parte fundamental de su campaña.

-Que nuestra democracia se ponga en peligro de esta manera debería ser un eje de la campaña para cualquier partido que se considere de un estado de derecho. Lo de los bajos fondos del estado no tiene que ver con que le ocurra a Podemos, es un ataque a la democracia porque en pone en cuestión nuestra propia soberanía popular y porque condiciona totalmente cuáles van a ser las posibilidades de gobierno que nos vayamos a encontrar, por cómo se han generado pruebas falsas y difundiendo 'fake news' para que no podamos tener, como ya ha pasado, un gobierno que garantice que la vida de las personas ocupe el eje de las políticas o que lo hagan los intereses del Ibex35. Esto debería estar preocupándole a todos los partidos y la verdad es que lamentamos la falta de preocupación y de solidaridad que nos hemos encontrado en el resto de partidos.

-¿Cree que ese episodio explica que no se formara un gobierno entre PSOE o Podemos o la caída de expectativas en las encuestas de su grupo o hay más factores?

-Por lo menos evidencia, lo que hemos escuchado en las últimas semanas, que había un interés expreso porque Podemos no pudiera estar en un gobierno con el partido socialista después del 20D, esto se expresa con mucha claridad. Esto atentaba contra los intereses del Ibex35. Más allá de eso es conveniente y saludable realizar ejercicios de autocrítica porque todo es mejorable, pero considerar que lo que pueda ocurrirle a una formación política como la nuestra depende única y exclusivamente de nuestro acierto o de nuestro error es no estar comprendiendo el propio panorama político en el que nos movemos.

-Y, de cara al futuro, ¿qué puede pasar tras elecciones, habrá un pacto con el partido socialista?

-Quien considere que puede gobernar en solitario creo que hace un ejercicio de política ficción e ingenuidad muy alto. Ahora mismo va a tocar entenderse comprendiendo que esto pasa por dónde se quiere poner el foco y las prioridades políticas. De la misma manera que hay discursos con los que no se puede ir ni a la vuelta de la esquina, todos aquellos que promueve la ultraderecha, los que atentan contra nuestra ciudadanía, contra los derechos de las mujeres, lo de la comunidad LGTBI, las personas que vienen de otros territorios para poder desarrollar sus vidas, de las pensionistas o las personas en situación de dependencia. Con quienes atentan contra todo eso no creo que se pueda sentar a hablar ni de democracia. Frente a quienes quieren llevarnos a tiempos oscuros anteriores al 78, y también contra quienes ofrecen únicamente una situación acomodada del 96, pensamos que puede haber un camino que amplíe el marco de derechos; que nos estamos jugando quién escribe el BOE si la ciudadanía o los intereses del Ibex35. Podemos llevar a un gobierno, que esperamos liderar, pero que sabemos que tendrá que ser con el PSOE, a defender los intereses de la ciudadanía. Y además hemos visto algunas muestras en el acuerdo presupuestario, demostrando que sí se puede. Con la subida del SMI por ejemplo.

-¿Por qué cree que surge esa ultraderecha?

-Siempre ha estado ahí, otra cosa es que ahora no se coloque ningún filtro para expresar ideas que están fuera del marco constitucional y de la democracia. Pero no nos confundamos, determinados discursos no sólo los encontramos en partidos extraparlamentarios, también los encontramos en el PP de Pablo Casado, que parece que está jugando a ver cuál es la mayor barbaridad que se le ocurre para poner una agenda política que nos impida hablar de lo que le interesa al 99% de la ciudadanía, y que desde luego, no es ir contra los derechos de las personas si no garantizar que esos derechos están blindados en la Constitución. Eso es de lo que nos toca hablar.

-Haciendo balance de la legislatura que termina, ¿fue diputada de Podemos o de Unidos Podemos?

-Yo he sido diputada de Unidos Podemos.

-Se lo digo porque en IU de Asturias ha habido quejas recurrentes sobre que no hubo una relación fluida y no había interés en conocer sus propuestas.

-Por nuestra parte siempre ha estado disponible la comunicación y con muchas personas de IU de Asturias durante el tiempo en que he estado ejerciendo como diputada, y sigo porque pertenezco a la diputación permanente. Esa comunicación ha estado presente, lamento que haya habido quienes preferían ir a los periódicos antes de levantar el teléfono y tener una conversación con quien les estaba representando con toda la responsabilidad en las instituciones. Creo que ha sido anecdótico aunque haya tenido su ruido en los medios. Creo que ha sido algo muy pequeño y el trabajo, dentro del grupo con Izquierda Unida federal para mí ha sido fructífero, siempre en comunicación, con nuestras legítimas diferencias siempre desde la mayor responsabilidad y honestidad política y me siento orgullosa de ese trabajo.

-El caso es que aquí en Asturias las diferencias entre ambos grupos han sido las más marcadas de todo el estado y de hecho es aquí donde antes ambas formaciones decidieron que, al menos en las autonómicas, irían por separado, ¿por qué cree que es así?

-Lo que yo puedo decir es que me siento muy orgullosa de que nos llamemos Unidas Podemos, especialmente orgullosa de que ahora sea en plural femenino, y también lo digo como secretaria de Feminismos, y también muy orgullosa de ir de la mano de Juan Ponte, que pienso que será un magnífico diputado en las cortes. Más allá de esto, creo que hay determinadas cuestiones que le corresponde responder a las propias organizaciones y que no debo meterme en cuáles son esas diferencias y en cualquier caso cómo se gestione eso en Asturias lo deben decidir ambas formaciones y sería poco responsable por mi parte valorar esas diferencias, que siempre serán legítimas.

-Respecto a su posición como secretaria de Feminismos, ha habido dos celebraciones del 8M contundentes, ¿qué cree que se ha logrado en esas dos convocatorias y cuál debe ser el siguiente reto?

-El mayor éxito es que hayan cambiado las conversaciones, que esos dos 8M incontestables no fueron fruto de un día si no de un año de trabajo previo y que tampoco fueron éxito de un día si no que cambiaron totalmente nuestra manera de relacionarnos, de pensar el trabajo. El 8M de 2018, una jornada de movilización entera, es lo más cerca que hemos estado de una huelga general si comprendemos que el trabajo no sólo es el remunerado y el visibilizado, es lo más cerquita que hemos estado de un paro general comprendiendo el trabajo de una manera más amplia y que es la comprensión más justa y garantista. Además estos 8M han dejado desnudo al idiota, prueba de ello es que al día siguiente cuando Albert Rivera se quería autoproclamar líder del feminismo transversal, sólo produjo risas en cualquier parte porque se veía ridículo. Ha habido un cambio de paradigma absoluto, el feminismo es hegemónico como pensamiento político como no lo ha sido nunca. Y ahora mismo, quienes quieren ir en contra de las ideas de igualdad y justicia social que promueve el feminismo saben que están fuera del marco del sentido común. Ese es uno de los mayores cambios que, además, no tiene vuelta atrás; es algo imparable y por eso hay también quienes ladran, porque cabalgamos. No debemos parar en ese marco de ampliación de derechos, defendemos la Constitución y aún así necesita visibilizar las madres, hermanas y abuelas que tuvo. Porque las mujeres salieron desde los movimientos vecinales, feministas, LGTBI, a pelear por la democracia pero al final la Constitución únicamente tuvo padres a la hora de escribirla, igual que la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano de la Revolución Francesa; necesitamos asegurar que los derechos del conjunto de la ciudadanía sin dejar a nadie atrás y eso implica estar mirando con esa palabreja, la interseccionalidad, es decir estar mirando desde las mayores situaciones de exclusión y desde ahí garantizar los derechos. No podemos garantizar los derechos sólo para quienes tienen una clase acomodada, sólo para un género, sólo para una orientación sexual o una identidad de género, sólo para una cultura o un color de piel o nacionalidad. Tenemos que asegurar que los derechos son para el conjunto de la ciudadanía y eso pasa necesariamente por hacerlo desde una mirada feminista que ahora mismo es la brújula democrática de la justicia social.       

-¿Cómo trataría de convencer a quienes se oponen a la oficilidad del asturiano aduciendo que habría imposiciones o que supondría un gasto?

-Yo tranquilizaría a todos los que tienen estas dudas porque la oficialidad del asturiano ni supone un coste ni es una imposición, es reconocer un derecho de muchas hablantes y el reconocimiento de nuestras lenguas es una riqueza para el conjunto de la ciudadanía. Hay un grupo de muy pocos ciudadanos, y lo digo porque hubo una manifestación y fueron cuatro, que siguen renuentes y tristemente en todas las democracias hay quienes quieren negar derechos a las personas pero no pueden ser los que estén determinando lo que tiene que asegurar el estado. Es una pena que haya antidemócratas en nuestro país y en Asturias, la mayor parte de la ciudadanía no tiene ningún problema con la oficialidad y hay una amplia mayoría que defendemos que se haga realidad y que se haga cuanto antes