Alcoa cifra en 220 millones el coste de cerrar sus plantas de A Coruña y Avilés

La Voz REDACCIÓN

ASTURIAS

Trabajadores de Alcoa concentrados en la plaza de España de la Avilés, para pedir la intervención del Estado en las fábricas de Alcoa local y de A Coruña
Trabajadores de Alcoa concentrados en la plaza de España de la Avilés, para pedir la intervención del Estado en las fábricas de Alcoa local y de A Coruña Alberto Morante

Si aparece un comprador, la multinacional se ahorraría 50 millones en la reestructuración

18 abr 2019 . Actualizado a las 21:20 h.

Alcoa no levanta cabeza. Al menos eso dicen sus cuentas. El gigante estadounidense del aluminio presentó ayer sus resultados financieros del primer trimestre del año, en el que perdió 199 millones de dólares (cerca de 177 millones de euros, al cambio actual), una cifra que contrasta con la del mismo período del 2018, en el que se anotó 173 millones de euros de beneficios.

La entrada en números rojos se produce, según explicaron a inversores y analistas los directivos de la multinacional, por el impacto en las cuentas del cierre de sus plantas en A Coruña y Avilés. El coste inicial de la reestructuración, después de firmar en enero el acuerdo con los sindicatos, ascendió a 120 millones de dólares (unos 107 millones de euros). Pero la factura será más abultada. El impacto final dependerá de si se encuentra o no comprador para las fábricas, un proceso con el que la cúpula de Alcoa se mostró «comprometida», por boca de William Oplinger, vicepresidente y director financiero. Y no es para menos. Se juega 50 millones de euros. Según los cálculos que manejan en la sede de Pittsburgh, la cuenta de la reestructuración se incrementará entre 70 y 125 millones de dólares (en euros, entre 62 y 111 millones) para cumplir con el plan social pactado con los representantes de los trabajadores. Tres cuartas partes de ese desembolso corresponderán a pagos en metálico.

El presidente de Alcoa, Roy Harvey, presentó ante el mercado el cierre de las dos plantas españolas como un sacrificio necesario, argumentando que su elevado coste de mantenimiento las hacía poco competitivas. Y lanzó un aviso que no tranquilizará a los trabajadores de otras fábricas: «Continuaremos revisando nuestra cartera de activos».

Proceso de venta

Según la información facilitada la semana pasada por el Ministerio de Industria, hay ya doce inversores interesados en comprar las fábricas de A Coruña y de Avilés. De ellos, nueve han firmado incluso la cláusula de confidencialidad con la compañía estadounidense para desarrollar las negociaciones en secreto. Y al menos tres ya tienen elaborado un proyecto industrial para las plantas.