«Queda mucho paternalismo obstétrico misógino que salva a los bebés de "sus inconscientes madres"»

s.d.m.

ASTURIAS

Concentración a las puertas del HUCA para protestar contra el ingreso forzado de una embarazada
Concentración a las puertas del HUCA para protestar contra el ingreso forzado de una embarazada

Colectivos de pacientes y de matronas critican la decisión HUCA de recurrir a los tribunales para ingresar a una parturienta. No conocen ningún otro precedente en Asturias

26 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Sabe de casos de embarazadas que han recibido cartas de algún hospital en tono más o menos apropiado pero hasta ahora no conocía ningún caso en Asturias en la que los tribunales hayan intervenido para ingresar a una parturienta en un centro público. «Irregular, irreverente, ilegal,...». Le sobran los adjetivos para calificar la actuación del servicio de Obstetricia del Hospital Universitario Central (HUCA) en el que ha sido ingresada una embarazada ovetense con síntomas previos al parto que estaba esperando en su casa, acompañada por profesionales cualificados, según ha explicado Helena Herrero. Se trata de una enfermera que preside el colectivo Amamantar desde 1999 y también una de las personas que ha sido clave para la creación del grupo asturiano de El Parto es Nuestro, una asociación que defiende el derecho de las mujeres a decidir cómo dar a luz.

Herrero no está sola. Cuenta con el apoyo de los voluntarios y asociados de los dos colectivos. Durante la tarde del miércoles, después de conocer la resolución judicial que ordenaba el ingreso forzado de la embarazada, llamó a todas las puertas a su alcance, desde el Ministerio de Sanidad a la consejería, grupos parlamentarios,... Nada funcionó. La orden era firme y tenía poco margen de maniobra. De todos modos, lo tiene claro. La madre gestante estaba haciendo uso de sus derechos y no estaba poniendo en riesgo al feto. Más estrés le generó todo lo que sucedió a raíz de la intervención del servicio de Obstetricia del HUCA: «Se ha generado un riesgo innecesario por una intervención vulgar y desmedida que ha generado estrés muy fuerte a una embarazada». Se refiere, sobre todo, al shock que sufrió cuando agentes de la Policía Local fueron a buscarla a casa para trasladarla al hospital. Acaba de ser incapacitada. «Quedan muchos restos de ese paternalismo obstétrico misogino , que trata de salvar a los bebés de "sus inconscientes madres"», añade.

«La actitud del HUCA me parece inaceptable desde el punto de vista técnico». Esto es lo que piensa un médico, en concreto, Carlos Ponte, presidente de la Asociación para la defensa de la Sanidad Pública, que ve reticencia en los ginecólogos a perder terreno, pero que asegura que no existe evidencia científica que diga que en un embarazo de riesgo bajo el parto en casa sea peor. Ofrece datos de un artículo publicado en el British Medical Journal, en 2016, sobre un estudio que califica de muy interesante y que no ve grandes diferencias entre la atención hospitalaria y las casas de maternidad que existen en el Reino Unido. Otro ejemplo de Ponte: en Holanda, el 20% de las mujeres optan por el parto domiciliario con asistencia profesional. «Existe polémica desde hace años porque el parto está muy medicalizado y eso ha ido generando resistencia», argumenta.

Helena Herrero comparte esta opinión. La estrategia por el parto natural suscrita en 2009 ha servido para desmedicalizar los partos. Se ha avanzado mucho reconoce y se ha luchado contra unas decisiones médicas muy intervencionistas. Los protocolos se han mejorado y las matronas han ganado protagonismo. Los protocolos en vigor en los hospitales están, en muchos casos, incluso colgados en sus web. Sin embargo, Herrero precisa que un protocolo no tiene rango científico. Así que sí puede estipular que una embarazada de más de 42 semanas debe quedar ingresada pero eso no significa que la mujer no se pueda negar. De hecho, asegura que, de acuerdo con la ley de autonomía del paciente, puede hacerlo. Como puede decidir no parir en un centro público sino en uno privado o en su casa.

El colofón a toda esta acción que considera desmedida han sido las palabras de la ministra asturiana de Sanidad, María Luisa Carcedo. Cree que su opinión está muy lejos de cualquier rigor científico y también del trabajo desarrollado por muchas mujeres en el ministerio que han trabajado para humanizar los partos. «Aún quedan ministras alejadas de las mujeres y el verdadero método científico, que no se enteran que el parto en casa es una opción segura y responsable, frente al parto hospitalario... Cuando una mujer dice "no, es no", también para esto», señalan desde la asociación Amamantar.