«No se saltó ningún control. Se enteró de que la habían denunciado cuando llegó la Policía a por ella»

S.D.M.

ASTURIAS

Barriga de una mujer embarazada
Barriga de una mujer embarazada

La familia de la embarazada ingresada por orden judicial en el HUCA niega la versión ofrecida por el hospital. Convoca una concentración a las puertas del hospital

25 abr 2019 . Actualizado a las 14:54 h.

«No se saltó ni un solo control. Esta misma semana la citaron en monitores y acudió. Como ya había cumplido las 42 semanas le propusieron quedar ingresada. El bebé estaba perfecto y no había ningún indicador de riesgo. Pidió tiempo para pensarlo y salió a dar un paseo. Cuando regresó ya no había nadie en el servicio. Se enteró de que la habían denunciado cuando llegó la Policía a casa». Esta es la versión que relata la familia de la embarazada ingresada por orden judicial en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) desde ayer, miércoles. Una portavoz familiar ha negado los datos aportados por el propio centro al juzgado de guardia que dictó el auto y ha confirmado que se están asesorando por si es necesario emprender acciones legales. Además, se ha convocado una concentración a las cuatro de la tarde delante de la puerta principal del centro hospitalario.

«Es un embarazo de bajo riesgo, como hay miles», explica la familia. La portavoz señala que pueden demostrar que ha acudido a todos los controles rutinarios y que esta misma semana le tocaba monitorización, para controlar el latido y las contracciones. Asegura que todo estaba correcto y que ya se encontraba por encima de las 42 semanas. Después de salir del hospital, explica que tenía contracciones flojas, es decir «que se encontraba en situación de preparto». Pero también precisa que era muy pronto para acudir al centro. «En ese punto nadie te recomienda ir al hospital», insiste.

Niega que se diera a la fuga. Nunca llegó a estar ingresada. Tampoco existía, a su juicio, ninguna situación de peligro. Es más, alrededor de las dos de la tarde, «sigue hospitalizada pero no se le ha inducido el parto», así que la familia no entiende a qué se debe una actuación tan drástica. «No entendemos por qué se la ha incapacitado», se pregunta. Lo único que entienden es que el propio servicio de Obstetricia considera un riesgo simplemente pasar de las 42 semanas. «Solo el hecho de inducir el parto y una posible cesárea son peores», argumenta.