La partida de póker de las derechas asturianas

Juan M. Arribas

ASTURIAS

Pilar Canicoba

La partida de cartas de PP, Ciudadanos, Foro y Vox. En juego: 300.000 votantes en Asturias

15 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Las cuatro derechas (el término se lo adjudicamos a Adrián Barbón) se disputan cerca de 300.000 votantes en Asturias y las cuatro fuerzas se miran de soslayo porque la tarta electoral no da para más. Mientras el PP bicefálico (Mallada versus Cherines) ha respirado con el último CIS de Tezanos, Ciudadanos no plantea líneas rojas de pactos salvo con los extremos, Foro quiere ser la clave de un futuro gobierno y Vox se mofa del giro ideológico de Casado y se ve en crecimiento en Asturias. ¿Serán suficientes las papeletas para poder formar un gobierno tetrapartito?

Barbón advirtió ayer en Los Desayunos de TVE de los peligros de la derecha, que en Asturias son un póker, una singularidad. El candidato socialista aseguró que no sale a pactar, sino a ganar. Bien diferente podría ser la realidad de la derecha, que si quiere gobernar está abocada a pactos a cuatro bandas. En esa ecuación, Foro aspira a ser clave. Carmen Moriyón ha admitido a este periódico que quiere ser la llave del futuro gobierno y no se cierra en banda a ningún pacto, tal y como ha logrado en Gijón, con acuerdos puntuales con Xixón Sí Puede y Mario Suárez del Fueyo. La marca Foro quiere distinguirse de sus tres rivales en su regionalismo y en la ausencia de un sucursalismo de Madrid. El CIS plantea casi su desaparición de la Junta, lo que ha llevado a Cascos a plantearse acciones legales. 

Otra cosa es Vox. Ignacio Blanco, el abogado que lidera la candidatura en Asturias, se mofa del giro centrista de Pablo Casado. En conversación con La Voz, Blanco ironiza con el aggiornamiento casadiano (el nuevo centrismo) y pronostica que su grupo está en crecimiento y que sus resultados van a mejorar los del 28-A. Tezanos augura justo lo contrario: un efecto retirada del voto voxista y una vuelta a la casa madre del PP. Blanco niega que Vox sea un partido de extrema derecha aunque sí cree que Podemos es de extrema izquierda -«ellos se han autocalificado así»- y cree que el efecto péndulo hacia el PP es una falacia. Blanco además suelta veneno contra Juan Vázquez a quien recuerda sus vínculos socialistas como asesor de Javier Fernández, «y salta a la vista cómo le fue a Fernández con sus consejos». Pero por mucho que se ría Blanco de Casado, ambos partidos se deberán ver las caras tras los resultados del 26-M, sea en casas consistoriales o en la Junta. Fuentes del PP creen que el Ayuntamiento de Oviedo podría ser un ejemplo paradigmático.   

Los populares siguen atizando al PSOE. Tiene identificado al enemigo y rival y eso en política simplifica y produce buenos réditos. Salvo que te equivoques de rival. Un analista político recordaba recientemente cómo Fernando Alonso y Ferrari se equivocaron de estrategia en la última carrera del Mundial de 2010 en Abu Dhabi, cuando se marcaron como objetivo seguir a Weber y fue Vettel el que se aprovechó de ese marcaje para llevarse el triunfo final. Mallada aspira a poder ser presidenta y para eso precisaría de un acuerdo de las cuatro derechas. Por el momento apenas hay mención en sus discursos hacia Vázquez, Moriyón o Blanco.

Juan Vázquez ha dado por hecho desde el inicio de la precampaña que los pactos van a ser necesarios. No se trata de con quién pactar, sino para qué. El candidato de Ciudadanos no está de acuerdo con Inés Arrimadas, que ve muy complicado pactar con el PSOE. Vázquez no se cierra en banda porque es consciente de que las alianzas llegarán, y la hemeroteca es traicionera. «Pediré moderación, centralidad, constitucionalidad y una decidida política de cambio para Asturias».

El camarote de los hermanos Marx 

Habrá debate al fin en la RTPA. El primero que celebra la televisión pública asturiana. Se emitirá el lunes 20 con los siete principales partidos. El ente ha incluido también a Vox, considerada tras las últimas elecciones generales como un grupo político significativo. Blanco había denunciado las maniobras socialistas para que no hubiese debate. Y ayer mismo negaba la celebración pese a que la TPA lo anunció a última hora de la noche del lunes en su página web. El debate contará con bloques temáticos centrados en política industrial, movilidad, infraestructuras, mundo rural y crisis demográfica, cultura, cooficialidad, reforma estatutaria y servicios públicos. Además cada candidato contará con un minuto final para pedir el voto a los ciudadanos. La apertura y cierre de cada bloque y  el orden del minuto final y de la posición en los atriles se ha hecho por sorteo. El plató deberá ser amplio, para que el debate no se convierta en el camarote de los hermanos Marx.