«No podemos resignarnos a tener el AVE en León y el aeropuerto en Santander»

Susana D. Machargo REDACCIÓN

ASTURIAS

Carmen Moriyón, la candidata de Foro dice que está acostumbrada a mandar y está dispuesta a demostrarlo en el Principado

20 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Está acostumbrada a mandar, tanto en su vida profesional, como médico, como en los ocho años que lleva en la política. Así que deja claro que ahora, en su salto a la política autonómica, tienen mando en plaza y no siente la sombra alargada de Francisco Álvarez-Cascos sobre ella. Disfruta del contacto con la gente. Eso es lo que hace llevaderos los miles de kilómetros que lleva rodados en su coche a lo largo de toda Asturias. Confiesa que incluso ha pegado alguna cabezada intempestiva y al despertarse no sabía donde estaba. Fue algo muy puntual. Carmen Moriyón es muy consciente de qué se juega Foro en estas elecciones. Aspira a convertirse en la llave de la gobernabilidad, dice, para cambiar cosas.  

-Tiene experiencia en campañas municipales pero se estrena en la autonómica, ¿qué diferencias básicas está notando?

-Solamente le veo una diferencia, las distancias, que ahora ya tampoco me parecen para tanto. Mis dos campañas en los ayuntamientos eran por los barrios y, claro, te recorrías los barrios que ya conocías. En la primera, Gijón me pareció muy grande. Luego ya no. Ahora, tocan las autonómicas. El año pasado, todavía me parecía un territorio que no abarcaba. Ahora estoy contenta porque me gusta. Me gusta viajar y conocer personas.

-¿Y el contacto con el elector es igual en ambas campañas?

-Las personas quieren que los políticos hablemos con ellos y se sienten fatal cuando llegas con propuestas. Las personas, legítimamente, necesitan que se les escuche y saber que pintan algo. Tú estás haciendo planes con sus vidas y ellos quieren dar su opinión y, sobre todo, contar lo que están pasando. Y eso pasa muchísimo en el medio rural. Es increíble cómo necesitan hablar, denunciar que no se cuenta con ellos. Es con los que menos se cuenta. Se ha legislado todo para ellos sin tenerlos en cuenta y se sienten la nada. Eso es lo peor que he visto. Lo primero es escuchar. Las campañas, desde luego, hay que hacerlas. Es donde lo damos todo y nos comprometemos al detalle. Pero es cierto que a todos los municipios he estado yendo desde el verano, cuando fui ya a visitar a recabar el apoyo de mis compañeros para nuestro congreso. Después he seguido yendo mucho y eso hace que ahora tenga mucha tranquilidad. Porque ir solo ahora, estas semanas de campaña, no me atrevería. No me atrevería ir a pedir sin haber pisado antes el territorio, así que estoy muy contenta.

-Está haciendo todo esto mientras lo compagina con la Alcaldía. ¿Tiene tiempo a dormir?

-Tengo que decir que en la Alcaldía ya solo quedan los asuntos ordinarios y rutinarios. En la Alcaldía, entre enero y marzo, quedé muy tranquila. Se aprobó el Plan General de Ordenación, por mayoría, se firmó el convenio del Plan de Vías y, además, teníamos la palabra del ministro Ábalos, y nos pusimos de acuerdo para ver las modificaciones presupuestarias para obras concretas en todos los barrios. Todo esto me dejó mucho más tranquila. Ahora lo que queda hasta el 15 de junio es estar vigilantes a los asuntos ordinarios, vigilantes con la playa, con la tranquilidad de que ya tenemos los pozos de tormentas en marcha,… No llegamos al tiempo de descuento del partido a aprobar los temas fundamentales sino que gracias a la colaboración de toda la corporación, no me cansaré decirlo, no hubiera pensando un final de mandato mejor. Los acuerdos son la mayor satisfacción cuando una se dedica a la política y es lo que se merecían los gijoneses. Podemos habernos equivocado como gobierno, podremos haber sido lentos pero creo que lideramos una serie de acuerdos y la corporación deja a los gijoneses, en estos tiempos de desafección de la política, algo concreto. El Ayuntamiento de Gijón va a ser a la historia por ser pionero en encontrar acuerdos dentro de una gran fragmentación política.

 Algo que aprendí a fuego en Gijón es que hay que gobernar para todos

-¿Esa gestión es una buena tarjeta de presentación autonómica?

- Eso lo tienen que decidir los ciudadanos. Eso es lo que yo ofrezco. En 2011, ofrecía ilusión y ganas de trabajar y cambiar las cosas. Teníamos un lema que hasta a mí me costaba creer, que era: Difícil pero posible. Y nos movimos mucho con ese lema. Hoy ofrezco otra cosa. Si alguien me pregunta, ¿tú como lo harías? Pues yo contestaría. Pues mire estuve ocho años en el ayuntamiento y lo hicimos con gestión. Algo que aprendí a fuego es que hay que gobernar para todos. Son lecciones que se te graban a fuego. Recuerdo los primeros meses que venían compañeros de la sede y nos decían que teníamos bajas. Les preguntábamos por qué y nos decía que era porque habíamos votado algo con Podemos. Los senté a todos, a los concejales y a los responsables de la sede, y les dije que esto era así. Si ganas las elecciones, se gobierna para todos. Cometeremos errores pero, desde luego, la misión es gobernar para todos y sino esto no funciona.

-¿Ahora que ha dado el salto a la arena política autonómica, no sé si la sombra de Cascos es mucho más alargada? ¿Su influencia sigue siendo fundamental para el partido?

- Es que eso no le he vivido yo. Vengo de mandar ocho años en Gijón, integrada en un partido, en el que Cascos primero era el presidente y luego el secretario general. En esos años de dedicación prácticamente exclusiva a Gijón, me respetaron. Viví la autonomía municipal. En estos ocho años, Francisco Álvarez-Cascos nos respetó todas las decisiones que tomamos. Así que yo no tengo esa sensación. ¿Qué sensación tengo ahora que he llegado a la política autonómica? Vengo de ejercer mando. Tras ejercer una responsabilidad de estar al frente de la ciudad mayor de Asturias, llego aquí y tengo un equipo en el que está él. Si tengo alguna duda, le pregunto. Es una persona que controla muchos temas y que tiene una cabeza privilegiada que no tenemos los demás. Lo que intento, como en todos los equipos, es que cada uno dé lo mejor. Y Cascos da lo mejor y da cuando se le pide, como un compañero más. A eso no voy a renunciar. Siempre que alguien aporta, no sobra. Yo sé que desde fuera se cuestiona mucho y es lógico. El tiempo tiene que pasar y tienen que ver que yo ejerzo mi liderazgo. Pero yo no lo siento porque, lo confieso, vengo de trabajar en equipo pero de ejercer mando y eso lo tengo muy interiorizado. Cascos es un compañero que aporta cosas que los demás no sabemos, por inexperiencia. Ahora tenemos muchos candidatos nuevos. Mucha gente me pregunta por qué voy tanto al oriente o al occidente. Pues porque estoy entusiasmada con los candidatos que tenemos, porque me dan una visión de la calle. En lo que yo haya podido perder en estos ocho años por estar ya en la estructura política, llegan estos políticos y me ponen los pies en el suelo. Con Tejada, en Oviedo. Con Carlos Guardado, en Avilés. Todos los días trabajo con ellos. Estoy muy contenta. Las piezas del puzzle encajan. El 26 las personas son libres y decidirán lo que quieran pero esta etapa la estamos viviendo muy a gusto.

-Sin embargo, las encuestas no parecen demasiado favorables. Son solo encuestas pero ¿cómo está viviendo esos sondeos?

-Afrontamos esta etapa siendo objetivos. La encuesta del CIS tenía demasiadas debilidades para ser creíble. Eso no lo dice Carmen Moriyón. Eso está analizado por todos los medios de comunicación del primer nivel. Entonces, lo que hicimos fue, desde el minuto uno, seguir trabajando como sabemos. Tenemos la esperanza de que nuestro mensaje cale. Foro presenta un proyecto propio para Asturias y tenemos un entusiasmo que a veces me da miedo. Algunas veces les digo, no nos vengamos tan arriba.

Nosotros ofrecemos un compromiso con el territorio que no ofrece ningún partido.  Los partidos grandes y de larga trayectoria tienen con Madrid una conexión que no son capaces de romper

-Con cuatro partidos que parecen disputarse un espacio electoral similar, entre Foro, Vox, PP y Ciudadanos, ¿qué diferencia a su partido? ¿Cuál es el mensaje que les diferencia, su voz propia? ¿Qué ofrece Foro que no ofrecen los demás?

-Nosotros ofrecemos un compromiso con el territorio que no ofrece ningún partido. Los partidos grandes y de larga trayectoria tienen con Madrid una conexión que no son capaces de romper. Al final, acaba decidiendo Madrid, acaban decidiendo otros territorios sobre el nuestro. Nuestra pelea es Asturias. Tenemos un empeño en esta campaña con el medio rural. Creemos que se habla de la Asturias de todo mal, de todos los indicadores. Incluso en cosas que yo nunca sospechaba también somos los últimos. Estamos dejando atrás la clave que es el medio rural y la tecnología para ese ámbito. Esa combinación nos puede sacar de donde estamos. La historia de Arcelor ya nos la sabemos. Llevamos mucho tiempo advirtiendo de que esa política energética no iba por el camino adecuado. Lo sabemos, por desgracia. Pero la sociedad asturiana no sabe lo castigado que está y lo ninguneado que está el medio rural. Luego nos quejamos de la despoblación y planteamos un motón de medidas. No. Lo primero es levantar el castigo socialista a la zona rural, que lo ha intervenido durante años desde los despachos de las consejerías. Le están diciendo qué tiene que plantar y cuándo, las especies de ganado que tienen que emplear, deciden dejar crecer el matorral y que invadan los pastos. Todo eso se decide desde Oviedo.

¿Y cuál es la alternativa de Foro? ¿Qué propone?

-La propuesta es poner en el centro de nuestras políticas al medio rural. Frente a la despoblación, promoción del medio rural y sacarlo de la hiperrregulación que tiene, porque no se puede hacer ya nada. Hay que hacer una discriminación positiva desde el punto de vista fiscal. No pueden pagar los mismos impuestos las personas que no tienen los mismos servicios, porque no tienen saneamiento, no tienen recogida de basuras, no tienen internet,… No tienen nada. Cómo está el suroccidente. La autovía de Oviedo-La espina… Hay que conectar rápido el suroccidente, la zona con más despoblación y precariedad en el empleo. Así que, a parte de las infraestructuras, fiscalidad. La pastora que está en Sotres, que pelea por una marca de calidad en su queso, que viene el lobo y le mata 40 ovejas o cabras, que encima tiene uno o dos hijos y no tiene con quién dejarlos porque no tiene escuela infantil,… Frente a eso, ¿nosotros qué decimos? Primero, hay que poner bonificaciones al tramo autonómico del IRPF. Si estoy en zona despoblada, tengo que tener bonificaciones y que me cubran el 0 a 3 años. Y si no tengo un 0 a 3 años cercano, igual alguien de mi municipio puede cuidar a mis hijos. Tengo que tener una bonificación si compro, rehabilito o alquilo una casa en la zona rural. Una lista de bonificaciones. Es decir, menos impuestos en la zona rural y más servicios. Políticamente puedo tener la voluntad de extender la banda ancha a todo el territorio, con la mejor tecnología disponible, pero mientras doy esa cobertura, que no va a ser de un día para otro, tengo que ayudarles y cobrarles menos impuesto.

-¿Y cómo se combinan menos impuestos con la financiación de más servicios?

-Como lo hicimos en Gijón. En Gijón demostramos que hay otra manera de hacer las cosas. Cuando llegamos, se decía que la derecha iba a cerrar las empresas públicas e íbamos a echar a los trabajadores a la calle. No cerramos ninguna empresa pública y no se echó a ningún trabajador a la calle. Es más, no hemos tenido ni una huelga en cuatro años. Hablo de autobús, agua y limpieza. Emblemático. Fueron necesarias muchas horas de negociación en los convenios colectivos. Las necesarias. Cuando llegamos, teníamos empresas públicas pero pocas comparadas con las 70 unidades empresariales que tiene el Principado. Yo no me atrevo a llamarlos chiringuitos. Quizá administración paralela. No lo sé. Pero sí puedo decir que de 70, 37 tienen dinero público exclusivamente y se rigen por el derecho privado. Todo eso hay que reformarlo. Hay que estudiarlo y cambiarlo. No hablo de cerrar nada. En Gijón, no cerramos nada pero cogimos una empresa de autobuses que tenía menos tres millones de euros y vete hoy a la cuenta general y la empresa de autobuses tiene reservas de más de 100.000 euros. Es decir, gestión, gestión y gestión. Hay que revisar todo ese entramado público y deshacer esa maraña. Dicen que no somos la región más endeudada pero no podemos seguir al mismo ritmo de endeudamiento que llevamos desde 2011. Es insoportable. Tenemos un presupuesto de 4.500 millones y debemos otros tantos. Y eso supone que tengamos que pagar mucho. Primera partida de 1.700 millones para la sanidad, 800 para la educación y tercero cuatrocientos y pico para devolver deuda. En Gijón, con gestión, devolvimos mucha deuda y nuestras empresas municipales valen patrimonialmente 12 millones más que cuando las cogimos en el 2011 y bajamos los impuestos. Creo que la fórmula existe.

-Podemos hablar del modelo industrial, donde además de gestionar hay mucho que compatibilizar. Está el cambio climático, el proceso de descarbonización, el precio de la energía y el futuro de grandes industria. ¿Qué hacemos? ¿Cuál es el plan de Foro?

-Solo vemos un camino, inversión en I+D+i. Inversión en tecnología en los sectores tradicionales. No vemos otro camino. En las centrales térmicas que habían completado los procesos de desnitrificación y desulfuración. Eso es tecnología y pueden seguir operando. A Alcoa le pasó lo mismo, además de la tarifa eléctrica, no invirtió en tecnología. Asturias paraíso natural pero también paraíso empresarial. Nuestras empresas tienen que ser competitivas. No vamos a decir que el cambio climático no existe. Existe y bien que lo estamos sufriendo ya. Con la experiencia en Gijón, con las condiciones de la playa, lo sabemos. Estamos comprometidos con el cambio climático y por eso es fundamental la inversión en tecnología.

Estamos comprometidos con el cambio climático y por eso es fundamental la inversión en tecnología

-Pero hablamos a largo plazo y mientras tanto qué hacemos. ¿Qué empleos se van a generar en Asturias?

-Cuanto más tardemos en invertir, por la vía rápida, en ese sector peor nos irá y peores serán los resultados. Luego tenemos el turismo. Hay que apostar por un modelo de calidad. En Gijón tenemos experiencia y hubo un momento en el que fuimos los únicos que crecíamos del norte. Y está el sector agroalimentario. No perdamos de vista que ya iguala al turismo en su contribución al PIB. Y viene del medio rural. También el sector forestal necesita ayuda, castigado por las políticas. A los empresarios, se les aburre a burocracia. Una persona que quiere emprender en el medio rural, se tiene que recorrer consejerías y además no están coordinadas. Se desesperan. Por qué el capital riesgo que funciona bien en una ciudad nonpuede ser en la zona oriente u occidente. Estos días he conocido a muchos jóvenes que no se quieren marchar del medio rural, que les gustaría emprender, pero necesitan lo que se tiene en cualquier ciudad de primer nivel. Necesitan conectividad, teletrabajar, una fiscalidad competitiva... Nuestra apuesta es medio rural e industria tradicional.

-Para vertebrar territorio también son necesarias las infraestructuras pero las administraciones ya disponen de presupuestos más modestos en inversiones. ¿Cómo se puede conseguir? Hablaba precisamente de la autovía de La Espina.

-Somos firmes defensores del área metropolitana y creemos que ya no tiene vuelta atrás, una vez que se corrigió un defecto de base que fue no respetar la autonomía de los ayuntamientos. Esto no tiene nada que ver con discutir la capitalidad de Oviedo. Eso no admite discusión. En esa área, que solo se puede entender como colaboración para sumar y ser mejores, solo podemos hablar del deterioro de las cercanías ferroviarias. Ese es un punto sobre el que hay que actuar y pronto. En el occidente, la autovía. Esa conexión es fundamental. No podemos resignarnos tampoco a tener el AVE en León y el aeropuerto en Santander. Los empresarios, es un clamor, necesitan vuelos competitivos. No se puede permitir que los billetes a Madrid valgan 500 euros. Y frecuencias. Cuando te llaman de un ministerio de repente y ves los precios... Y, por supuesto, conexiones internacionales.

Somos firmes defensores del área metropolitana y creemos que ya no tiene vuelta atrás. Esto no tiene nada que ver con discutir la capitalidad de Oviedo. Eso no admite discusión

-¿Pero cómo atraemos a las compañías? ¿Con la política de subvenciones?

-Invirtiendo. Tienes que sentarte a negociar, llegar a acuerdos e invertir. Tenemos que invertir porque es una debilidad. Tenemos el peaje de la autopista caro, no estamos conectados por avión y el tren tarda cinco horas. Luego tenemos que invertir. Del presupuesto de Gijón sacamos en su día 200.000 euros para Volotea. Hay que sentarse. Si nos sentamos ahora, las compañías ya tienen planificado hasta el 2021. Hay que sentarse para después. Hablamos de las empresas del conocimiento, del talento, de la tecnología. Sí, vale. ¿Cómo las conectas con el mundo? Con París, con Londres y con Frankfurt. Esos podrían ser los destinos. Hay que sacar dinero del presupuesto. ¿Cómo? Ajustando donde hay que ajustar.

-¿Vuelos también para atraer y recuperar ese talento?

-Pero vamos a ver. ¿Estamos en condiciones de recuperar ese talento? Esto es como cuando estás en quirófano y tienes una hemorragia y una pequeña derivada. Lo primero es parar la hemorragia. Lo primero es que no nos marche nadie. Y cuando ese territorio sea atractivo, igual vuelven. El que se marchó no tiene confianza, no quiere volver porque ve que todo sigue igual. ¿Cómo vamos a recuperar talento si la vida en Asturias sigue igual? Lo primero, parar la hemorragia. Hay emprendedores que te dicen, estoy esperando. Si no hay un cambio político y de políticas, yo me voy. Y no estoy siendo ni exagerada ni apocalíptica. Soy más bien moderada. Pero eso está en la calle. Hay que generar confianza. Tienen que ver que la gente que se queda mejora la calidad de la vida.

-¿Cree que necesitamos más leyes de transparencia?

-Siempre. Las herramientas ya las tenemos. Nosotros en Gijón teníamos una ordenanza de transparencia aprobada por  unanimidad. Se publican casi 400 indicadores. Veo cómo se puede ir de lo local a lo autonómico. En Gijón, los partidos no forman parte de las mesas de contratación. Son técnicas. Fuimos un ayuntamiento pionero en publicar todas las contrataciones, hasta las pequeñas. Esto nos permitió conseguir una rotación de empresas. Hay que estar vigilantes. Las herramientas las tenemos. Tener una norma y publicar periódicamente los indicadores es el mejor momento.

Hay emprendedores que te dicen que si no hay un cambio de políticas se van. Y no estoy siendo apocalíptica

-¿Es una manera de corregir la desafección? ¿Está viendo en esta campaña mucha desafección?

-Recuerdo cuando empezó el caso Marea. Estas cosas la sociedad ya no las tolera. Los que estamos en política tenemos que cumplir con nuestro deber y dotarnos de todas las herramientas y leyes de transparencia. Luego, cómo se articule, en oficinas o en observatorios, es lo de menos.

-Habla de leyes. Hay reformas legislativas en Asturias enquistadas desde hace años. Dos ejemplos son la reforma del Estatuto de Autonomía y de la ley electoral.

-No lo vemos prioritario ahora mismo. La situación en la que está Asturias, la prioridad es ponerse a trabajar. No sé cómo va a quedar la Junta Electoral, no tengo una bola de cristal pero tengo una pequeña experiencia y es que solo cuando nos unimos conseguimos cosas. Y, a lo mejor, hay que fijarse solo dos cosas. No es imposible. Lo hemos hecho en Gijón. Cuando cinco partidos quisieron un Plan General, solo uno votó en contra y salió adelante. Cuando seis partidos quisieron un Plan de Vías porque había mucho hartazgo, salió adelante. Llegó un momento en el que el debate era insoportable. La corporación vio que si no se unía, fuera del signo que fuera cada partido, e íbamos juntos a Madrid a defender lo mismo, no tendríamos nada. Fue cuando nos salieron bien las cosas. Sería muy necesaria que reconociéramos cuestiones prioritarias para ir juntos. No me parece una utopía.

-¿Cree que hay demasiado debates estériles?

-Hay muchos debates que no sirven para nada. Recuerdo una vez que fui a Degaña, con los mineros en una situación horrorosa, encerrados en una escuela. Volví a casa y los temas eran las tesis y los másteres de los políticos nacionales. Puse la tele y vi que había una desconexión de la realidad. La gente tiene otros problemas. El maderero no puede con el aval que le pone la consejería y con el tiempo que tardan en responderle si puede o no talar. A los ganaderos extensivos les come el matorral y el Gobierno no hace nada, no desbroza ni permite la quema controlada. La gente está en eso en su casa. En el precio de la leche … Pones las noticias y ves esa desconexión. Y los políticos tenemos mucha culpa. Yo me culpo también de eso. Debate siempre, pero vamos a ver lo que necesitan nuestras empresas. Tengo mi visión, las del paraíso empresarial. Necesito más resonancias, más horas de quirófanos, fichas médicos,.. Pero si los míos son los peor pagados, mal lo tengo. Si no doy valor a los puestos de difícil cobertura en las alas, entonces cómo los voy a cubrir.

-¿Sólo con mejorar la gestión va a conseguir todos esos recursos?

-Sí, sí. Lo que necesitamos es que el tejido empresarial de esta región sea fuerte. 15.000 profesionales en la sanidad, 15.000 profesionales en la educación más el resto de funcionarios y más los jubilados. ¿Quién va a pagar impuestos en esta región? Solo ayudando a que nuestro tejido empresarial sea fuerte tendremos más recaudación y podremos abrir más quirófanos. Y desregulando y liberando muchas cuestiones que hoy son impedimentos.

Les estamos haciendo la vida imposible. En los parques hay que gestionar con las personas que viven dentro y, sobre todo, con los ayuntamientos

-¿Qué hacemos con los espacios protegidos? ¿Es eso lo que hay que desregular?

-Desde luego. En el parque de Picos de Europa, un espacio poblado, donde mantienen actividades empresariales. ¿Quién consiguió este medio privilegiado? Salió de esa población asentada que preservó el territorio. Pero ahora llegamos los de la ciudad y desde Oviedo decidimos cómo tiene que seguir cuidándose eso. Me recuerda a algo menor que nos pasó en Gijón. Cuando llegamos, el Jardín Botánico Atlántico debía preservarse y reservarse para unos privilegiados. Se abrió el jardín botánico, se le dio actividad, se compatibilizaron usos y el botánico sigue igual de bien preservado. Es, en el fondo, miedo. Tenemos derecho todos, hasta los turistas, pero las personas que viven allí y lo cuidaron se tienen que ir. Los queremos echar. Les estamos haciendo la vida imposible. En los parques hay que gestionar con las personas que viven dentro y, sobre todo, con los ayuntamientos. Lo mismo que pasó en el área metropolitana. Hay que dejar a los ayuntamientos hablar de tú a tú. Hay que contar con personas que tengan conocimiento vinculado al territorio no solo con expertos que tienen sus cursos y sus másteres y dirigen desde un despacho de Oviedo.

-Le voy a pedir que saque esa bola de cristal que citaba antes y me diga qué expectativas maneja para las elecciones

-Que Foro sea clave para propiciar cambio de políticos y de políticas en el Principado.

-Eso supone que tendrá que haber una política de pactos tras los comicios. ¿Tiene alguna roja?

-Somos un partido regionalista. Lo que pase en Madrid o en otras comunidades no nos importa, salvo para copiar lo mejor de cada uno. Nosotros ponemos por delante los problemas de Asturias. Los acuerdos serán con aquellos grupos políticos que defiendan lo que más se aproxima a los que nosotros contemplamos en nuestro programa. Los que no quieran llegar de Oviedo a Madrid en dos horas y media y piensen que eso no es lo justo para Asturias, ahí no vamos a estar. Quiero no crea que bajando los impuestos en el tramo autonómico en todos los tipos se evitan deslocalizaciones no nos tendrá de su lado. Quien no ponga el medio rural en el centro de nuestra política, tampoco. Nuestro objetivo es Asturias, Asturias y Asturias.

Nosotros ponemos por delante los problemas de Asturias. Los acuerdos serán con aquellos grupos políticos que defiendan lo que más se aproxime

-Parece las coordenadas más cercanas al PP o a Ciudadanos.

-Veremos. Cuando se hacen los gobiernos, te sorprendes. Nos achacan que las campañas electorales son poesía y que luego, en realidad, llega la prosa. Y nosotros tenemos mucha prosa.

-Un pacto puntual o piensa en alianzas sólidas que les metan en el Gobierno.

-Creo que no hay nada que sea tajante. Depende de las circunstancias. Pero claro que es importante estar en los gobiernos. Es fundamental. Los pactos, no se nos puede olvidar, implica ceder. Y yo sé muy bien cómo es. Te sientas y tienes que tener una voluntad de pacto. Nosotros lo tenemos interiorizado. Sé lo que es gobernar en minoría absoluta. El momento de analizar si entrar o no en gobierno es después, en función de los resultados. Si podemos estar ahí es lo que queremos. Asturias necesita ese cambio. Asistí a los premios Gava, ya me había reunido con el cluster audiovisual, y lo único que escuché, al margen de ver su talento, fueron muchas quejas y lamentos. Eso de viene la derecha, la derecha o lo que seamos llegó a Gijón y yo creo que se vio que hay otra manera de hacer políticas para todos, ni de derechas ni de izquierdas. Las relaciones institucionales fueron magníficas y no se distinguió a nadie por su ideología.