Los nuevos filones de la minería asturiana

Carmen Liedo

ASTURIAS

La abandonada explotación minera del Aramo
La abandonada explotación minera del Aramo

El Principado tramita actualmente ocho proyectos de investigación cuyo objetivo es la extracción de materias primas tecnológicas. Nuevas explotaciones de cobalto, litio o cobre podrían abrirse en un plazo máximo de cuatro años

20 may 2019 . Actualizado a las 07:59 h.

Con el cierre de las explotaciones de carbón en Asturias (a excepción del pozo San Nicolás  en Mieres) como consecuencia del fin de las ayudas al sector y la descarbonización exprés impulsada por el gobierno estatal, en la región se daba por finiquitada la minería. Sin embargo, nuestra comunidad autónoma es una de las más ricas en minerales, con lo que algunos expertos aseguran que «hay vida después del carbón». Materiales como el cobalto, el litio o el cobre, materias primas todas ellas fundamentales en la industria tecnológica, se constituyen por tanto como los nuevos filones de la minería asturiana. Desde el Principado confirman que actualmente se están tramitando ocho proyectos de investigación, proyectos que podrían derivar en la apertura de nuevas explotaciones en un plazo máximo de cuatro años.

Vicente Gutiérrez, director general de la Confederación Nacional de Empresarios de la Minería y de la Metalurgia (CONFEDEM), destaca la importancia de este tipo de industria hoy en día al tratarse de materiales «muy necesarios» para aparatos tecnológicos, como teléfonos u ordenadores, puesto que se requieren para las baterías. «El litio, el cobalto o el cobre se necesitan cada vez más», señala el mismo a la vez que asegura que «la industria extractiva genera empleo y riqueza» en los territorios porque, además de la minería, «esas materias primas hay que transformarlas y conllevan mucha más industria detrás». Según sus estimaciones, cada empresa extractiva necesita unas 150 trabajadores como mínimo, lo cual multiplica por los ocho proyectos que en la actualidad se están investigando. También tiene en cuenta que «los empleos indirectos se multiplican por cuatro», con lo que pone de relieve «el beneficio social que implica» esa industria que genera «empleo duradero, porque si formas a una persona en tecnología puntera, no es para dejarla ir a corto plazo».

Desde la Consejería de Industria del Principado confirman  que en la actualidad hay ocho proyectos de investigación minera «en diferentes estados de tramitación». Precisan que hay dos en información pública, que son la prórroga de Salave y el de  Asturmet, en Riosa, para la investigación de cobre, cobalto y asociados principalmente. La previsión de este departamento del Gobierno regional es que «en los próximo dos o tres años se puedan ir desarrollando el resto».

El director general de CONFEDEM explica que cada proyecto de investigación tiene un periodo de vigencia de uno o dos años prorrogables, con un plazo máximo de tres años, aunque las empresas que los impulsan deben presentar anualmente a la Dirección General de Minas un reporte de lo que están haciendo, cuantos sondeos o qué han encontrado en las cuadrículas que se asignan para unos materiales determinados. Teniendo en cuenta esto, Vicente Gutiérrez apunta que si los proyectos son sostenibles financieramente, se podrían solicitar permisos de explotación para esas materias primas de interés en un periodo máximo de cuatro años. «Las investigaciones se suelen prolongar durante tres años en el peor de los casos, con lo que después o se deja o se pide permiso de explotación. Así, en tres años tendremos decisiones sobre parte de las cuadrículas que pueden derivar en nuevos proyectos de extracción en Asturias», manifiesta este experto, que quiere anticipar que «la minería cada vez es más sostenible» y que Asturias debe aprovechar que tiene «un subsuelo muy rico en sulfuros metálicos» para subirse al carro de la industria tecnológica, a la que considera «una gran aliada». «Hay vida después del carbón, ya lo había antes, de hecho», señala Gutiérrez.

Proyecto Saint Patrick en el Aramo

Justamente, a principios de este mes el Gobierno de Asturias autorizaba el proyecto de investigación minera prevista para explotar el subsuelo del Aramo, un proyecto de denominado Saint Patrick que está siendo promovido por la empresa minera Asturmet Recursos. En concreto busca oro, plata, bario, bismuto, cobalto, cobre, fluorita y niquel en una superficie aproximada de 61.200.00 metros cuadrados entre los concejos de Lena, Morcín, Quirós, Riosa y Proaza. La pretensión de la empresa es desarrollar la investigación en tres años, para la que destina un presupuesto estimado de 618.000 euros.

Según se indica en el proyecto que ha salido a información pública, las tareas darán comienzo con la recopilación de información, cartografía, teledetección y análisis multiespectral del terreno, así como el muestreo de arroyos y estudios geofísicos, para en el segundo ejercicio «investigar las posibles zonas donde se puedan encontrar las condiciones metalogenéticas» y ya en tercer ejercicio realizar sondeos y realizar informes de recursos-reservas y metalúrgicos. La estimación de la empresa que desarrolla esta investigación es que «la prácticamente totalidad de la superficie del permiso posee potencial para albergar mineralización económica. «Las principales evidencias de indicios en la zona corresponden a labores en busca de fluorita, mercurio y cobre cobalto, como es el caso de la mina del Aramo, principal explotación de la zona en el pasado», señala el proyecto haciendo referencia a la antigua mina del Aramo, en Riosa.

Proyecto Picayos-Carreña en el oriente

En tramitación se encuentra también el proyecto de investigación minera Picayos-Carreña, que abarca una superficie de siete millones de metros cuadrados de los concejos de Cabrales, Peñamellera Alta y Peñamellera Baja. El objetivo de esta iniciativa es la búsqueda de cobre, cobalto, níquel, plomo y zinc, búsqueda que parte del conocimiento de que hubo pequeñas minas en la zona el pasado siglo. En este caso el proyecto lo pone en marcha la empresa Cobalt Recursos, S.L. con una previsión también de tres años. Durante el primer año prevén centrar los trabajos en la elaboración de una cartografía geológica de detalle, reconocimiento de indicios mineros y geoquímica de suelos y rocas para  crear un primer un primer bosquejo geológico de la zona y establecer unos itinerarios de inspección para las labores de campo. El segundo año se dedicaría a realizar la cartografía geológica regional sobre nuevas zonas al objeto de definir nuevos blancos ocultos, continuidad de los definidos en el primer año y susceptibles de ser evaluados mediante sondeos posteriormente, aunque hoy por hoy señalan que no se puede determinar la ubicación de esos sondeos que se realizarían durante el tercer año de investigación. Será el momento de tomar las muestras que enviarán a laboratorio para analizar su contenido en cobre, cobalto, níquel, plomo y zinc. De igual modo, realizarán nuevos ensayos mineralúrgicos y trabajos de gabinete para valorar los resultados obtenidos durante los trabajos de investigación realizados.

Proyecto de perforación Penedela en Ibias

A principios de enero el Principado sacaba a información pública también el permiso de investigación del proyecto de perforación Penedela, impulsado por la empresa Asminarq S.L. con el objetivo de explorar recursos de la sección oro, plata, plomo y zinc, sobre 16 cuadrículas mineras de extensión que se sitúan en el concejo de Ibias. La mercantil basa su petición en que en la zona ya ha sido objeto de investigación geológico minera en diversas ocasiones a lo largo de la segunda mitad del siglo pasado, principalmente, motivadas «por la presencia de unas características geológicas y metalogenéticas». Así, estima el proyecto que  «existe un potencial de poseer mineralización económica en parte del terreno, al existir ciertas similitudes con la geología existente en otras zonas donde actualmente se desarrollan proyectos mineros» y que ese potencial «radica en el elevado contenido en oro (además de plata, plomo y zinc) de las vetas. Para llevar a cabo la investigación, la empresa estima un presupuesto que asciende a 170.500 euros.

Alegaciones de la Coordinadora Ecoloxista

Todos estos proyectos que impulsan la búsqueda de materias primas necesarias para el desarrollo de la tecnología se han encontrado con la oposición de la Coordinadora Ecoloxista de Asturias, que ha presentado alegaciones a todos ellos por el impacto ambientan que, considera, conllevan esas investigaciones que siempre requieren sondeos. El colectivo tiene en cuenta que esos proyectos se quieren realizar en zonas de importante valor ambiental o, incluso, protegidas, como es el caso del Aramo.