¿Son más sanos los alimentos sin gluten? ¿Es cardiosaludable eliminarlo de nuestra dieta? Te resolvemos tus dudas

Es una proteína y ya forma parte del lenguaje diario de los hogares y de las familias. El gluten, que se encuentra presente en cereales como el trigo, la cebada o el centeno, acumula en los últimos años debates acalorados sobre sus efectos en las personas no celiacas, pero no todos ellos tienen una base científica. ¿Una dieta libre de gluten adelgaza? ¿Es cardiosaludable eliminarlo de nuestra dieta? ¿Somos todos nosotros sensibles al consumo de gluten? ¿Son más sanos los alimentos sin gluten? Te resolvemos algunas dudas y te aclaramos algunos conceptos.

Si estás pensando en comenzar una dieta sin gluten pese a que no eres celiaco, piénsalo antes. El primer paso que debes dar es acudir a un dietista-nutricionista. Serán los expertos quienes te marquen la línea a seguir, que no tiene por qué coincidir con los consejos de algunas celebrities que han puesto de moda las dietas libre de gluten como adelgazante. Estudios científicos constatan que determinados productos sin gluten pueden incorporar más cantidad de grasas o azúcar para mejorar las texturas, lo que resulta contraproducente. Un ejemplo: la Sociedad Española de Patología Digestiva rechaza suprimir el gluten de la dieta sin haber recibido un diagnóstico de celiaquía. Los especialistas reconocen que la mayoría de los productos alimenticios sin gluten disponibles en el mercado están privados de fibras dietéticas e ingredientes nutricionales naturales.

Y hay más aún. Si eliminas el gluten de tu dieta sin diagnóstico médico se puede producir otro efecto no deseado, como es volvernos intolerantes a la proteína, los que implicará problemas de alimentación. El gluten aporta propiedades organolépticas que aportan elasticidad y una consistencia esponjosa. Si se suprime la proteína hay que buscar otros sustitutos para intentar imitar esas propiedades. Las grasas y azúcares como productos procesados tienen un alto valor calórico y muy bajo valor nutritivo. Es decir, no son productos cardiosaludables y pueden perjudicar a nuestra salud cardiovascular. Recuerda: la eliminación de gluten conlleva eliminar la mayoría de los cereales ricos en fibra y si no se sustituyen puede convertirse en una bomba de grasas.

La tendencia que sostiene que todo lo «sin» es saludable no tiene un fundamento científico. Pensar que todas las personas somos sensibles al gluten no tiene una base sólida. Lo recomendable es someterse a un examen médico que certifique que padecemos sensibilidad a la proteína. Y si las pruebas dan negativo, los especialistas recomiendan disfrutar de la vida y de los placeres culinarios, pero sin hacerlo en exceso, manteniendo un equilibrio físico y emocional. Las estadísticas hablan de que solo el 1% de la población de España es celiaca aunque entre ellos, el 75% aún no ha recibido el diagnóstico adecuado y no sabe que está enferma. Pero eliminar el gluten por prevención carece de sentido y puede acarrear problemas de salud. Los alimentos sin gluten no son más sanos que los convencionales; simplemente están diseñados para poder paliar patologías concretas con necesidades concretas.

¿Te hemos convencido? El mejor consejo es aplicar el sentido común y ponerse en manos de un especialista.