¿Y por qué no se implanta un control antidopaje en la campaña?

Juan M. Arribas

ASTURIAS

Pilar Canicoba

Los candidatos elevan el termómetro a pocos días de la cita en las urnas.

23 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Esto es como el sprint de un maratoniano. Faltan tres días para la cita en las urnas y los candidatos,  al borde del colapso físico y con las energías en reserva, han elevado la temperatura: ya ven la meta. Teresa Mallada denuncia chanchullos entre Ciudadanos y PSOE, Daniel Ripa recuerda desde el Tribunal Supremo la corrupción socialista, Juan Vázquez se ha puesto apocalíptico con un posible pacto podemita-socialista, IU quiere retratar a las otras dos fuerzas de izquierda e Ignacio Blanco sigue a lo suyo: difundiendo vídeos contra la inmigración ilegal. En estos últimos días habrá que aplicar controles antidopaje.

Y algunos no lo pasarán. Ignacio Blanco sigue a lo suyo. Una campaña centrada en redes, con pocos actos electorales clásicos. Para criticar la inmigración ilegal, el candidato de Vox ha dado la voz en sus redes sociales a un vendedor ambulante y a un camarero cubano y ha martirizado al personal con sus tesis: que sobran los inmigrantes ilegales y más aún las ayudas que las administraciones les aportan. «A los de fuera que vienen aquí sin haber cotizado en la vida, 400, 500, 1.000 euros al mes y un autónomo como yo, todos los meses a pagar por cojones». Y más aún: «La ley de extranjería te dice que para los de fuera hay dinero, pero para los de aquí no.  Mi cuñada toda la vida trabajando media jornada y ahora con una pensión de invalidez, 400 euros. Los que vienen de fuera, todo el día tocándose los cojones en la Plaza de Europa sin hacer nada y cobrando». Las palabras las firmaría un hooligan, aunque en este caso aspira a presidir Asturias.  

Teresa Mallada también ha disparado. La candidata del PP afirma que el PSOE de Asturias y Ciudadanos están negociando un pacto en los trasteros políticos. El objetivo, al parecer, es que Nicanor García, el actual diputado autonómico riverista que no obtuvo escaño en los pasados comicios, sea designado senador por la Junta. Mallada dice que García ya está buscando piso en Madrid y que naranjas y socialistas están negociando puestos entre bastidores. La denuncia de Mallada insiste en la línea fuerza que marcó en el debate: identificar a Vázquez y a Ciudadanos como socialdemócratas, como partidos afines al centro izquierda. El PP quiere alejar a C’s de la dura competencia de la derecha. Ya veremos si el electorado hace caso al mensaje.

A su vez, Juan Vázquez apunta con el dedo acusador a un posible pacto PSOE-Podemos, que pueden llevar a Asturias «a un viaje a ninguna parte». Vázquez quiere apropiarse de la tarta centrista del PSOE e identificar a Barbón con Pablo Iglesias. Para Vázquez, Barbón solo tiene dotes para ser delegado del Gobierno, para recibir con su «discurso vacío» a ministros y para subordinarse a ellos.  El exrector va sacando punta a la campaña.  

¿Pero es posible un pacto PSOE-Podemos? Lorena Gil ha explicado a este periódico qué puede pasar a partir del lunes 27 de mayo. «Tendremos que valorar qué alternativas hay y siempre sobre la base del programa de Podemos». Es decir mirar al futuro «sin líneas rojas» pero «sin mirar al pasado de las políticas del PSOE y del PP». Es decir, «ni redes clientelares ni corrupción». Más. Así resuenan las palabras de Daniel Ripa desde Madrid, en los aledaños del Tribunal Supremo, tras la vista sobre el caso Marea. «Es vergonzoso que el PSOE asturiano calle sistemáticamente ante la corrupción y que no se le haya oído ni una sola palabra sobre el caso». Es decir, que siguiendo la línea recta de todas estas declaraciones, el pacto postelectoral está tan claro como en la legislatura de Javier Fernández. A no ser que Sánchez e Iglesias estrechen relaciones.

IU mira con recelo esa relación tan huidiza, un presunto noviazgo sin novios. El diputado Ovidio Zapico lleva toda la campaña insistiendo (con cierta inocencia) en que los candidatos desvelen sus cartas y hagan pública sus políticas de pactos.  IU quiere buscar el diálogo, es un sello de identidad: se trata de una fuerza ecuménica. También quiere cogobernar: el salario social es una conquista impulsada por la coalición y es un ejemplo de política de izquierda. Zapico quiere saber si Podemos va a seguir la senda de hace cuatro años. «En Gijón permitieron gobiernos de la derecha, en Asturias han bloqueado cualquier posibilidad de entendimientos en la izquierda asturiana. IU quiere también remarcar esa línea frente a Podemos: la izquierda que construye frente a la que solo critica.