«Pondría el mercado eléctrico en manos de la ciudadanía a través de cooperativas o mediante el autoconsumo»

Carlos García

ASTURIAS

Carlos García, socio de AstuEnerxía
Carlos García, socio de AstuEnerxía

Carlos García, socio de AstuEnerxía, apuesta por un cambio de modelo en el que prime lo igualitario, participativo y respetuoso con el medio ambiente

24 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Cualquier habitante de Asturalia es consciente de que siempre hemos estado separados del resto de las regiones, por una frontera cultural y geográfica representada por la cordillera cantábrica. Como el pueblo libre, que habita al otro lado del muro, en Juego de Tronos, representamos una especificidad dentro del reino. Si yo fuera presidente primaría lo colectivo por encima de lo individual, apostando por un modelo de crecimiento económico específico alejado de los modelos centralistas: un desarrollo más igualitario, más participativo y más respetuoso con el medio ambiente.

La situación de aislamiento en la que nos encontramos, no ha venido de la nada. Han sido años de mala gestión. Asturies nun olvida. No basta decir que nos hundimos en la miseria, si no indicamos claramente quiénes son los responsables. No podemos cambiar sin señalar a aquellos que han favorecido la implantación de grandes industrias multinacionales para conseguir su puestín, a cambio de una promesa de empleo precario para la clase trabajadora asturiana. Este modelo productivo ha sido la causa de la situación actual: elevada contaminación, precarización del empleo, despoblación de la región y de sus concejos, etcétera. Por ello consideramos necesario separarnos de las promesas de crecimiento, basadas en subvenciones impositivas a grandes multinacionales. Esta forma de crecimiento, solo ye -como en su día el ladrillo- «Pan pa hoy y fame pa mañana».

Pa sacala del barru, apostaremos por fórmulas que generen empleo y réditos dentro de Asturies, no fuera. Las empresas locales, en sus distintas modalidades, deben de ser la base fundamental del desarrollo económico de la región. No necesitamos empresas que se vayan de Asturies, ni asturianos/asturianas que tengan que dejar la región de manera obligada. Precisamos a toda la comunidad implicada en producir, consumir y organizarse de forma local para conseguir impulsar un nuevo modelo de desarrollo económico que implique a toda Asturies por igual sin discriminación de origen, geográfica o de género.

De ahí que debamos orientar la bases de nuestro desarrollo a fomentar otro modelo económico, que sí tiene cabida dentro de la especificidad norteña: la agroecología, el consumo y producción locales, la repoblación del ámbito rural, la promoción de nuestra cultura... Todo ello a través de asociaciones, pymes locales y regionales que sean la base del desarrollo de nuestra región. Con ello contribuiremos a evitar la despoblación de Asturies, a la vez que conseguiremos empleo local, permanente y de calidad, alcanzando un desarrollo estable, sostenible e igualitario.

Para avanzar en este sentido se necesita de fórmulas organizativas denigradas hasta ahora. Por ello, otro paquete de medidas se dirigiría a fomentar la creación de agrupaciones locales: modificaríamos la ley actual de cooperativas asturianas, con ayudas y departamentos específicos para fomentar este tipo de organizaciones, que representan de forma fiel la voluntad social, al mismo tiempo que funcionan de forma democrática. Consiguiendo, en concreto en el mercado eléctrico, que sectores estratégicos como este, se encuentre en manos de la ciudadanía, ya sea a través de cooperativas o mediante el autoconsumo.

Por último, pero no menos importante, debemos modificar nuestra relación con el medio ambiente. Por ello otro paquete de medidas iría destinado a promover el uso de energía renovable; este debería ser el origen de la mayor parte de la energía utilizada en la región, consiguiendo a la vez que utilizamos una energía verde, una transición energética que no deje ningún territorio fuera de la misma. Así, evitaríamos la muerte prematura de miles de personas y la reducción de enfermedades respiratorias, cánceres que actualmente nos asolan a un ritmo históricamente desproporcionado. Con dichos objetivos en mente, avanzaríamos en un uso más eficiente de la energía eléctrica, garantizando una mayor transparencia en la determinación del precio de la luz (con una subasta en el mercado eléctrico mucho más equilibrada), en su regulación (garantizando los suministros básicos) y en su tratamiento impositivo (con una reducción del IVA energético al 4% para usuarios residenciales y normas más estrictas para regular la elevada presencia de filiales de las grandes energéticas en paraísos fiscales).  Estas medidas no sólo redundarían en beneficio de los hogares, sino también de las PYMES, a las que haría mucho más eficientes a la hora de producir y exportar.

Nuestro objetivo es ambicioso, como lo es conseguir derrotar a una multitud que avanza sin escrúpulos con el fin de sumir a la humanidad en una oscuridad eterna. Aun así, cuanto más utópico es nuestro objetivo, más firme será el paso que nos acerque a él. Unidas las regiones y sus habitantes, derrotaremos a los caminantes que buscan obligarnos a desandar el camino andado por nuestros abuelos, madres, compañeros y hermanas. Por eso, en AstuEnerxía tendríamos claro que responder ante los que intentan perpetuar el modelo productivo actual en la región: Hoy, no. Solo así dejaríamos de ser Asturalia, para ser por fin el pueblu llibre d’Asturies.