Las acciones de Liberbank rentabilizan los rumores de un nuevo acercamiento con subidas de más del 6 %
28 may 2019 . Actualizado a las 19:17 h.«Blanco y en botella», comentaba un analista a este periódico al día siguiente de conocerse que Unicaja y Liberbank rompían relaciones. Era su respuesta a la pregunta de si creía que, ahora que tenía el camino despejado, Abanca intentaría un tercer -y quién sabe si definitivo-, asalto sobre el banco asturiano.
Desde ese día, hace algo menos de dos semanas, el mercado aguarda el movimiento de ficha de la entidad que preside Juan Carlos Escotet. Lo da por hecho. Solo falta saber el cuándo, insistían este martes los analistas. Cunde la sensación de que no habrá que esperar mucho. Incluso hay quien asegura que Escotet tiene ya cerrada la financiación que precisa para lanzar una nueva opa sobre Liberbank, después de que en febrero tuviera que dar marcha atrás ante el apremio de la CNMV y los juegos malabares de quienes, paradójicamente, les habían allanado el camino para iniciar el acercamiento al asturiano, y a quienes tan bien les vienen ahora los rumores que están haciendo subir la cotización.
Entonces Abanca puso sobre la mesa 1.300 millones más un canje de acciones. En total 1.700 millones. Por lo que en el capítulo de la financiación de la compra de Liberbank ya tiene Escotet casi todo el camino recorrido, recuerdan los analistas.
No hace mucho que el banquero insistía en que la entidad gallega sigue «alerta» y «muy atenta» a las oportunidades que puedan presentarse. Y «con holgura de capital suficiente» para aprovecharla si merece la pena.
Buena prueba de que el mercado apuesta por un nuevo acercamiento es la trayectoria que este martes dibujó la cotización Liberbank. Casi siempre en cabeza del mercado, con avances que superaron por momentos las barrera del 6 %.
La acción cerró a 0,413 euros, tras subir finalmente un 5,47 %. Todavía por debajo de los 0,56 euros que puso Abanca sobre la mesa en febrero.
Recuerdan también fuentes del mercado que un nuevo acercamiento de Abanca contaría con el beneplácito del Banco de España y del BCE, que llevan tiempo queriendo casar a algunas entidades y a los que las fintas de ciertos directivos empiezan a cansar.
El de febrero fue el segundo intento del banco gallego de hacerse con el asturiano. El primero fue en el 2017. Y dice el dicho, que no hay dos sin tres. También que a la tercera, va la vencida. El tiempo lo dirá.
Y mientras Abanca, que prefiere no comentar los rumores que recorren el mercado, continúa adelante con el plan de expansión que inició tras librarse de la tutela de Bruselas (que supervisó durante años el crecimiento del banco tras la inyección de capital público en Novagalicia). Una estrategia que en poco más de un año lo ha llevado a hacerse con la red del Deutsche Bank en Portugal y la de Caixa Geral en España.