«Los sindicatos negociaron el mejor acuerdo posible para el fin de la minería»

Carmen Liedo

ASTURIAS

Mino García, alcalde de Morcín
Mino García, alcalde de Morcín

Maximino García analiza los retos que tiene por delante su municipio tras haber sido reelegido alcalde de Morcín por mayoría absoluta en las elecciones de mayo

05 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Maximino García llegó a la alcaldía de Morcín a mitad de la legislatura pasada tras ganar una moción de censura. Su gestión de esos dos años ha sido avalada por sus convecinos en las elecciones del pasado mes de mayo en las que obtuvo una mayoría absoluta que para nada se esperaba. Considera que la clave ha sido mostrar que hay otra forma de hacer política y su empeño por que el municipio mejore cada día. Está convencido de que el concejo tiene capacidad para intentar buscar nuevas actividades al margen del carbón a través del polígono de Argame, aún con parcelas libres para seguir generando empleo, y de los recursos naturales. En concreto, cree en el Monsacro puede jugar un papel importante en el desarrollo turístico por ser atractivo desde el punto de vista religioso, cultural o deportivo. Importante entiende que es también que la zona rural de Morcín cuente con unas infraestructuras adecuadas y se la dote de servicios para asentar e, incluso, atraer población de la capital de Asturias por la cercanía del territorio. Por eso reivindica a las administraciones central y regional que se impliquen y realicen inversiones en los pequeños ayuntamientos. Más aún en los que están en pleno proceso de reconversión por el cierre de la minería. Sabiendo lo duras que son las negociaciones por haber estado al frente de la Federación Minerometalúrgica de CCOO, se muestra convencido de que los sindicatos negociaron a finales del pasado año el mejor acuerdo posible y lo que espera es que el nuevo Gobierno cumpla los acuerdos alcanzados. Esto lo dice con cierta incertidumbre porque reconoce su preocupación porque la izquierda no haya sido capaz de llegar a acuerdos tras ganar las elecciones generales.

-La legislatura pasada llegó a ser alcalde tras ganar una moción de censura ¿te sientes más alcalde ahora que lo es tras ganar unas elecciones?

-No, yo me siento igual. Debemos entender el resultado de las elecciones y cada día tenemos que tener la capacidad de negociar con el resto de fuerzas políticas que configuran la Corporación del Ayuntamiento de Morcín. Cuando ganamos la moción de censura fue porque había una mayoría de los grupos políticos que realmente entendían que la gestión no era la correcta y que había que intentar algo diferente. Por tanto, yo me siento tan alcalde a partir del 27 de mayo de 2017 como en la actual, porque la democracia permite que el alcalde se elija a través de los concejales.

-Antes de los comicios ¿temiste en algún momento no llegar a obtener el respaldo de sus vecinos?

-Cuando conoces el concejo, conoces las necesidades del mismo y después durante dos años vas viendo la respuesta de la gente y demuestras que se puede hacer política de manera diferentes, una política más cercana al pueblo y siendo más restrictivos a la hora del gasto y tratando a todo el mundo igual, siendo conscientes de que no hay recursos suficientes para afrontar todos los proyectos, y ahí está el saber convencer a la gente de que hay que priorizar en aquellas necesidades que lo son. Gobernando de esa manera, es cierto que cuando te presentas a unas elecciones tienes la duda, pero estábamos convencidos de que podíamos ganar. Tenemos que reconocer que no pensábamos ganar como lo hicimos. Contábamos que podíamos ser la fuerza más votada, incluso estar algo por encima del resto, pero no en los números que después salieron. Fue una sorpresa muy grata y nos demuestra que el pueblo entendió el mensaje que estábamos lanzando y, sobre todo, la forma de hacer política.

-El caso es que su victoria ha sido por mayoría absoluta ¿cómo la va a gestionar? ¿En qué va a cambiar su forma de gobernar?

-No va a cambiar en nada. Yo me dirigí tanto el PSOE como al PP para trasladarles que nosotros íbamos a tratar de consensuar como hicimos hasta ahora, cuando estábamos en minoría, todas las medidas que vayamos a poner en marcha para el concejo de Morcín. Entiendo que una mayoría si no está bien gestionada se puede volver en contra de quien la tiene, hay ejemplos y yo no quiero caer en el error, así que vamos a tratar de que todos los proyectos y acuerdos salgan adelante por unanimidad.

-¿Cuáles son esos proyectos que quiere sacar adelante sin más demora?

-El problema de sacar los proyectos adelante está en la situación económica. Por una parte tenemos la famosa regla de gasto, que esperemos que el día que se configure un gobierno a nivel nacional se modifique la imposición que se puso en un momento dado por la deriva económica del país. El gobierno del PP tomó una decisión de manera unilateral sobre lo que era la ley de estabilidad presupuestaria que podía ser entendible en aquel momento pero que ahora mismo no es ni asumible ni entendible cuando cerca del 90 por ciento de los ayuntamientos de este país están saneados. Al final seguimos con esa ley de estabilidad presupuestaria en beneficio de que de cara a Europa somos los que amortiguamos la deuda cuando las comunidades autónomas y el gobierno central siguen haciendo inversiones por encima de lo que realmente deberían acometer. Nosotros ahora mismo tenemos un superhábit que supera el medio millón de euros y no podemos invertirlo por el famoso techo de gasto. Así que el primer problema para poner proyectos en marcha es la ley de estabilidad presupuestaria. El segundo, que dependemos en gran medida de otras administraciones, con lo que tenemos que estar todos los días tocando en todas las puertas para convencerles de que hay proyectos que no podemos acometer como Ayuntamiento que tiene menos de 5.000 habitantes y que necesitamos que pongan recursos para favorecer a aquellos municipios que estamos en una fase de reconversión industrial y, por tanto, económica. Nuestro empeño está en vertebrar el concejo con unas comunicaciones que sean normales y donde la gente pueda transitar por las carreteras sin peligro. De igual modo, necesitamos una mejora de las redes de abastecimiento y saneamiento. Esos son los ejes fundamentales que nos pueden permitir el asentamiento de población y eso lo hay que hacer con medio externos. También esperamos que se ponga en marcha de una vez la deuda que tiene el gobierno central con los municipios mineros, porque tenemos dos proyectos importantes. Uno para el colegio público de La Foz, que es la mejora de la eficiencia energética con una inversión de 300.000 euros. Y después tenemos otro por valor de 600.000 euros que es la mejora de los tres accesos que tiene el Monsacro. Son los proyectos que tenemos en mente, no queremos ir a grandes proyectos, si no dar vida a lo que tenemos porque hay un gran potencial desde el punto de vista de los recursos naturales y por eso los queremos aprovechar.

-¿Cuáles serán las líneas programáticas de tu gobierno en materia de empleo y reactivación del concejo?

-En Argame en su momento se vendieron todas las parcelas, pero como consecuencia de la crisis tenemos diez parcelas en retorno a Sepes y que están, por tanto, sin construir. Después tenemos un número importante de naves construidas pero sin ocupación. Parece que en los últimos meses se va moviendo algo y empieza a haber nuevas actividades. De hecho, hay compras por parte de empresas importantes que se pueden asentar en Argame y eso es bueno. Lo que estamos negociando ahora con Sepes es que retome el proyecto del abastecimiento, que se paralizó en su día, porque no queremos tener que desechar ningún proyectos porque no tengamos garantizado el abastecimiento de agua. Queremos tener un polígono con las mejores infraestructuras posibles y a través de una subvención estamos con el proyecto de la red  Wi Fi en el pueblo de Argame con idea de que lo podamos extender al propio polígono. Morcín tiene capacidad para intentar buscar una nueva actividad que no sea el carbón a través del polígono de Argame y de los recursos naturales. Creo que son los dos elementos fundamentales que deben ser el tractor de la economía de este concejo y en ello nos vamos a volcar.

-Morcín es un municipio muy cercano a Oviedo ¿tienen en cartera alguna medida que permita captar y asentar población de la capital?

-Morcín tiene las parroquias de Santa Eulalia y La Foz que no son tan rurales, pero tenemos un problema generalizado que es el problema de los servicios. Estamos trabajando con Riosa y con Ribera de Arriba mancomunar algún servicio que nos permita que los tres municipios mejorar las condiciones, aunque sabemos que no vamos a poder compararnos con la capital. Queremos mejorar en el tema del transporte público, en los servicios y en el desarrollo de las nuevas tecnologías. No obstante, habría que estudiar nuevas medidas que permita que la gente que quiera trabajar desde casa pueda hacerlo porque ahora mismo no tenemos esa capacidad. Por tanto, si tendríamos potencial si tuviéramos esas mejoras para atraer gente que esté trabajando en el centro de Asturias, pero ahora mismo nos lastran los servicios.

-El Monsacro es un recurso que todavía está poco aprovechado ¿hay propuestas desde el ayuntamiento para potenciarlo?

-El Monsacro debe jugar un papel de dinamizador de la economía de Morcín desde el punto de vista de que a él llega gente de todo tipo, desde los que tienen creencia religiosa, deportiva, cultural… Vamos a tratar de que una vez que tengamos los accesos en buenas condiciones, si es posible, que sea una etapa más del Camino de Santiago, que nos permita tener un albergue en alguna propiedad municipal. Pero empezando la casa por los cimientos, lo primero es que tenga adecuados los tres accesos, dos peatonales y uno rodado para ocasiones excepcionales. A partir de ahí, tenemos pensado hacer un circular en la base del Monsacro de 11,8 kilómetros compatible para BTT y senderismo. En la actualidad tiene lugar allí una carrera con mucha afluencia de gente y eso nos puede permitir que haya interés de la iniciativa privada en el futuro en lo que son alojamientos, así como el desarrollo de restaurantes. Si somos capaces de atraer turismo, eso significará que la gente puede vivir de este medio. Por ahí se puede crecer, pero está claro que nosotros debemos tomar la iniciativa y en el momento que tengamos esta inversión hecha podemos ir buscando alternativas que nos permitan generar empleo y calidad de vida. Esperamos tenemos para 2020 y durante esta legislatura combinar el tema del Monsacro y con recursos propios y algunos externos si nos los liberan tener unas infraestructuras acordes a lo que demanda la ciudadanía. Si es posible eso, Morcín de aquí a cuatro años puede asentar la población y espero que incrementarla.

-Morcín es un municipio en el que la ganadería todavía tiene cierto peso ¿le ve futuro al sector?

-La cabaña ganadera del concejo sigue siendo importante y hay nuevos jóvenes ganaderos que son los que están intentando tener una actividad de la ganadería como elemento tractor. Lo que necesitamos es que sea mucho más factible hacer infraestructuras en los montes porque los ganaderos no pueden seguir subiendo a pie a ver a sus animales, o cuando hay un accidente con una cabeza de ganado, o lo dejas en el monte o es imposible bajarlo… En mi opinión, la Ley de Montes tiene que modificarse y a los montes tienen que poder acceder los ganaderos, no digo que sea de forma generalizada y que todo el mundo transite en vehículos por los montes. Pero es que hoy por hoy a los ganaderos les ponen muchas trabas. En el Ayuntamiento tenemos solicitadas infraestructuras en el Aramo y la gestión de la administración para dar una licencia puede llevar años para que después, a lo mejor, no te permiten hacer esa infraestructura. Yo conozco el Aramo y hay zonas a las que es imposible acceder y al final quedarán de matorral porque el ganadero no puede estar todos los días a pie dos horas para ir a controlar el ganado. Se están poniendo en marcha nuevas tecnologías, como el uso de dronnes, y están muy bien para ver dónde están los animales, pero cuando hay un accidente, los dronnes no valen. Y al final, cuando no tienes algunas facilidades, pues la gente deja de pelear por ello. Y yo quiero lanzar como mensaje que si tenemos el medio que tenemos es gracias a la gente que vive en los pueblos, que saben lo que se puede hacer y lo que no, y me da la sensación de que en ocasiones se legisla desde despachos donde no son conocedores de la realidad, de lo que significa el medio rural y lo que significa el medio ambiente.

-El Museo de la Lechería es un proyecto enquistado en el tiempo que ha derivado en el deterioro del equipamiento ¿Qué tiene en mente? ¿Lograrán dar uso a esas instalaciones?

-Ese proyecto sufrió muchas dificultades y lo que tenemos en mente es la compra de los terrenos. Estamos en la fase final y estamos pendientes con Hunosa de una pequeña clarificación del suelo para hacer la compra porque no es factible tener una inversión con una cesión en precario. La primera actuación que haríamos sería la adecuación de la parcela que nos sirva cuando hay eventos importantes en el concejo, aunque no tengamos la instalación en uso. A partir de ahí, estamos repensando el proyecto porque creemos que el museo no es viable por muchas razones. Se podría utilizar una pequeña parte de las instalaciones como exposición aprovechando lo que tiene en propiedad Pepe Sariego y alcanzando un acuerdo con el mismo, y a partir de ahí hay que darle vida a la instalación de manera diferente. Estamos pensando que puedan tener presencia las asociaciones que hay en el concejo en la parte inferior del edificio y en el último piso podría adecuarse una sala polivalente que nos pueda permitir hacer eventos y no tener que ir al alquiler de carpas y de centros. El museo como tal no lo veo porque a día de hoy no hay implicación como había en su momento de las empresas dedicadas al sector lácteo. Sin la implicación de esa parte provada es una aventura que no tiene sentido.

-En la vecina comarca del Nalón están los trámites en marcha para el aprovechamiento lúdico de los embalses ¿se abre una puerta para que el de Los Alfilorios tenga más utilidad que abastecer a la capital de Asturias?

-La puerta la tenemos abierta con un informe favorable del Ayuntamiento de Oviedo y nos queda el de Confederación Hidrográfica del Cantábrico, que parece que también va a ser favorable, y la primera parte que sería la apertura de la pesca esperamos lograrlo este año. El tema de la navegación es más complicado y de hecho cuando planteamos el aprovechamiento del embalse decidimos ir sólo al ámbito de la pesca con un coto y si esta experiencia da resultado veríamos en un futuro si realmente se puede utilizar desde el punto de vista de un deporte diferente. Pero a día de hoy nos vamos a centrar en la pesca.

-¿Cuáles son sus reivindicaciones para el recién formado gobierno de Adrián Barbón?

-Fundamentalmente la finalización de las carreteras, de la red de aguas y saneamientos. Deben venir fondos tanto desde el ámbito regional como desde el nacional y sé que es común a todos los ayuntamientos porque las necesidades son similares. Es cierto que antes había unos recursos importante para los ayuntamientos desde Cooperación que se fueron aminorando con la crisis y necesitamos que esa partida se dote con más recursos para que las administraciones locales podamos atender el mantenimiento de las carreteras a los pueblos porque con los medios propios es imposible poder dar una calidad de vida como la gente se merece. Nuestro presupuesto es de 2,3 millones de euros y de ahí se pueden destinar a inversión entre 300.000 y 400.000 euros. El resto es para gasto de personal y gasto corriente, por tanto, por mucho que queramos hacer es imposible afrontar obras tan costosas. A través del Principado se está haciendo el saneamiento del río Morcín y son 2,3 millones de euros y el proyecto para la mejora y ensanche de la MO-1 supone una inversión de unos 5 millones de euros. Es imposible acometer esas obras que son muy necesarias desde un ayuntamiento como este. El caso es que las averías constantes que se producen actualmente en las redes que hay nos está llevando una parte importante del gasto corriente. Por eso exigimos a administraciones como el Gobierno central que se impliquen, porque consideramos que son desconocedores de la realidad del medio rural. Se centran en grandes infraestructuras, que son necesarias seguro, pero hay que tener en cuenta las demandas de los pequeños ayuntamientos porque si no es muy difícil que podamos asentar población.

-Antes de andar por los inescrutables caminos de la política anduvo por los sindicales ¿quiere valorar los acuerdos para el fin de la minería en pro de una transición energética justa?

-Yo creo que los sindicatos, siendo justo con ellos, firmaron lo posible en ese momento, y no tengo ninguna duda. Lograron cosas que incluso la gente que teníamos experiencia pensábamos que eran imposibles. Y yo tenía claro que la minería tenía fecha de caducidad a 31 de diciembre de 2018 y ha habido algún centro que ha podido continuar y eso es muy positivo. Lo que me preocupa, al igual que a los sindicatos, es que realmente los gobiernos cumplan con los acuerdos suscritos. Lo que se ve es que se van ralentizando mucho las actuaciones de gobierno firmadas en el plan, que conllevaba medidas urgentes para cubrir la situación de los excedentes de minería, que era generar empleo de manera inmediata a través de la restauración de los espacios degradados y desde ACOM propusimos también alguna otra medida para que se pudiera generar empleo de manera inmediata con actuaciones sobre las redes de agua y saneamiento, de forma que si queremos generar empleo de forma inmediata, solo es poner la inversión. En su momento no les parecía una barbaridad pero no lo han puesto en marcha. Lo que no pueden es poner como excusa que no hay proyectos. Eso serían proyectos inmediatos, no generadores de empleo. Para el futuro habría que hacerlos con más sensatez y que el empleo sea de calidad y con permanencia en el mismo, porque el plan marcaba esas dos actuaciones: el cubrir los excedentes de manera inmediata y proyectos de empleo a largo plazo. Por eso creo que negociaron un plan, desde mi punto de vista, dentro de lo que se podía y ahora esperamos que el nuevo Gobierno cumpla con esos acuerdos. Si los cumplen, veremos que los municipios mineros pueden tener vida. Si lo siguen incumpliendo, como desde el 2011 en adelante, lo tenemos complicado. Y quiero recordar que el Gobierno central le debe a Asturias 250 millones de euros del plan anterior, de los cuáles vamos a recuperar desde que el PP planteara la supresión de los fondos unos 125 millones de euros, que son los que están en vía presupuestaria. El resto se finiquitó. Por tanto, ¿cómo vamos a tener vida los municipios mineros? Con esos recursos podríamos estar hablando de saneamientos, de agua, de generación de empleo… pero lo único que se hizo fue destruir empleo, por tanto, tengo que ser crítico con el PP y con el PSOE porque no cumplieron con lo que estaba suscrito en los diferentes planes y esa es la consecuencia que vivimos hoy en los municipios mineros y en el medio rural.

-¿Crees que el plan puede estar en riesgo con la situación política que hay actualmente en el panorama nacional?

-Esto, desde luego, no ayuda, porque hay plazos y convenios que tendrían que estar firmados a 31 de diciembre. En los primeros planes no era necesario que esas inversiones estuvieran en vía presupuestaria pero se modificó el reglamento en el Congreso de los Diputados  y ahora tienen que estarlo, por tanto, si no hay Gobierno ni hay acuerdo presupuestario, posiblemente tengamos en riesgo los recursos.

-En su opinión ¿qué iniciativas habría que poner en marcha para dar futuro a los concejos de las comarcas mineras?

-Lo primero, que las nuevas tecnologías lleguen a todos los núcleos de población y a todas las viviendas e infraestructuras, porque el tema de los servicios es primordial. Lo que está claro es que sin tecnología y sin infraestructuras no tenemos vida.

-Y a nivel nacional ¿cómo ve el panorama tras la fallida investidura de Pedro Sánchez?

-Lo veo complicado por varias razones. Siempre hemos dicho que no eran buenas las mayorías absolutas si no se saben utilizar y que la fragmentación política conllevaba saber llegar a acuerdos y eso significa ser generosos todos, quien tiene más votos y quien tiene menos. Quien tiene menos no puede intentar imponer su programa pero en este caso yo creo que el PSOE perdió un tiempo maravilloso y se vio abocado a una negociación en los últimos días cuando se dio cuenta que no había posibilidad de acuerdo. Creo que fue un error político, que estar hablando de vetos de personas no ayuda y que en este caso se equivocaron las partes, y no voy a entrar en porcentajes. Lo que me preocupa es que la izquierda cuando gana no sea capaz de llegar acuerdos y permitan que siga incrementando su posición la derecha. Por eso creo que cabe la cordura de aquí a septiembre y se busque un gobierno, no sé si de coalición o de consenso, pero que posibilite un gobierno de izquierdas. Si no se demostraría que en este caso el PSOE lo único que estaría es lanzando, desde mi punto de vista, un mensaje de necedad y si nos llevan a elecciones tendríamos que hacer una campaña de exponer qué hizo cada uno desde las elecciones hasta la fecha. A mí no me ha gustado en absoluto la posición del PSOE, y lo digo con claridad, porque creo que solo negoció cuando vio que no tenía una posición gratis de Unidas Podemos y del resto.