Zepelines, dioses griegos y pollos gigantes protagonizan el Descenso Folklórico del Nalón

La Voz REDACCIÓN

ASTURIAS

La fantasía marca una fiesta en la que se pudieron ver carrozas imponentes como un zepelín de 12 metros o un enorme Zeus de 5

17 ago 2019 . Actualizado a las 20:49 h.

El trabajo de varias semanas plasmado en una celebración multitudinaria: miles y miles de personas y 40 carrozas brindan un espectáculo fantástico en la 52 edición del Descenso Folklórico del Nalón, que hizo que Laviana se quedara pequeña. Los veteranos pasaban el testigo a los más pequeños, que acudían por primera vez a esta fiesta, que pugna cada verano por ser una de las más especiales del calendario estival. La imaginación fue la protagonista principal, y el esfuerzo titánico de los miembros de las peñas se tradujo en imponentes creaciones como un enorme zepelín de doce metros o una estatua realista del dios griego Zeus que trasladó este festejo a la antigüedad clásica. 

La capacidad de atracción de este festejo es tal que en algunas peñas incluso contaron con la participación de personas procedentes de puntos geográficos tan dispares de España como Madrid, Barcelona, Sevilla o Guadalajara. Este es el caso de la peña responsable de la construcción de una de las carrozas que más dieron que hablar: un enorme zepelín de doce metros dentro del cuál un DJ pinchaba música a su paso, movido por un total de 90 miembros de esta peña. Una de las más entrañables ha sido la responsable del Lego-Puente, en el que los niños tomaron el papel principal durante su paso por las calles de la localidad, ya que su participación en el descenso fluvial dentro de las carrozas está prohibida. Esto no evitó que los niños disfrutasen de lo linda y contagiaran su ilusión y alegría al resto de los presentes.

Una fiesta de estas características no puede pasar sin contar con el protagonismo de personajes de renombre, como es el caso de ni más ni menos que el dios griego Zeus, que fue inmortalizado en una espectacular estatua que parecía complicada de llevar por el cauce del río. No obstante, uno de los diseñadores de la misma explicó la clave: una base de poliespan que permite a la obra contar con una estabilidad y ligereza para el descenso fluvial. El trabajo a destajo para esta cita se refleja en las escasas horas de descanso. «Apenas hemos podido descansar cuatro o cinco horas al día», reconoce uno de los miembros de la peña responsable de esta carroza. El sudor merece la pena para mostrar tu obra maestra ante toda Laviana para después disfrutar de un chapuzón en el Nalón.