¿Podría haber más restos en la sima donde encontraron a Eloy Campillo?

Carmen Fernández REDACCIÓN

ASTURIAS

Fragmento de mandíbula encontrado en la sima del macizo de Ándara
Fragmento de mandíbula encontrado en la sima del macizo de Ándara

Tras encontrar los huesos del exalcalde de Sotres y los de una niña, el lugar, con 180 metros de profundidad podría tener zonas aún sin explorar

24 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Los restos de Eloy Campillo, exalcalde de Sotres y guarda forestal de los Picos de Europa fueron encontrados de manera totalmente fortuita por un grupo de espeleólogos en agosto de 2018. Un hecho que alentó a una familia que llevaba buscándolo 74 largos años. Investigaciones de la mano de Antonio Brevers sobre la historia del desaparecido, especializado en este campo y trabajando mano a mano con el despacho jurídico y pericial Rodríguez Palomares, hicieron más fácil encajar las piezas sobre cómo había terminado en esta sima del macizo de Ándara en un desenlace fatal. Campillo había sido asesinado en 1945 por unos guerrilleros en dicha zona, por lo que una vez encontrados los restos se alertó rápidamente a la familia para cotejar sus datos. A la cita acudió su hija, Mercedes Campillo, cuyo ADN daba una probabilidad de paternidad del 99,99999996%. Sin embargo, en la expedición se encontró un fémur que no correspondía al protagonista. El hueso procedía de una mujer de entre 10 y 14 años del que se desconoce su historia. El abogado Darío Rodríguez Palomares explica que aún queda mucho terreno por explorar, ya que la sima tendría una profundidad de 180 metros, en la que aún permanecen parte de los restos de ambos: «Tiene una profundidad de unos 70 u 80 pies de altura, por lo que podría haber enterrados más restos».

A pesar de la sorpresa que se llevaron al encontrar las muestras procedentes de la menor han descartado la posibilidad de que el lugar sea una fosa común debido a que los restos corresponden a dos hechos aislados y completamente distintos. Por un lado Campillo fue asesinado en el 45, y el hueso de la niña podría ser de los años 90, aunque el informe aclara que debido a que el proceso de degradación se había producido en el interior de una cueva, en condiciones ambientales constantes, la fecha de la muerte podía estar mucho más alejada en el tiempo. «Creemos que la menor pudo caerse accidentadamente debido al terreno», puntualiza. Sin embargo aún quedan restos de ambos dentro de la sima, por lo que el gobierno de Cantabria trabaja conjuntamente con el de Asturias para apoyar la extracción. «Es complicado porque podrían estar enterrados, hay mucha altura y debido al peso son complejos de sacar», explica Rodríguez.

Además de todas estas dificultades se sumarían los permisos pertinentes para realizar las excavaciones tanto de la Guardia Civil, como de la propietaria del terreno y del Parque Nacional, por lo que por el momento, y debido a que tampoco han encontrado coincidencias de la menor en la base de datos nacional sobre desaparecidos han paralizado la investigación y se ha archivado provisionalmente. «Se necesita de gente muy preparada y material muy especializado para no contaminar las pruebas cuando se baje a buscar los restos que faltan», comenta el abogado. De todas formas, los forenses que trabajan cotejando las muestras son los más prestigiosos del país, como Fernando Serrulla, el especialista encargado de la autopsia de Diana Quer, así como en la investigación de los atentados del 11 de marzo en Atocha. 

Historia de Eloy Campillo

Antonio Brevers, historiador especializado en la lucha guerrillera antifascista y escritor de libros como Juanín y Bedoya. Los últimos guerrilleros, se encontró con la fugaz historia de Eloy Campillo mientras investigaba este episodio acaecido el 22 de abril de 1945 en Pandébano, cerca de Sotres, en los archivos históricos de Ferrol.  Allí descubrió que uno de los protagonistas de este suceso había muerto asesinado, por lo que intentó contactar con su familia. Mercedes Campillo, la única de sus hijos que continúaba con vida le explicó la desapareción de su padre hace 74 años por lo que todo cobró unos tintes más personales. Tanto Mercedes como su hijo buscaban a su familiar, sospechando que lo habían ejecutado.  Sus especulaciones fueron confirmadas por el historiador, que les informó que el suceso tuvo lugar en la noche del 24 de abril de 1945, después de ser apartado del grupo que se dirigía a Bejes, tras atravesar la Canal de las Vacas. Un disparo acabó con su vida y posteriormente los guerrilleros arrojaron el cuerpo a una torca que para ellos fue desconocida hasta que el azar del destino hizo que un grupo de espeleólogos dieran con ella. En agosto del pasado año, los restos de Campillo fueron encontrados en la sima del macizo de Ándara, en la zona oriental del Parque Natural de los Picos de Europa. El grupo de espeleólogos dio parte a la Guardia Civil y a los dos días el GREIM organizó el descenso y recogió de entre los numerosos huesos: tres trozos de un correaje de cuero junto 24 restos óseos y una pieza dentaria con posible apariencia humana.

Posteriormente, la médico forense de Torrelavega, tras una segunda inspección, seleccionó un húmero, una tibia, un fémur, un hueso coxal, un fragmento de maxilar inferior con un molar, dos fragmentos craneales y la pieza dentaria hallada suelta para enviarlos al Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Madrid. Resultó determinante para poder abordar adecuadamente desde un primer momento el hallazgo que los miembros del GREIM que intervinieron, así como el historiador y el despacho jurídico Rodríguez Palomares, además de expertos alpinistas, eran grandes conocedores de la historia reciente de los Picos de Europa y en sus diligencias hiciesen constar la posible vinculación de los restos encontrados con la desaparición en el año 1945 del guarda del coto nacional de los Picos de Europa Eloy Campillo. El despacho jurídico, especializados en este sector señalan que tan pronto como la familia de Eloy Campillo tuvo conocimiento del hallazgo procedió a personarse en las diligencias previas instruidas por el Juzgado de San Vicente de la Barquera.