Los sindicatos de clase asturianos salen (poco a poco) de su particular crisis

Carmen Liedo

ASTURIAS

Manifestación del año 2018 convocada por CCOO y UGT de Asturias en Langreo (Asturias), con motivo del Día Internacional del Trabajo bajo el lema  Tiempo de ganar: igualdad, mejor empleo, mayores salarios, pensiones dignas
Manifestación del año 2018 convocada por CCOO y UGT de Asturias en Langreo (Asturias), con motivo del Día Internacional del Trabajo bajo el lema Tiempo de ganar: igualdad, mejor empleo, mayores salarios, pensiones dignas Alberto Morante

UGT, CC OO, USO y CSI empiezan a recuperar afiliados después de varios años de pérdidas motivadas por la destrucción de puestos de trabajo, el empleo precario, la crisis demográfica y la pérdida de población joven

29 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008, la crisis global que coincidió por entonces, la pérdida de puestos de trabajo, la crisis demográfica que vive Asturias, la pérdida de población joven de la región. Todas estas circunstancias han pasado factura a las empresas, a las familias y también a los sindicatos de clase asturianos, que durante una década han perdido miembros entrando en una particular crisis. Parece que vislumbran la luz al final del túnel y, aunque todavía con cautela, UGT, CCOO, USO y CSI hablan en la actualidad de una recuperación de afiliados que, por la valoración que hacen, es desigual entre unos y otros. Es la Corriente Sindical de Izquierdas la organización que más asegura crecer en número de afiliados.

 UGT logra estabilizar la afiliación

UGT sigue siendo el principal sindicato de la región por número de afiliados. El último dato del que dispone esta organización es de 35.000 cotizantes -los que se mantienen al corriente de pago-, aunque matiza Abel Suárez, secretario de Organización de UGT, que hay un número importante que falta por contabilizar «porque es gente que tiene el descuento en nómina». De hecho, según los datos facilitados en su día por la central, al finales de 2016 contaba con 39.317 afiliados y a partir de 2018 las cifras habrían empezado a mejorar. «Nosotros hemos logrado estabilizar la afiliación en 2018, con un incremento de 2.261 nuevos afiliados», ha señalado el representante de UGT matizando que «en los años de crisis no pasábamos de 2.000 entradas». La previsión de este sindicato es tener «una progresión similar» este 2019 puesto que Abel Suárez precisa que en lo que va de año y hasta el 15 de septiembre ya tienen 1.893 nuevas altas mientras que «el número de bajas sigue descendiendo».

Pese a la recuperación de la afiliación, Abel Suárez no quiere utilizar la palabra satisfacción. Y no quiere porque «el mercado laboral asturiano tiene 40.000 asalariados menos que antes de la crisis, por la inestabilidad, la temporalidad de las contrataciones…».En su opinión, hay que «dignificar la contratación» para que las organizaciones sindicales tengan una mayor afiliación, porque no obvia que «después de la crisis hay trabajadores pobres» y que lo que hay que hacer es impulsar «el incremento de la masa salarial y crear estabilidad». No obstante, desde UGT siguen percibiendo que «los trabajadores, cuando tienen problemas, confían en el sindicato».

2018, el «año de inflexión» para CCOO

Para CCOO, el año 2018 fue «un año de inflexión» después de nueve años consecutivos de pérdida de afiliados, mientras que el pasado año esa merma fue del 0,15%, según los datos facilitados por el secretario de Organización, Toni Masa. El mismo ha concretado que en diciembre del pasado año contabilizaban 32.276 integrantes en el sindicato, mientras que a finales de 2017 el dato era de 32.324. Sin embargo, la expectativa de esta organización sindical es buena teniendo en cuenta que el último dato que tienen registrado, de hace unos días, es de 32.847 afiliados. Además, Masa pone de relieve dos apuntes comparando los datos de finales de 2017 y 2018: que se ha incrementado un 4,18% el número de mujeres dadas de alta en la central, mientras que el de jóvenes (menores de 30 años) ha crecido un 9,85%. «Y eso teniendo en cuenta que Asturias es la única región que sigue destruyendo empleo», comenta el secretario de Organización de CCOO.

En opinión del mismo, la destrucción de puestos de trabajo, la pérdida de población joven, la crisis demográfica y el empleo precario y temporal que hay en la región fueron las causas de la particular crisis que ha vivido el sindicato al que representa. Así, considera que «2018 ha sido el primer año de inflexión porque casi se rozó el cero en la pérdida de afiliados». Sobre esto, pone de relieve que, pese a que en la región «no han mejorado ninguna de las causas antes mencionadas, han empeorado todas, la tendencia de este 2019 para el sindicato es de mejora». ¿Y esto por qué? «Porque la gente ve necesario el sindicato» y también, a su entender, por la presencia que ha tenido CC OO: «hemos tenido una movilización importante con las mujeres, los pensionistas, donde estaba el conflicto, en la negociación de convenios… Hemos tenido visibilidad y nos empiezan a ver como una solución», ha manifestado Toni Masa, que valora el repunte en la afiliación como «que vamos por buen camino».

Recuperación de USO tras su reestructuración

A la Unión Sindical Obrera (USO), además de la crisis, le pasó factura la reestructuración que vivió estos años de atrás la organización. Juanjo Estrada, coordinador de la gestora de USO, asegura que el sindicato «se va recuperando poco a poco» y aunque no da cifras concretas de afiliación asegura que el número de integrantes «no está mal para los tiempos en que nos movemos». Es más, asegura que son «unos números que nos dan peso y presencia» al suponer el 10% de representatividad en Asturias. Al igual que los representantes sindicales de UGT y CC OO, considera que influye la situación económico-laboral de la región en la afiliación, y por eso se muestra «preocupado» porque la previsión de crecimiento de nuestra comunidad autónoma haya bajado y por la «crisis industrial» que se está viviendo.

CSI crece y gana representación en grandes empresas

El responsable de Organización de la Corriente Sindical de Izquierdas (CSI), José Manuel García Pérez, se muestra «cauto» con los números y evita precisar la cifra de cotizantes que tiene su organización. Asegura que «estamos creciendo a un ritmo del 10 por ciento en el volumen de afiliación» y destaca que la CSI «ya tiene representación en casi todas las grandes empresas», además de en el ámbito de la administración o en el de la sanidad. Según dice, el balance es «satisfactorio» en lo que a crecimiento de la afiliación de la organización se refiere, aunque no por la situación del mercado laboral que también considera que les influye. «Nos gustaría conseguir ser un instrumento más válido para los trabajadores», comenta el mismo, que apuesta por trabajar para que los sindicatos «recuperen el valor que tuvimos históricamente, como motor de cambio, para así promover cambios sociales».