«Con una caja de palillos de un euro puede aprender Matemáticas toda una clase»

Susana D. Machargo

ASTURIAS

Jaime Martínez Montero
Jaime Martínez Montero

El creador del popular Método ABN visita Asturias para formar docentes y para difundir los resultados de un sistema que lleva más de una década en expasión

25 oct 2019 . Actualizado a las 10:59 h.

Las Matemáticas ya no son el coco. Eso es al menos lo que dice Jaime Martínez Montero, el creador del método ANB de enseñanza, que se centra en esa asignatura que generación tras generación ha infundido miedo a gran parte del alumnado. Martínez Montero, que ha aterrizado en el Principado de la mano del sindicato ANPE, explica que no solo mejoran las calificaciones de los alumnos y se resta presión. También diluye la frustración de los docentes de una materia que tradicionalmente arrastra tasas de aprobados pequeñas. Ni siquiera se puede decir que sea caro. Su autor, que comparte el éxito con los centenares de profesores que de alguna manera se han implicado en mejorarlo y extenderlo, asegura que todo son ventajas. Así lo traslada en sus talleres formativos y en sus conferencias. Hoy mismo pronunciará una en Oviedo, en el Homenaje al Docente de ANPE. Ayer habló ante 160 colegas en la Facultad de Formación del Profesorado.

-¿Cómo surge la idea de concretar su experiencia en la docencia de Matemáticas en un método manipulativo que pudiesen compartir otros compañeros?

-No hay un momento concreto. Esto no es algo súbito. Llevo toda mi vida dedicándome a esto. Siempre me he interesado por la didáctica de las Matemáticas. Siempre me ha preocupado porque es la materia negra, en la que más se suspende, a la que los chicos tienen más antipatía. La primera vez que se publica algo sobre este método, cuando aún no tenía ni nombre, es en el año 2000. Pero, previamente, ya había publicado artículos e, incluso, mi tesis doctoral es anterior. En realidad, fue un proceso de aterrizar y darse cuenta de que a lo mejor el problema está en el método que se sigue, en la forma de enseñar. A partir de ahí, hasta el 2008, el método duerme el sueño de los justos. Esto ha tenido la enorme suerte de surgir en un momento en el que, con las redes sociales y las nuevas tecnologías, es muy fácil darlo a conocer y se puede poner al alcance de todos los docentes. Es, por tanto, muy diferente a lo que hubiera ocurrido hace 40 ó 50 años. Así es como surge, la consecuencia de un trabajo que se viene haciendo durante mucho tiempo y que termina culminando en algo completamente distinto a lo que se venía haciendo.

 -¿Cómo surge en todo este proceso el nombre, el método ABN para las matemáticas?

-El nombre, en concreto, corresponde a las iniciales. Es la a de abierto y basado en números. Se me puede decir que, claro, está basado en números y no basado en letras. Lo que queremos decir es que se trabaja con los números completos, no fraccionados en cifras y en significado. Es abierto porque aplicamos formas de trabajar las cosas distintas. Cada sujeto trabaja de acuerdo a su capacidad y sus características. Es como subir una montaña. Puedes ir a la cima directamente o dar un rodeo, en función de tus condiciones. Lo importante es que todos lleguen a la cima.

-¿Es, por tanto, un método más inclusivo que genera más equidad en la escuela y que iguala al alumno dentro del aula?

-Sí, el primer libro que de una manera práctica se aborda el tema, porque había uno anterior que era más teórico, lleva por título enseñar matemáticas a alumnos con necesidades educativas especiales. Porque la idea era decir cómo hacemos las cosas para que no sea una materia excluyente. Si lo que nos están diciendo las actuales investigaciones sobre el desarrollo del cerebro es que las matemáticas son un lenguaje para el que el ser humano está tan preparado como para el lenguaje verbal, entonces tenemos que mejorar. El primer libro que se ocupa del método, difundiendo ya los logros que se habían conseguido, está pensado precisamente para los chicos que tienen dificultades.

-Es cierto que la educación no se mide solo en las notas, que no tiene que ser resultadista pero, según su experiencia, ¿los alumnos del método terminan mejor cualificados? ¿Obtienen mejores notas?

-En notas las diferencias son muy grandes. En nuestras clases prácticamente no suspende nadie, salvo el que quiere suspender, el que se empeña. Se ha notado muchísimo. La cuestión radica en que lo que hacen nuestros chicos desborda incluso los contenidos del currículum, entonces en seguida sacan buenas notas porque las exigencias del currículum las cubren en seguida y van mucho más allá. Se ha notado enormemente.

-¿También sirve para perderle el miedo a las Matemáticas? ¿Deja de ser la asignatura negra?

-Puedo decir que pasa a ser la asignatura favorita de nuestros alumnos. De ser la maldita, pasa a ser la favorita. Lo hemos visto en colegios que siguen programas de calidad y que hacen encuestas entre su alumnado a partir de cuarto. Les preguntan de manera anónima y al final del curso. Suele coincidir que tres de cada cuatro chicos pasan a convertirla en su asignatura favorita. Hay otro dato importante, los que no la eligen como su asignatura favorita la ponen en segundo lugar. Suelen alumnos que les encanta la Educación Física o muy dotados para otras áreas como la Plástica. Es un vuelco completo el que se da.

-¿Puede explicar, de manera gráfica, en qué consiste? Se trata de un método manipulativo o así se define, al menos.

-Así se comienza. Se sigue un proceso por el cual los chicos, al principio, hacen las cosas en la realidad. Luego llega la representación simbólica, que ya se hace en dos dimensiones. Se pasa de tres dimensiones a dos dimensiones, de manera simbólica. Y finalmente, se introduce lo que sería el lenguaje matemático. De manera que van superando niveles de actuación de manera natural.

-Para aplicar este método, ¿sirve cualquier material, la imaginación es el límite o tiene alguno definido?

-Hay materiales. Nuestro método se puso en marcha en colegios muy humildes, de barriada deprimida. Los materiales son tan sencillos como los palillos o la tabla del cien o tabla de Montessori. Eso serían los básicos, que están al alcance de cualquiera. Los palillos te permiten hacer agrupaciones cómodas hasta meterte en la centena. Una vez que los chicos comprenden la agrupación de primer orden, como serían las decenas, o de segundo orden, como serían las centenas, pues entonces el resto de órdenes de magnitudes mayores ya va de suyo. No hay que hacerlo manipulativamente. Por ejemplo, manejamos mucho dinero de juguete, sobre todo con monedas, y eso nos permite tener un conocimiento muy precoz de los decimales, porque a los chicos les encanta manejarse con céntimos. Luego, una colección de billetes y monedas es un elemento básico para nosotros. Además, se pueden meter todos los adornos que se quieran. Pero esto es lo básico. Más sencillo imposible. No hay que vender nada. No es como otros métodos que te cobran unas cositas de plástico a precio de oro sino que con una caja de palillos, por un euro, se arregla toda la clase.

-¿Cómo conviven estos métodos con el libro tradicional, con los manuales? ¿Es algo complementario o excluyente?

-Nosotros tenemos una colección de libros de texto de Infantil a sexto de Primaria en los que desarrollamos exclusivamente el método. Entonces, en ese sentido, el que quiera trabajar con libros tiene los manuales del método. Esto no quita que el que quiera trabajar directamente puede hacerlo, porque tenemos en la página infinidad de material y puede desarrollarlo por su propia cuenta. Esto solo lo hacemos nosotros, los del método ABN. Con Singapur y demás métodos, tienes que comprar los libros y el material sino no te enteras de nada. Lo nuestro está en la red, con tutoriales y con todo el desarrollo. Lo que sí es incompatible es con el método tradicional porque nosotros partimos de unos supuestos radicalmente distintos entonces no podemos enseñar a la vez una cosa y la contraria. Esto no quita que los chicos, una vez que saben el método ABN, no sepan hacer los cálculos del formato tradicional. No tienen ningún problema. Lo saben hacer y muy rápido. Pero cuando ya dominan uno. No simultáneamente.

-Este método parece muy vinculado al cálculo, ¿cómo aprendemos otros terrenos de la Matemática como la Estadística o la Geometría?

-El sistema métrico, el estudio de las magnitudes por ser más amplio, está basado en el sistema de numeración. Luego todo lo que ellos saben del sistema de numeración lo traspasan con toda la naturalidad a las unidades de medida, de tal manera que en una semana lo manejan. Los chicos, por ejemplo, las magnitudes simples como litro, metro o gramo las saben en una semana. En estadística, es todo cálculo. Están muy preparados para abordar los conceptos estadísticos. Trabajamos aspectos fundamentales para la estadística de manera manipulativa desde Infantil. Si hay cuatro chicos que tienen una determinada cantidad de dinero y son tan buena gente que van a repartirlo de manera que todos se queden con lo mismo, estamos trabajando la media, la amplitud del rango,… Así que ese flanco está cubierto. En cuanto a la geometría, hay dos cuestiones. Una que es la aplicada, que es tener una buena conceptualización, entender lo que se hace. Para eso el método es genial. De la geometría intuitiva o de las relaciones espaciales no nos ocupamos, pero los chicos lo hacen dentro del tratamiento general de la geometría. No tenemos un sistema especial o diferente para que calculen cuánto mide la hipotenusa, sin embargo, tienen un magnifico instrumento para hallarlo. Luego, también debajo de la geometría están los números. Cuando Tales de Mileto calcula la altura de las pirámides con la sombre de un bastón tiene que esperar a que la sombra del bastón coincida con la medida del bastón. Si hubiera entendido de proporciones, con que hubiera adivinado la décima parte de la longitud del bastón tendría la décima parte de la longitud de las pirámides y también tendría que haber sabido calcular la altura sin necesidad de esperar. Detrás de un mosaico, hay un sistema de números. No es tan ajeno. El cálculo es la madre de toda la Matemática y no solo de toda la Matemática. Sin, cálculo Física, Química o Biología son complicadas. Es fundamental para todas las ciencias, incluso la Geografía.

-¿Hasta qué edades o cursos está desarrollado su método? ¿Para quién está pensando?

-Nosotros nos hemos movido siempre de Infantil a Primaria. Es bastante porque son nueve cursos. Ahora, también es cierto que al final de Primaria ya tocamos muchos temas que se dan en Secundaria. Los alumnos consiguen esa preparación intuitiva, no formal, pero que les va a servir para hacerlo. Los chicos llegan a trabajar con expresiones algebraicas, a operar con binomios y polinomios, resuelven raíces cuadradas de cuatro cifras. Los más espabilados, de seis cifras,… Hablo de que lo hacen mentalmente. Llevan un conocimiento que ayuda a encajar el conocimiento que les van a dar en el instituto y van a sacar unos rendimientos muy buenos.

-¿Cuentan con centros asturianos que ya estén aplicando de facto este método?

-Tenemos un mapa donde se apuntan los centros que quieren, en el que aparecen reflejados entre el 50% y el 60% de los que lo están usando. Ahí están entre 10 ó 12 de Asturias. En diversos sitios, de zona rural a Oviedo o Avilés.

-Su programa una sesión formativa con docentes y con alumnos de la Facultad del Profesorado que está llena desde hace semanas y una conferencia. ¿Hay mucho interés por cambiar la pedagogía de las Matemáticas? ¿La enseñanza está registrando un cambio drástico?

-Pienso que sí. Ahora mismo pensamos que somos la metodología que más impacto está teniendo, la que más se está implantando en los colegios. Eso es un buen indicador y también lo es que las actividades de formación se llenen en poco tiempo. En más de una ocasión, hemos tenido que buscar aforos más amplios porque se llenaba volando. Hay un gran interés por conocer el método ABN y por saber cómo aplicarlo. Porque, al fin y al cabo, un docente lo que quiere es que los chicos aprendan. Incluso a los que menos les gusta la profesión, les agrada que los chicos aprendan. Esta es una vía que está suficientemente explorada. Saben que lleva a un aprendizaje comprensivo, conceptual y motivador.

-¿Qué le dicen los docentes que van a sus cursos y a sus talleres? ¿Qué buscan?

-Buscan romper la frustración que supone impartir una asignatura que requiere muchísimos esfuerzos para el docente y para el sistema y que luego obtiene resultados pequeños o escasos. Es importante el hecho de pensar que puede que haya otra vía por la que esta frustración permanente desaparezca. Es frustrante trabajar, machacar, repetir y que aún así solo aprueben los más espabilados y el resto de los alumnos las pasen canutas.

-¿Así que rompen también la frustración del docente?

-Los profesores de Matemáticas trabajamos en algo que lleva mucho esfuerzo y luego vemos que han aprendido seis o siete chiquillos de una clase de 20 o de 25. Pues eso muy bien no te sienta. Como tampoco le sentaría bien al señor que está operando y le mueren más de la mitad. Así que hemos descubierto otra técnica y hemos visto que no se muere nadie, Por eso los profesores vienen a nuestros cursos con muchísimo interés.

-Habla siempre en plural. ¿Hay un equipo detrás?

-Somos ya miles de profesores. Es algo muy compartido por todos. La gente publica lo que hace, lo ven otros, lo toman, lo mejoran y lo comunican. Hay muchas aportaciones de todos los docentes y muchas de los propios alumnos que nos enseñan a nosotros. Hemos puesto un niño pequeño en la vida pero ese niño ha crecido. Ha necesitado de mucha gente, por eso me gusta hablar en plural. No es una cosa que yo haya desarrollado. No es como un coche de fábrica que lo compras de paquete. Esto era un chasis muy potente que entre todos hemos sido mejorando entre todos.