De la incertidumbre de Alcoa a la expectativa con Alu Ibérica en un año

Carmen Liedo REDACCIÓN

ASTURIAS

La factoría de ArcelorMittal de Avilés, en Asturias.
La factoría de ArcelorMittal de Avilés, en Asturias. J.L.Cereijido

Los trabajadores siguen a la espera de que el fondo Parter Capital presente un plan industrial para las plantas de Avilés y A Coruña. Manifiestan su preocupación por la inacción de Gobierno central en relación a los costes eléctricos

10 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

No puede decirse que los trabajadores de Alu Ibérica estén en la actualidad en el mismo momento de inquietud que hace un año cuando Alcoa anunció el cierre de las plantas de Avilés y A Coruña, pero lo cierto es que después de 12 meses complicados, la tranquilidad tampoco es lo que reina entre unas plantillas que se han visto al borde del precipicio y que ahora vuelven a ver pasar el tiempo sin que Parter Capital presente el plan industrial que anunció en el momento de la adquisición de las factorías hace ahora tres meses. Así, puede decirse que han pasado de la incertidumbre de Alcoa a la expectativa con Alu Ibérica.

El presidente del comité de empresa, José Manuel Gómez de la Uz, manifiesta que la situación actual tiene dos partes. Por un lado, consideran que la empresa «financieramente está bien y es solvente». Están trabajando en la fundición de chatarra y la línea de actuación en este sentido parece que está «bastante definida», incluso con intención de mejorarla. Por otro lado, el mismo traslada la preocupación de los trabajadores porque las series de electrólisis, instalaciones en las que se fabrica aluminio primario, no se hayan arrancado. Esto significa que la carga de trabajo que tienen actualmente es pequeña, con lo que están realizando «tareas de mantenimiento y preparación de las series» para cuando se quiera retomar la producción en ellas.

«Una de ellas no necesita inversión alguna para ponerla en marcha», asegura De la Uz, que dice que «es una pena no arrancar esa instalación» y que no haya ningún tipo de producción. El problema que ve es que la situación actual de la factoría de Avilés no «no es sostenible a largo plazo» sólo con la fundición por mucho que se quiera mejorar ésta tecnológicamente. Presente tiene el presidente del comité de empresa de la antigua Alcoa que el compromiso que adquirió el fondo Parter Capital en el momento de la compra de las plantas fue de mantenimiento de los empleos y de la actividad dos años. A partir de ese momento, todo dependerá del volumen de negocio de las factorías que, en buena medida, va unido a que se vuelvan a poner en marcha las cubas de electrólisis.

«Que arranquemos una serie de electrólisis depende del Gobierno»

En este sentido, José Manuel Gómez de la Uz pone el foco el en Gobierno central, a quien acusa «de no haber echo nada» en estos tres meses «para solucionar nuestra problemática, que son los costes eléctricos». «Está bien que venga un inversor, que puede aguantar un tiempo, pero para arrancar al menos una serie de electrólisis dependemos del Gobierno», señala el mismo con la percepción de que «al Gobierno socialista le importa poco la industria». «El Gobierno parece que no quiere verlo: la situación de Arcelor, la factoría de San Ciprián… parece que les da igual la industria», reprocha el representante sindical, que recuerda que desde que se firmó la venta el 31 de julio, tampoco se ha convocado la mesa de seguimiento por parte del Ministerio de Industria.

Trasladan confianza a los clientes

A la espera de que el fondo suizo Parter Capital les presente el plan industrial y el Gobierno central aminore los costes eléctricos que están lastrando a la industria electrointensiva, desde el comité de empresa trasladan un mensaje de confianza a los clientes: «que sepan que no van a tener problema con los pedidos. Desde el punto de vista de los trabajadores, pueden estar tranquilos porque van a estar servidos», asegura De la Uz, que considera fundamental recuperar clientes y trasladarles «que los productos van a mejorar».