Los partidos apelan al desbloqueo en el cierre de una campaña polarizada

ASTURIAS

Pablo Iglesias, Pedro Sánchez, Albert Rivera, Pablo Casado y Santiago Abascal
Pablo Iglesias, Pedro Sánchez, Albert Rivera, Pablo Casado y Santiago Abascal

Todos los lideres nacionales visitaron Asturias menos Albert Rivera en las semanas previas a la repetición electoral

09 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La campaña, brevísima, de apenas una semana de duración se cerró cuando los primeros signos de nieve llegaban a los puntos más altos de Asturias, en un viernes muy frío y endemoniadamente lluvioso para un electorado desangelado por la repetición electoral. En los siete días de infarto para los responsables de los principales partidos que optan a los siete escaños que le corresponden a Asturias en el Congreso, hubo mítines grandes y pequeños (algunos hasta la contraprogramación como los que hicieron coincidir en una misma jornada a Pedro Sánchez en Gijón y Pablo Casado en Oviedo) con la presencia, aunque fuera en los día de la precampaña, de los líderes de los partidos con la excepción del presidente de Ciudadanos, Albert Rivera que, al igual que en abril, no se acercó al Principado. 

PSOE

Los socialistas cerraron su campaña en El Berrón, en Siero, en un acto en al que acudieron tanto el presidente asturiano, Adrián Barbón, como la vicesecretaria general del partido y cabeza de la candidatura, Adriana Lastra. También en Siero, en Lugones, se cerró la campaña de las autonómicas. Lastra se recorrió medio país en esta campaña por sus responsabilidades orgánicas en el partido, su número dos, María Luisa Carcedo (ministra de Sanidad en funciones) sí tuvo una presencia permanente en el Principado, y también puso la cara en el debate de la televisión autonómica. Con el mensaje insistente, ya desde que se supiera que había repetición electoral, de la necesidad de fortalecer el voto socialista para tratar de desbloquear la investidura, el principal acto de los socialista en Asturias fue el mitín de Pedro Sánchez, en Gijón en el que apeló a la necesidad de que el gobierno deje de estar en funciones para poder poner en marcha importantes asuntos para la economía asturiana como el estatuto de la industria electrointensiva. Los mensajes contra Vox y el peligro de la extrema derecha marcando la agenda a PP y Ciudadanos fueron otra constante de la campaña socialista en Asturias. 

PP y Foro

El mismo día en que Sánchez celebraba el mítin de Gijón, el 5 de noviembre en el ecuador de la campaña, Pablo Casado hacía lo propio en Oviedo. Los populares renovaron en esta ocasión la coalición con Foro Asturias y, de hecho, parte de la intervención de Casado consistió en una reivindicación de la figura de Cascos que apunta a una reconciliación de la escindida derecha asturiana. Hasta estaban ya apagado los fuegos internos después de que Mercedes Fernández renunciara a la presidencia regional y aceptara ir al Senado. Su cabeza de lista al Congreso, Paloma Gázquez insistió en sus mensajes en las rebajas fiscales. Pero también hubo una polémica sorda por las palabras del presidente popular manifestando su oposición a un arancel ambiental en la UE para la protección de la industria del continente. Se trata de una medida que goza de un amplio consenso en el Principado (que apoya el gobierno regional pero también los grupos de la oposición, la patronal y los sindicatos) y que, sin solución de continuidad ni explicaciones por el repentino posicionamiento de Casado, salió a defender como si no hubiera pasado nada Isidro Martínez Oblanca, número dos de la lista común.

Unidas Podemos

La otra gran coalición en Asturias es la que une a Podemos e IU en la carrera de las generales (en las autonómicas no). Si los socialistas hicieron casus belli del desbloqueo en su campaña, en la de los morados hubo un reflejo en el espejo cargando la culpa de la repetición electoral en la negativa de Sánchez en dejarles entrar en el gobierno o, en su caso (ya que sí hubo una oferta de ministerios), que no tenían competencias reales. Fue el grueso de los mensajes de Pablo Iglesias en su cita, en el Calatrava en Oviedo, con militantes y colesctivos sociales. La cabeza de lista de la candidatura, Sofía Castañón, tuvo una intensa participación en su recorrido por Asturias, con parada en el debate de la televisión autonómica donde se bregó en la discusión con Vox.

Más Asturies

No hace mucho tiempo, junto a Sofía Castañón compartía candidatura y cartel Segundo González, que dio el salto en la convocatoria de noviembre a la formación de Íñigo Errejón, para liderar la lista de Más Asturies. Su mensaje, permitir en la medida de lo posible que no haya un nuevo bloqueo y que se ponga en marcha un gobierno de carácter progresista. El propio Errejón estuvo también en Asturias, en precampaña, el 26 de octubre, lamentando que a la derecha «le haya tocado lotería para tener segunda oportunidad es responsabilidad del Sánchez e Iglesias que no fueron capaces de llegar a un acuerdo» 

Ciudadanos

Los naranjas partían con los peores augurios al comienzo de la campaña y la cerraron con no mejores. El viernes recibieron la visita del eurodiputado Luis Garicano, en Avilés, pero Albert Rivera, no acudió en esta ocasión al Principado. El cabeza de lista asturiano, Ignacio Prendes comparte con Garicano un tenue distanciamiento de la estrategia escorada a la derecha del partido en los dos últimos comicios. Con su campaña muy enfocada a la cuestión territorial, prácticamente monopolizada por Cataluña, Prendes trató de mostrar las derivadas que tendría este conflicto para Asturias en el caso de algún tipo de acuerdo bilateral que rompiera la solidaridad de la financiación autonómica.

Vox

José María Figaredo, el único de los candidatos asturianos que no concedió una entrevista a La Voz de Asturias en esta campaña, aspira a revalidar su escaño en esta repetición electoral, con un mensaje duro en la cuestión territorial, hasta el punto de ir contra la Constitución en su reclamación de suprimir las autonomías y de brusca hostilidad hacia la inmigración. No muy distinto al desplegado por Santiago Abascal en su cita asturiana. En esta ocasión, el grupo ultraderechista no abrió la campaña en Covadonga para ninguna reconquista imaginada. El Calatrava, como en abril, se abarrotó para ver a un Abascal que con la cercanía de la exhumación de Franco, era 2 de noviembre, todavía llamaba «carroñero» al presidente en funciones por la salida del dictador del mausoleo. En el mismo mitin, Ortega Lara aseguraba a sus enfervorizados seguidores que la ley contra la violencia de género ha llevado a que las mujeres «tengan miedo» a relacionarse con los hombres, porque piensan «que son todos asesinos».