Pesca reabre la pesquería del bonito cuando ya se ha ido del Cantábrico

S. S. VIVEIRO/ LA VOZ

ASTURIAS

X.L.

74 días después de vedarlo, descubre que España podía capturar 107.000 kilos más

09 nov 2019 . Actualizado a las 10:47 h.

Sin poder coger ni uno desde el 27 de agosto, mientras les hervía la sangre viendo a los arrastreros pelágicos franceses e irlandeses llenar en horas sus bodegas con los miles de bonitos del norte que atestaban el Cantábrico. Abundaba tanto y tan cerca de Galicia y Asturias que otra vez reclamaron más cupo que las 16.620 toneladas asignadas a España este año. Quejándose y enojada, la flota volvió a cumplir y acató el cierre anticipado de la costera. Ahora, 74 días después de vedarlo, el Ministerio de Pesca descubre que no se había consumido toda la cuota nacional. España aún podía capturar 107.000 kilos más. Y cuando los bancos de ese túnido se han ido del noroeste, permite pescarlo de nuevo.

A partir de la medianoche de este 11 de noviembre la flota de bandera española puede pescar bonito, «con el fin de aprovechar esta cantidad restante», dice el director nacional de Ordenación Pesquera y Acuicultura. No los barcos autorizados a dedicarse al Tunnus Alalunga durante el verano, en la costera, porque sus licencias temporales «quedaron sin efecto una vez que se procedió al cierre en agosto». Tampoco las embarcaciones de recreo o deportivas. Por tanto, solo será útil para capturas accidentales.

Al noroeste le vale de poco

A Galicia, Asturias y al resto del Cantábrico le valdrá de poco porque el atún blanco se ha ido en su ruta migratoria, buscando hacia el sur aguas más cálidas. Quizá puedan beneficiarse espaderos que faenan en el entorno de las islas Azores y, sobre todo, los pesqueros del caladero canario.

Los profesionales del noroeste español no acaban de creérselo, pero ha vuelto a suceder. Al desconcierto inicial de los pescadores le sigue la indignación. Especialmente por la tardanza del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación al recontar el consumo español. De haber sido más ágil, razonan, en septiembre y en octubre podrían hacer lo que sugiere ahora Ordenación Pesquera, «aprovechar» las 107 toneladas cuando las aguas situadas frente a Galicia estaban repletas de bonito del norte.

El embrollo del 2018

Los profesionales no se esperaban el anuncio enviado por Ordenación Pesquera este viernes por la mañana. Quizá porque confiaban en una aplicación más rápida y eficaz en la suma de los desembarcos tras el precedente del año pasado. Por «agotamiento de la cuota» española, cerró la costera el 23 de agosto, convirtiéndola en la más breve de la historia, porque hasta el 2016 solía prolongarse desde junio hasta principios de octubre. En el 2018 tardó menos que este año en comprobar cuánto había capturado la flota nacional, 48 días. El 10 de octubre, tras revisar las descargas y después de un intercambio de 73 toneladas con Portugal, reabría la pesquería. Horas después volvía a cerrarla. «De manera aclarativa» explicaba el embrollo: en realidad no había «remanente suficiente» para permitir la pesca dirigida. Igual que ahora, la «intención» era cubrir las «capturas accesorias de otras pesquerías de túnidos». En definitiva, las del caladero canario.

Pescadores deportivos protestan

Airada ha sido la reacción de pescadores deportivos gallegos y asturianos, enojados porque sus licencias les permiten capturar bonito en cualquier época del año si queda cuota nacional. En nombre de unas setenta lanchas de puertos comprendidos entre Luarca (Asturias) y Sada (A Coruña), uno de sus miembros califica de «absurda« la reapertura de la pesquería y carga contra Pesca por «tardar dous meses e medio en sumar o bonito descargado e restalo do cupo».