Condena de 11 meses de cárcel por desatender a su hija de 3 años

La Voz

ASTURIAS

Juzgados de Oviedo.
Juzgados de Oviedo.

La menor era cuidada por su bisabuela, de 85 años

15 nov 2019 . Actualizado a las 18:47 h.

La acusada de maltrato habitual y abandono familiar por desatender a su hija de 3 años, mientras la menor era cuidada por su bisabuela, de 85 años, en Piloña, ha aceptado una condena de once meses de prisión y la pérdida de la patria potestad durante dos años.

La Fiscalía ha rebajado su petición de pena inicial, de dos años de cárcel tras aplicar la semieximente de alteración psíquica y alcanzar un acuerdo con la abogada defensora, Cecilia Díaz Fernández, lo que ha evitado la celebración del juicio que iba a tener lugar este viernes en el Juzgado de lo Penal número 4 de Oviedo.

El acuerdo implica además la prohibición de acercarse a la menor a menos de 500 metros y la prohibición de comunicarse con ella durante dos años y no será sometida a libertad vigilada, una vez que cumpla la pena.

La defensa ha pedido la suspensión de la condena y la Fiscalía ha anunciado que se pronunciará en ejecución de sentencia.

La letrada ha explicado que la acusada, J.A., tiene limitadas sus capacidades, debido a esa alteración psíquica que padece y que ha certificado en un informe un psicólogo, lo que impide que se le pueda exigir que actúe y piense igual que cualquier persona que no tuviera esa limitación.

Además, según la defensa, ha actuado con toda la diligencia que como madre se le podría exigir, al haber fallado otros agentes, como su entorno familiar y los servicios sociales que no detectaron anomalía alguna, pese a que acudían a su domicilio o cada vez que J.A. iba a solicitar ropa o alimentación.

Cecilia Díaz ha señalado que la denuncia, que partió de la bisabuela, no se produjo por una desatención hacia la menor, como podría parecer criminalizando su conducta, sino por el temor que tenía a que J.A. pudiera ir a vivir con su actual pareja, con la que pasaba varios fines de semana dejando la menor a cargo de su familiar.

La denuncia se interpuso en agosto de 2017, cuando la niña estaba a punto de cumplir los 3 años, y al ser examinada se detectó que presentaba, por falta de estímulos adecuados, ausencia de control de esfínteres, dependiendo del uso del pañal, así como retraso en el lenguaje y en el desarrollo cognitivo-conductual.

La Fiscalía sostenía, en su escrito de calificación, que la madre llegó a golpear a la menor y ante el aumento de tal situación violenta y el temor a que la acusada dejase el domicilio familiar para pasar a vivir con su nueva pareja, llevándose a la niña, la bisabuela puso los hechos en conocimiento de los servicios sociales.

La menor fue llevada a un centro hospitalario, donde se le apreció diversos hematomas y heridas en el cuero cabelludo, en las extremidades inferiores, además de arañazos que pudieran tener origen animal y lesiones de picaduras en nalgas y extremidades.

La niña ha estado ingresada en un centro tutelado del Principado, donde empezó a notarse una mejoría en su estado y actualmente vive con un familiar en régimen de acogida; situación a la que no se ha opuesto la acusada, según ha corroborado la abogada defensora.