José Manuel Cueto: «Educación discrimina al alumnado de la concertada al discriminar a sus profesores»

Susana D. Machargo

ASTURIAS

José Manuel Cueto
José Manuel Cueto

El nuevo secretario general de Otecas repasa las necesidades acuciantes de su colectivos y los que considera falsos mitos sobre la red concertada en Asturias

07 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Acaba de desembarcar en la secretaría general de Otecas pero no es un novato. José Manuel Cueto cambió su carrera técnica por la docencia con todas las consecuencias. Había descubierto su auténtica vocación. Ha ejercido durante toda su trayectoria en la red concertada, en la que también tiene escolarizadas a sus hijas. Ha estado en el comité de empresa de su colegio y ha ejercido otras labores dentro del sindicato. Conoce, por tanto, todos los entresijos y tiene la fuerza suficiente para reivindicar ante la administración aspectos cruciales como la homologación salarial o el mantenimiento del empleo. Pero hay otro tema que también le preocupa y en el que quiere implicarse: la reivindicación social del papel que juega la escuela concertada en pleno siglo XXI.

-¿Por qué un profesor de la escuela concertada, que no ha pasado por ningún proceso selectivo, tiene que cobrar lo mismo que un docente de la pública que ha pasado por todos los filtros que exige la administración?

-Desde el año 1985, en el que sale la LODE de Felipe González, que es la primera ley que recoge la enseñanza concertada como tal, en todas las leyes, hasta la LOE-LOMCE en vigor, en todas, se dice que deben cobrar lo mismo. En la última, en el artículo 117.4, deja taxativamente claro que los poderes públicos intentarán que los profesores de la enseñanza concertada tengan el mismo salario que los de la enseñanza pública. Esto que todas las leyes llevan recogiendo desde la primera no se ha cumplido nunca. Entonces, cuando algo está en una ley y los poderes públicos no hacen nada para que se cumpla se está convirtiendo en una utopía. Gobierno tras gobierno, la brecha en lugar de ir acortándose, como dice la ley, pasa lo contrario, se va ensanchando. Esa es la causa por la que un profesor de la concertada debe cobrar lo mismo que uno de la pública, porque las leyes lo dicen así. Te puedo dar miles de explicaciones pero esto es lo fundamental. En el tema del salario de los docentes, además, subyace también la igualdad del alumnado. El profesor es una parte fundamental de esa igualdad, tanto el número de horas lectivas como el salario influye. Esto también es clave.

-Debe cobrar lo mismo y ¿debe tener las mismas condiciones laborales? Otra de sus reivindicaciones consiste en la mejora de otros aspectos como la reducción de las horas lectivas, que están al máximo o el rato del número de alumnos por docente. ¿Es algo viable?

-Todas las leyes hablan de la igualdad del alumnado. El alumnado por estar en la enseñanza pública o en la enseñanza concertada no tiene que notar las diferencias. Las dos redes emanan del servicio público educativo, así que sus alumnos tienen que tener los mismos derechos y no estar discriminados, independientemente de cómo se llame la red a la que vayas. Voy a poner mi ejemplo, un profesor que daba clase en Enseñanza Secundaria Obligatoria. Estaba dando 25 horas semanales a clases con 30 alumnos, porque la ratio es mayor. Tenemos más alumnos por aula que en la pública. Los alumnos de la concertada no tienen que estar discriminados en recursos pero si el profesor tiene que impartir siete horas más de clases, puede implicar hasta cuatro asignaturas más de docencia a la semana. Esto conlleva corregir, preparación de clases, exámenes, atender a la web, entrevistas con padres… Eso se corresponde hasta cuatro asignaturas de docencia. Por mucho que yo quiera, no somos superhombres. Cuando te enfrentas a esos alumnos, después de haber tenido cinco horas y llegas a la sexta hora no puedes dar la misma calidad que si hubieras dado cuatro. Entonces ya estamos discriminado al alumnado por el hecho de estar discriminando al profesor. La ratio también. La concertada tienen más alumnos por aula. Cinco alumnos más que suponen más exámenes, más trabajos, más entrevistas con padres. Siempre se está diciendo que para mejorar calidad educativa es imprescindible mejorar la ratio profesor-alumnos. La calidad educativa, por tanto, tendría que ser peor.

-Pero la escuela concertada siempre está vendiendo resultados, calidad, como modo de diferenciarse y de atraer alumnos.

-Eso es. No es peor. No es peor por un esfuerzo ímprobo de los trabajadores. Los trabajadores ya no dan para más. Esa vocación que tienes es lo que les ha salvado hasta ahora. Si fuera otro tipo de empresas sin oficios vocacionales, sería imposible. Son profesores con mucha vocación, con mucho servicio. De ahí la calidad de la concertada.

-Pero en todo este escenario, ¿qué papel juega la patronal, los dueños de los servicios? ¿Los sindicatos solo reclaman a la administración pública? Alguna responsabilidad tendrá que tener.

-Nosotros, como sindicato, tenemos una peculiaridad con respecto al resto y es que tenemos dos patrones, por un lado está la propia patronal, que son las titularidades de los centros, y por otro lado, la administración, que es la que nos paga y nos marca las normas. Con nuestra patronal tenemos un convenio y con la administración, las leyes educativas y también negociar los salarios, los ratios, todo lo que es la parte legislativa. Pero con la patronal tenemos que tratar las horas no lectivas. Las horas lectivas las marca la ley pero las no lectivas vienen en el convenio, hasta 1.180 horas que marcan para un docente de la concertada. ¿Qué dice Otecas? Que esas horas no lectivas, con el registro de jornada, se las reconozcan al trabajador como trabajo en casa, porque no se nos reconocen. Las horas no lectivas son presenciales y queremos que no lo sean. Un trabajador se lleva mucho trabajo a casa y es algo fundamental, que se nos reconozcan. El que las quieras hacer en el centro que las haga pero no agotarlas todas con cursos.

-¿Es esa su única demanda a los titulares de los centros?

-Cada centro en concreto tiene su problemática y los trabajadores nos lo trasladan a Otecas. Hay muchas problemáticas particulares de todo tipo, de reducción de horas lectivas, de reconocimiento de antigüedad, reparto de horas… Temas más de gestión y del trabajador concreto.

-¿Cuál es la relación del sindicato mayoritario de la concertada, con una representación de más del 50%, con la actual administración? ¿En qué punto está esa reivindicación de equiparación salarial?

-Veo que hay un cambio en las formas de la administración con Carmen Suárez. Con la consejera y con la directora general de Planificación estuvimos reunidos en octubre. Fue una reunión cordial. Le planteamos todas las demandas. Se las dimos por escrito. El otro día, Carmen Suárez, en un acto de valentía, acudió al congreso de Otecas. Pensé que a raíz de la polémica generada por las declaraciones de la ministra Celaá se iba a echar atrás. Llevó las demandas que le habíamos pasado por escrito. Las tenía miradas, porque estaban subrayadas y anotadas sobre ellas. Con Carmen Suárez quiero sentarme a negociar e intentar que los presupuestos, que son la herramienta para mejorar a los trabajadores de la concertada, haya determinadas partidas para nosotros. Porque si aparecen partidas para todo y para la enseñanza concertada no aparece nada, tiene que haber un límite.

-¿Para qué presupuesto? ¿Ya habla del que se está elaborando para 2020?

-Sí, en estos presupuestos un gesto tiene que haber. Porque estamos a la cola de España en todo.

-¿En qué están a la cola de España?

-Estamos a cola de España, junto con Extremadura, en condiciones salariales. Estamos en la cola porque muchas comunidades ya pactaron jubilaciones parciales y nosotros tenemos. Puede darse el caso de que en tres o cuatro años encuentres en las aulas a profesores con 67 años, dando clase a 30 alumnos de Secundaria o 25 de Primaria. Desde el 31 de diciembre de 2018, se acabaron los contratos relevo. Hay un sobrecoste al que tendrían que hacer frente los centros y no lo hacen porque dicen que no tienen dinero para incentivar la prejubilación. En otras comunidades, en ocho si no me equivoco, ya hay acuerdos de jubilaciones parciales que por lo que menos permiten que se reduce la carga al 50% y sería para docentes con 61 años.

-¿Qué más ventajas tienen otras comunidades que no tienen los docentes de la concertada en Asturias?

-Por ejemplo, en este último congreso de Otecas vinieron dos compañeros de un sindicato de Andalucía, Plataforma por la Homologación de los Centros Concertados de la Enseñanza en Andalucía, y nos contaban que en Secundaria tienen 23 horas lectivas, dos horas menos que nosotr,os. Tienen mejor salario. Y, hasta el día de hoy, tanto la comunidad asturiana como la andaluza tenían prácticas similares en el tipo de Gobierno, con el PSOE. Sin embargo, tienen unas condiciones laborales que las nuestras. Creo que no es tanto una cuestión de de partidos como de personas. En Andalucía fueron capaces de sacar partidas en los presupuestos. Aquí sería un gesto. En un trabajador como yo de Secundaria, cuando empieza a trabajar sufre una discriminación de 2.500 euros anuales pero cuando lleva 30 años, esa diferencia pasa a ser de 10.000 euros anuales y con el agravante de que das siete horas más de docencia a la semana. Porque si nos dijeran que damos siete horas menos… Encima las condiciones laborales ni son iguales. Ese sería un gesto importante para ver que en la legislatura podemos llegar a encuentros. Somos conscientes de que todo lo que tenemos atrasado, que es muchísimo no se puede solventar en un año pero sí a lo largo de la legislatura.

-Hace algo más de una década, con Riopedre como consejero se había firmado un acuerdo de homologación salarial. ¿Es eso a lo que aspira Otecas?

-Exactamente, un acuerdo a una legislatura. Sabemos que es mucha diferencia pero en una legislatura se puede acortar porque, de lo contrario, se irá agrandando y estamos incumpliendo las leyes, que hablan de equiparación.

-Hace dos años se renovaron los conciertos. Los docentes son siempre un elemento de presión que utilizan las patronales en la negociación.

-Hombre, claro, porque de los conciertos dependen a día de hoy la enseñanza concertada y para nosotros son indispensables e irrenunciables porque de ellos depende nuestro trabajo.

-Como docentes, ¿no se sienten instrumentalizados por las patronales?

-A la hora de renovar un concierto tenemos que unir fuerzas con la patronal porque si cierra un colegio, evidentemente, la patronal se queda sin un centro pero hay 40, 50, 60 docentes, depende cómo sea ese centro, se quedan sin trabajo. Esa es nuestra mayor lucha intentar mantener el empleo. Otra de nuestras luchas es intentar mejorar el acuerdo de mantenimiento de empleo firmado en 2017. Con la natalidad que hay en Asturias…

-Pero la escuela pública ya está sufriendo la sangría demográfica del Principado. ¿No tiene que ser la concertada corresponsable? Si cierran unidades en la pública, tendrán que cerrar unidades en la concertada. ¿Eso lo asumen?

-Siempre que las condiciones sean las mismas, que no nos exijan a nosotros más o que nos cierren a nosotros para llevarlos a otro sitio, lo comprendemos. Somos conscientes de que la natalidad es de las más bajas de Europa. Por eso queremos llegar a un buen acuerdo de mantenimiento de empleo. Cuando se cierra un colegio, hay algunos docentes jóvenes pero hay muchos con 50 años o más que les es muy difícil volver a encontrar trabajo. Porque las patronales ahora quieren a chavales con otro idioma acreditado, un B2 o un C1, con cuatro máster. Valoran eso más que la experiencia docente. Esa gente para Otecas son un elemento de mucha responsabilidad, intentar encontrarles empleo es fundamental.  En los últimos años han cerrado dos colegios, el de Ciaño y el de Sotrondio, en las cuencas tal y como están es posible que otros estén abocados al cierre. Pero lo que no nos parece bien es que cojan los alumnos de un concertado para llevarlos a uno público si es el que concertado todavía tienen matrícula suficiente y posibilidades de sobrevivir.

-Pero originalmente la concertada había nacido como una red subsidiaria. ¿Si ahora no hay alumnos en la pública para qué necesitamos a la concertada?

-Todo el mundo cuando se habla de la concertada dice siempre lo mismo y sobre todo determinados grupos políticos, plataformas... Siempre argumentan que la concertada nació en 1985 para que todo aquello que no cubría la pública se viera cubierto por la concertada y ahorrar un dinero que el Estado no tenía. A día de hoy, ese es el cliché. Pero si alguien se toma el tiempo de leer de José María Maravall, que fue el ministro de aquella época que implementó  la LODE y el régimen de conciertos en España, no solo tenía esa finalidad, que también la tenía, sino que había otra. Y era socializar la educación para que todas aquellas familias con pocos recursos o para aquellas con recursos muy limitados pudieran acceder a otro tipo de educación.

-¿Qué es otro tipo de educación?

-Otro tipo de educación que cumplan con el artículo 27 de la Constitución, que los padres tengan la capacidad de elegir al centro que quieren ir, de acuerdo con el carácter religioso o no religioso. Sin la concertada no van a poder escoger. Si van a poder elegir aquellos de clase media o alta que se van a poder pagar colegios privados. Hace unos días lo decía el alcalde de Cádiz, que decía que era una educación para ricos y que debían pagarla. Me cuesta creer que haya determinados colectivos que apoyen eso. Yo que vengo de una familia humilde donde mis padres nunca hubieran podido enviarme a un centro privado, nunca hubiera podido ir a un centro concertado si no estuviera subvencionado. Creo que hay doble vara y nadie reflexiona sobre este tema. La concertada acerca otro tipo de educación a las clases más desfavorecidas y clases media que no se pueden pagar una privada. Me gustaría que alguien me lo refutara. Esta es la verdadera esencia de la educación y de la libertad de elección de centro. Los que tienen recursos van a acceder a dónde quieran.

- Ha citado algo que no es exactamente un tema sindical pero sí importante para el futuro de la concertada, que es la libertad de elección de centro. ¿No está de acuerdo con un modelo como el de Asturias, donde la administración organiza y zonifica áreas de influencia? ¿Le gustan más modelos como el que el PP gestiona en Madrid, con total libertad de elección de centro? ¿No cree que se faculta a los centros a elegir a los mejores alumnos?

-Otecas está a favor de los conciertos educativos. Es nuestro elemento fundamental. Hay distintos modelos educativos. El de Madrid o el asturiano donde está muy planificado, zonificado y en función de la zona accedes al centro por puntuaciones. Así que quería desmontar ese cliché que dice que la concertada elige a sus alumnos. En Asturias es imposible que elija a sus alumnos. Con otro tipo de planificación, igual. Pero en Asturias es imposible. Los alumnos suelen ir a la zona donde viven y donde tienen el colegio. Si ese colegio está en una zona con mucha inmigración, va a tener muchos inmigrantes, independientemente de que sea público o concertado, porque las normas de acceso son las mismas y las dicta la administración.

-De todas formas la administración tuvo que ir modificando la normativa para evitar la picaresca de padres que querían llevar a sus hijos a la concertada y no conseguían suficiente puntuación, por ejemplo con empadronamientos.

-Claro pero eso ya va contra la ley. Eso es picaresca y hay que atajarla. Pero puedo darte ejemplos de lo que yo digo. Hay colegios públicos que están en zonas buenas y otros que no. Compara el centro de La Fresneda con el de Ventanielles. Los dos son centros públicos y el tipo de alumnado no tiene nada que ver. Y son públicos. ¿Podemos decir que escogen al alumnado? Yo llevo a mi hija a un concertado que en su clase, de 25 alumnos, 17 son hijos de inmigrantes. Y solo ocho de ovetenses. ¿Por qué? Pues simple y llanamente porque está en una zona donde hay mucho migrante, que es la Argañosa. Si te vas a otros concertados, pasa lo contrario. En una zona planificada, independientemente del tipo de centro, te va a ir la población que resida. Era profesor del colegio Nazaret y mis hijas van a ese centro. Es un centro con mucha mezcla cultural y eso es algo que me gusta mucho. Yo tengo una hermana viviendo en París y trabajando en una multinacional y todos sus compañeros son de todas las partes del mundo, americanos, venezolanos, hindús,… Si mis hijas tienen suerte y en el futuro consiguen un buen trabajo, van a tener que convivir con personas de todos los orígenes, de razas y nacionalidad, por eso me gusta que mis hijas vean desde el colegio que hay otros mundos y otras realidades.  

-¿Entonces usted defiende un modelo como el asturiano, planificado, y no la libertad absoluta de elección de centro que rige en Madrid?

-No conozco en profundidad el modelo de Madrid. No puedo hacer una comparación. Sé que lo defiende el PP. Si aquí Gobernara el PP y quisiera implantarlo, había que analizarlo. Pero ahora mismo no tengo argumentos para hablar de él en profundidad. Si conozco bien el de Asturias y por eso puedo dar estos ejemplos.

-Hay más clichés, entonces, de los que podemos hablar. También se dice que la concertada a sus alumnos porque pide a los padres unas cuotas que no podría cobrar porque la educación es pública, termina cobrando por otros conceptos. ¿Es eso cierto?

-Eso otro tema que siempre está ahí. Como trabajador del colegio Nazaret estuve en el consejo escolar del centro y auditaba las cuentas. En un colegio concertado pequeño, los recursos de la administración son totalmente insuficientes. Si un colegio pequeño no es capaz de conseguir aportaciones seguiríamos con las pizarras de tiza. Porque de dónde sale más dinero para poder dotar de recursos a ese centro. Yo reconozco que hay colegios que pueden tener cuotas voluntarias más grandes y otras pequeñas. Hay que dejar claro que no es obligatorio. Yo la pago y son 11 euros por cada una. Pero la gran mayoría no la pagan, al menos, en mi centro. Pero cuando se va a dar clase y se usa una pizarra digital o un proyecto, todos los alumnos disfrutan de esos recursos. No se le tapa al niño cuyos padres no han pagado. El que puede pagarlo ayuda a mejorar la calidad educativa. Me gustaría que nadie pagara nada, que la administración dotara de recursos suficientes los módulos de conciertos. Yo que veía las cuentas de un colegio humilde, nunca cuadraban. La dotación que te da es para luz, agua, un par de personas del PAS pero un colegio es un mundo.

-Acabamos por donde empezamos. Ya que es la administración pública la que paga a los docentes de la concertada, ¿cree que deberían pasar algún tipo de filtro de calidad o de examen y que no quede a criterio del director o de la patronal la contratación?

-La plantilla de los colegios concertados es contratada por los propios colegios, es cierto. La administración tenía que hacer un poco de seguimiento y nosotros, desde Otecas, consideramos que tenía que tomar más cartas en el asunto para no dejar al libre albur del centro ese tipo de decisión. Pero, claro, el colegio si quiere mantener la calidad también tiene que tener claro que tiene que coger un buen perfil porque si el centro falla va a tener problemas a la hora de ofrecer una calidad educativa. Además, los profesores de la concertada tenemos lo que no tiene nadie y es que pasamos unas oposiciones prácticamente días tras día porque estamos mirados por los alumnos, por los padres, por las direcciones de los centros y si no funcionamos, a la calle y al año siguiente se contrata a otro profesor. Si alguno baja un poco la guardia, se tiene que poner las pilas. En mi caso concreto, venía de calcular estructuras y no conocía a nadie, llegué con mi currículum. No tenía nexo con el centro. Quería cambiar de trabajo y así fue. Llevo 22 años. Eso me exigió estar continuamente formándome, con títulos universitarios, con máster, que nadie me reconoce. Nosotros no cobramos sexenios de formación. Yo respeto mucho a los profesores de la pública. Lo veo como a un compañero no como a un enemigo.