El acusado de agredir sexualmente a su hermana con una navaja acepta seis años de cárcel

La Voz

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Audiencia Provincial de Oviedo
Audiencia Provincial de Oviedo AGF

El hombre retuvo a la mujer con coacciones y trató de forzarla amenazando de muerte de su marido

17 dic 2019 . Actualizado a las 11:04 h.

El hombre acusado de agredir sexualmente a su hermana tras retenerla y amenazarla con una navaja, en Lugones, Siero ha aceptado este martes los hechos que se le imputaban y una pena de seis años y seis meses de prisión y cinco de libertad vigilada.

Ha sido tras llegar las partes a un acuerdo que ha rebajado en seis meses la pena de prisión que se le pedía inicialmente por el delito de agresión sexual. Además se le ha impuesto la prohibición de acercarse y comunicarse con la víctima en un periodo de nueve años. Además, por el delito de quebrantamiento de condena por portar armas se le ha impuesto al condenado una multa de 720 euros.

El Ministerio Fiscal solicitaba inicialmente que el agresor, en prisión provisional desde la fecha de su detención, indemnizase a la mujer con 4.500 euros, pero esta petición se ha retirado tras llegar al acuerdo las partes.

Los hechos relatados por el Ministerio Fiscal y reconocidos por el condenado sostienen que, en hora no concretada del día 11 de diciembre de 2018, el hombre llamó a su cuñado para que tanto él como su esposa, -hermana del procesado-, acudiesen a Lugones pues, supuestamente, un hombre les iba a dar mucha chatarra y varios aparatos de radio.

La pareja se desplazó entonces a la vivienda del hijo del condenado, adonde acudió este. Una vez allí, el hombre insistió reiteradamente que su cuñado se quedara en casa y que él iría con su hermana a recoger la chatarra.

Así, él y su hermana abandonaron la vivienda sobre las 19.30 horas. Salió con ellos también su hijo. Al cabo de un rato de camino, el hombre, en ejecución de su plan, comenzó a decirle a su hermana diversas expresiones intimidatorias del tipo: «Me tienes que hacer caso», «Si no me haces caso va a ser peor». El condenado entonces agarró a su hermana por la muñeca y le dijo: «Aquí llevo un cuchillo, si no me obedeces será peor», haciendo ademán de mostrarle un objeto que llevaba dentro de la chaqueta, y conminándole para que la obedeciese y no escapase diciéndole: «Si me tengo que pegar con alguien de por aquí que lo vea, voy a y mato a tu marido».

El hijo del condenado recriminó tal conducta a su padre pero este le dijo que se marchase, lo que aquel hizo pero para buscar ayuda. La mujer, ante esta situación y presa de los nervios, siguió a su hermano. Posteriormente, el agresor volvió a decirle: «Si te portas bien, no pasará nada», a la vez que sacaba del bolso exterior de su chaqueta una navaja, con la cual cortó un palo diciéndole: «Mira qué bien corta, pórtate bien».

Así, ambos llegaron sobre las 21.00-22.00 horas al domicilio del agresor en Lugones y, una vez dentro, este cerró la puerta con llave, dirigiéndose a la cocina, donde comió y bebió algo. A continuación, se dirigió a su hermana, la agarró del brazo y le dijo: «Pasa pa aquí», metiéndola en una habitación de la vivienda y diciéndole: «Quítate la chaqueta, el jersey y la blusa y siéntate aquí» (señalando la cama).

Seguidamente se sentó en la cama junto a su hermana, se quitó el pantalón y comenzó a tocarle los pechos y a darle besos en la cara, pidiéndole que le tocara el pene, todo ello a pesar de la negativa expresa de su hermana, quien le pedía y reiteraba que la dejara marchar.

En esos momentos, aproximadamente a las 23.00 horas, picaron a la puerta su cuñado, su hijo y una patrulla de Policía Nacional, diciéndole el agresor a su hermana: «Cállate, no digas nada, que es la Policía», permaneciendo la mujer sin moverse. La patrulla se marchó al no oír nada. Sin embargo, más tarde, su cuñado y su hijo volvieron a picar a la puerta y, escuchando la mujer que eran ellos, trató de escapar aunque se cayó en el pasillo. El hombre se acercó a ella y le dijo: «Tranquila, que te vas».

Seguidamente, abrió la puerta y la dejó marchar. Sobre las 02.00 horas, la mujer acudió al Hospital San Agustín de Avilés con su marido y, al día siguiente, ambos acudieron a presentar denuncia, al igual que el hijo del condenado. Todos ellos solicitaron medidas de alejamiento.

El hombre fue detenido sobre las 12.30 horas del día 13 de diciembre de 2018, portando en uno de los bolsillos de la chaqueta que llevaba la navaja de 7,6 centímetros, y todo ello a pesar de que tenía en vigor una pena de privación del derecho a la tenencia y porte de armas durante 4 años.

La víctima fue atendida en urgencias por intento de agresión sexual, presentando miedo y nerviosismo aunque no lesiones físicas. No requirió tratamiento médico; según informó Europa Press.